El
pentágono y la CIA entrenaron a decenas de rebeldes sirios para que luchen
contra el Califato, pero Al Nusra los hizo polvo.
Los
problemas acechan al plan de EE UU con rebeldes moderados sirios
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/08/03/actualidad/1438558393_354906.html
Las
dificultades de reclutamiento y el reciente ataque de Al Qaeda revelan los
enormes desafíos del programa del Pentágono
JOAN
FAUS
Washington
3 AGO 2015 - 03:19 CEST2
Rebeldes
sirios, a finales de julio en Alepo / REUTERS
El plan de Estados Unidos de entrenar
y armar a rebeldes moderados para que luchen en Siria contra el autodenominado Estado Islámico (EI) avanza con muy mal pie.
Primero, surgieron los problemas de
reclutamiento. Desde que se inició el programa en mayo, solo 60 combatientes han sido entrenados tras un exhaustivo
filtro para descartar a posibles extremistas. La cifra queda muy lejos del
objetivo inicial de reclutar entre 3.000 y 5.000 combatientes al año.
Y una vez
sobre el terreno en Siria, las dificultades se multiplican: a las dos semanas
de ser desplegados por primera vez, los rebeldes fueron atacados el viernes por milicianos del Frente al Nusra. Esa filial de
Al Qaeda asegura, además, haber capturado unos días antes a otros
insurgentes que, alega, fueron adiestrados por la CIA.
Este inicio
tormentoso evidencia los enormes desafíos de la estrategia de Washington en el
laberinto sirio. El país árabe lleva cuatro años sumido en una cruenta guerra
civil, que ha causado al menos 230.000 muertos, y ha desatado una pugna entre
el régimen de Bachar el Asad, grupos yihadistas y una
amalgama de debilitadas milicias moderadas.
Desde
septiembre, EE UU y varios países árabes bombardean posiciones en Siria del EI,
que también es enemigo de El Asad. Y, dada la animadversión con Damasco, la coalición fia cualquier avance terrestre a
la lucha de rebeldes moderados.
Desde que se inició el programa en
mayo, solo 60 combatientes han sido entrenados, muy lejos del objetivo de entre
3.000 y 5.000 al año
El ataque de Al Nusra en el noroeste de Siria revela los
peligros que afronta la iniciativa de EE UU y Turquía,
anunciada esta semana, de crear a lo largo de la porosa frontera turcosiria una
zona libre de la presencia de los yihadistas suníes del EI. El objetivo es instaurarla
mediante ataques de aviones estacionados en una cercana base turca y la
presencia de insurgentes moderados sobre el terreno.
El polvorín
sirio propicia enemigos entrecruzados y alianzas tácitas con otros enemigos.
Oficialmente, la misión de los rebeldes entrenados en Jordania
y Turquía por EE UU -que el Pentágono denomina
Nueva Fuerza Siria- es “primero y principalmente” combatir al EI, según
explica en una entrevista telefónica la comandante Elissa
Smith, portavoz del Departamento de Defensa.
El Ejército
sirio no es un objetivo, lo que incomoda a algunas facciones rebeldes.
Washington -que en 2013 estuvo a punto de bombardear sus posiciones- parece ser
consciente de que si cae el régimen de El Asad -cuya salida sigue oficialmente
pidiendo- el caos se agravará.
Las fuerzas del régimen atacan al EI
y a grupos insurgentes moderados.
Contra
esos insurgentes también luchan el EI y Al Nusra, que, a su vez, combaten entre sí después de que el
primer grupo se escindiera de Al Qaeda. Y ahora, los
rebeldes recién entrenados por EE UU son un nuevo blanco para todos.
El asalto
del viernes de Al Nusra, según Smith, que declina dar detalles, fue dirigido
contra una concentración de milicianos de la Nueva
Fuerza Siria y la División 30 del Ejército Libre Sirio -el principal
grupo moderado contra El Asad- y fue “repelido” con éxito.
La filial de
Al Qaeda en Siria ataca a los rebeldes entrenados por EE UU y asegura haber
capturado a otros insurgentes que, alega, fueron
adiestrados por la CIA
El
miércoles, Al Nusra -que en el pasado ha
destronado a rebeldes respaldados por países extranjeros- capturó a ocho miembros de la División 30 en la provincia de
Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Esa división,
explica la portavoz Smith, no integró el entrenamiento del Pentágono, aunque hay indicios de que, al menos,
colaboró con ese programa.
La incógnita
es si, como aduce la filial de Al Qaeda, la división formó parte del programa secreto de la CIA de apoyo a rebeldes anti-El Asad,
iniciado en 2012. Un portavoz de la agencia de inteligencia estadounidense
consultado por este periódico declinó comentar al respecto.
Al
Nusra asegura que los
integrantes de la División 30 capturados habían entrado recientemente a Siria y
comunicaban a la aviación estadounidense objetivos a
bombardear de esa red terrorista. En caso de ser cierto, supondría que la estrategia de EE UU en Siria es más ambiciosa de lo
anunciada públicamente.
Ante una
cúpula militar que defiende lo contrario, el presidente Barack Obama se ha opuesto
hasta ahora, al menos oficialmente, a ampliar la coordinación entre los
rebeldes moderados y la campaña aérea. Otro misterio es qué alcance tiene el
papel de la CIA. Oficialmente, EE UU carece de personal propio sobre el terreno
en Siria por la enemistad con el régimen.
El
Pentágono rehúye las
especulaciones. “No
vamos a difundir todos los detalles del programa. Aún estamos considerando el
apoyo complementario que podríamos dar a esas fuerzas”, dice Smith.
La cautela se impone, pese a los reveses en los primeros tres meses del plan de
entrenar y armar a rebeldes. El secretario de Defensa, Ash Carter, afirmó
recientemente que hay 7.000 solicitudes de candidatos en proceso de revisión, e
insistió en el mantra de que la guerra
contra el EI será larga.
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