Brasil
se dispone a confiscar los depósitos de ahorro en dólares de millones de sus
ciudadanos por la confirmación técnica de la recesión, por la desaceleración de
China; porque Morgan Stanley lo puede pasar a Mercado de Frontera ; porque Moody´s
le piensa quitar el grado de inversión, porque 1 millón perderá su empleo,
porque subirá la tasa de interés por la inflación, porque piensa subir los
impuestos, por la corrupción generalizada y por la fuga de capitales de los
ricos.
Anterior mente
lo han hecho todos los gobierno populistas
de Sudamérica como el primer gobierno Aprista en Perú
en los años de 1985 al 1990; actualmente lo hacen Argentina
y Venezuela.
Le echaran la culpa al imperialismo, a la oligarquía,
a la oposición, a un complot internacional, a una mano negra, a los políticos corruptos,
a la burguesía , etc , etc.
Brasil
entra en recesión al caer su PIB un 1,9% en el segundo trimestre
http://economia.elpais.com/economia/2015/08/28/actualidad/1440776492_112505.html
El frenazo
de la mayor economía de América Latina llega tras la fuerte
caída de la inversión y el consumo mientras que el gasto público se expandió un 0,7%
Latinoamérica
mira a Brasil de reojo
HELOÍSA
MENDONÇA
São
Paulo
28
AGO 2015 –
La
presidenta brasileña Dilma Rousseff, el pasado 13 de agosto / FERNANDO BIZERRA
JR. (EFE)
La
divulgación del PIB de Brasil este viernes confirmó lo que los brasileños ya sentían en la práctica:
el gigante latinoamericano vive una recesión, con una caída del 1,9% en la actividad económica en el segundo
trimestre, en comparación con el trimestre anterior, que ya había retrocedido un 0,7%. En teoría, el país se encuentra en recesión
técnica (dos trimestres negativos seguidos).
Además, las perspectivas futuras son peores, en un momento en
que el Gobierno ha adoptado un plan de austeridad
con subida de impuestos y recorte de inversiones
para reequilibrar las cuentas públicas.
Brasil es la primera economía de
Latinoamérica y lugar de destino de
importantes inversiones de grandes empresas españolas como Telefónica, Banco Santander, Mapfre, Abertis, Iberdrola, Dia
y Repsol.
Si se
compara con el segundo trimestre del año pasado, el informe del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE)
muestra que la economía se encogió un 2,6%, reflejando el
cambio de perspectivas que trajo el segundo Gobierno de la presidenta Dilma
Rousseff, reelegida el año pasado. El país, que se enorgullecía de su pleno
empleo, ha perdido 345.000 puestos de trabajo
este año, y ya hay quien proyecta una pérdida de aproximadamente un millón de puestos
de trabajo. Es la primera vez en 10 años que el desempleo empaña
un mandado del Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), en el poder desde
2003.
La economía retrocedió por el lado de la
oferta y de la demanda.
Las
inversiones de las empresas cayeron por octavo
trimestre seguido, y el consumo de las familias,
que representa un 60% del PIB, sigue cayendo desde el inicio de 2015. Este es otro cambio importante. El
consumo de los brasileños no caía en tasa anual desde hace 12 años. Pero la inflación alta y el pesimismo
por los anuncios de recortes y el alza de impuestos han hecho que las
familias promuevan su plan de austeridad privado: cortando gastos superfluos,
cambiando a marcas de productos más baratos y preparándose para tiempos de
vacas flacas después de haber vivido un ciclo largo de buenas noticias en la
economía.
Los
precios subieron un 6,83% entre enero y julio —un alza que supera la meta del banco central por
primera vez en una década y puede llegar al 10% hasta el final del año—. La
subida penaliza principalmente a los brasileños más pobres, es decir, los
principales electores del Gobierno del PT. Eso explica que la popularidad de la
presidenta haya caído bruscamente este año: solo cuenta con el apoyo del 8% de
la población.
El
error de Rousseff
En
entrevista a diarios brasileños esta semana, Rousseff admitió por primera vez
que se equivocó al no percibir que la crisis económica era mucho más severa de
lo que le parecía hasta el final del año pasado, justo después de la elección. “Me equivoqué en
haber tardado tanto en percibir que la situación podría ser más grave de lo que
imaginábamos”, señaló.
La
presidenta añadió que no se esperaba una bajada tan grande de la recaudación de
impuestos. La caída se agrava por el remedio amargo que la presidenta y su
equipo económico, liderado por el ministro Joaquim Levy,
han aplicado para salvar la economía de los errores cometidos en su primer
Gobierno. A principios de año subió los impuestos y
recortó gastos públicos, lo que frenó aún más la economía. Ahora, el
Ejecutivo estudia nuevos tributos, lo que empeora aún
más la recesión y la popularidad de este Gobierno, golpeado también por
escándalos de corrupción en empresas públicas, y en particular en la petrolera
estatal, Petrobras.
Los
economistas son unánimes en decir que lo que no faltaron fueron avisos a la
presidenta de que el país estaba en
peligro por exceso de gasto público y una inflación en ascenso.
“Había maneras de
mantener la inflación controlada, pero el Gobierno optó por no aplicarlas”, explica el economista Eduardo
Coutinho. Ahora, la política fiscal expansiva, que incentivó el consumo, se
cobra su precio. “El Titanic chocó con un iceberg”, explica Coutinho.
La crisis en la economía china es
otro foco de preocupación para Brasil este año.
Rousseff ha
reconocido que el futuro del país es imprevisible,
algo que ella tampoco calculaba que pasaría en tan poco tiempo. El gigante
asiático es el principal comprador de los productos de Brasil, principalmente
materias primas. Y la caída de las cotizaciones, sumada a las previsiones de
que China crezca menos, son percibidos como riesgos de
que la recesión se haga más profunda en Brasil.
La esperanza
para el país está en la recuperación económica de Estados Unidos, el segundo
socio comercial de Brasil. El reciente crecimiento estadounidense, por encima
de las expectativas, animó a los empresarios. “Tenemos un panorama favorable
para incentivar las exportaciones y un fuerte comprador que está con un
crecimiento mayor de lo esperado”, explica Renato Fonseca, economista
de la Confederación Nacional de las Industrias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario