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domingo, 2 de agosto de 2015

El pentágono y la CIA entrenaron a decenas de rebeldes sirios para que luchen contra el Califato, pero Al Nusra los hizo polvo. por Joan Faus encontrado en el diario español El País.


El pentágono  y la CIA entrenaron  a decenas de rebeldes sirios para que luchen contra el Califato, pero Al Nusra los hizo polvo.



Los problemas acechan al plan de EE UU con rebeldes moderados sirios

http://internacional.elpais.com/internacional/2015/08/03/actualidad/1438558393_354906.html



Las dificultades de reclutamiento y el reciente ataque de Al Qaeda revelan los enormes desafíos del programa del Pentágono
JOAN FAUS

Washington

 3 AGO 2015 - 03:19 CEST2





Rebeldes sirios, a finales de julio en Alepo / REUTERS

El plan de Estados Unidos de entrenar y armar a rebeldes moderados para que luchen en Siria contra el autodenominado Estado Islámico (EI) avanza con muy mal pie.

Primero, surgieron los problemas de reclutamiento. Desde que se inició el programa en mayo, solo 60 combatientes han sido entrenados tras un exhaustivo filtro para descartar a posibles extremistas. La cifra queda muy lejos del objetivo inicial de reclutar entre 3.000 y 5.000 combatientes al año.


Y una vez sobre el terreno en Siria, las dificultades se multiplican: a las dos semanas de ser desplegados por primera vez, los rebeldes fueron atacados el viernes por milicianos del Frente al Nusra. Esa filial de Al Qaeda asegura, además, haber capturado unos días antes a otros insurgentes que, alega, fueron adiestrados por la CIA.


Este inicio tormentoso evidencia los enormes desafíos de la estrategia de Washington en el laberinto sirio. El país árabe lleva cuatro años sumido en una cruenta guerra civil, que ha causado al menos 230.000 muertos, y ha desatado una pugna entre el régimen de Bachar el Asad, grupos yihadistas y una amalgama de debilitadas milicias moderadas.

Desde septiembre, EE UU y varios países árabes bombardean posiciones en Siria del EI, que también es enemigo de El Asad. Y, dada la animadversión con Damasco, la coalición fia cualquier avance terrestre a la lucha de rebeldes moderados.

Desde que se inició el programa en mayo, solo 60 combatientes han sido entrenados, muy lejos del objetivo de entre 3.000 y 5.000 al año

El ataque de Al Nusra en el noroeste de Siria revela los peligros que afronta la iniciativa de EE UU y Turquía, anunciada esta semana, de crear a lo largo de la porosa frontera turcosiria una zona libre de la presencia de los yihadistas suníes del EI. El objetivo es instaurarla mediante ataques de aviones estacionados en una cercana base turca y la presencia de insurgentes moderados sobre el terreno.


El polvorín sirio propicia enemigos entrecruzados y alianzas tácitas con otros enemigos. Oficialmente, la misión de los rebeldes entrenados en Jordania y Turquía por EE UU -que el Pentágono denomina Nueva Fuerza Siria- es “primero y principalmente” combatir al EI, según explica en una entrevista telefónica la comandante Elissa Smith, portavoz del Departamento de Defensa.


El Ejército sirio no es un objetivo, lo que incomoda a algunas facciones rebeldes. Washington -que en 2013 estuvo a punto de bombardear sus posiciones- parece ser consciente de que si cae el régimen de El Asad -cuya salida sigue oficialmente pidiendo- el caos se agravará.

Las fuerzas del régimen atacan al EI y a grupos insurgentes moderados.
Contra esos insurgentes también luchan el EI y Al Nusra, que, a su vez, combaten entre sí después de que el primer grupo se escindiera de Al Qaeda. Y ahora, los rebeldes recién entrenados por EE UU son un nuevo blanco para todos.


El asalto del viernes de Al Nusra, según Smith, que declina dar detalles, fue dirigido contra una concentración de milicianos de la Nueva Fuerza Siria y la División 30 del Ejército Libre Sirio -el principal grupo moderado contra El Asad- y fue “repelido” con éxito.


La filial de Al Qaeda en Siria ataca a los rebeldes entrenados por EE UU y asegura haber capturado a otros insurgentes que, alega, fueron adiestrados por la CIA


El miércoles, Al Nusra -que en el pasado ha destronado a rebeldes respaldados por países extranjeros- capturó a ocho miembros de la División 30 en la provincia de Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Esa división, explica la portavoz Smith, no integró el entrenamiento del Pentágono, aunque hay indicios de que, al menos, colaboró con ese programa.

La incógnita es si, como aduce la filial de Al Qaeda, la división formó parte del programa secreto de la CIA de apoyo a rebeldes anti-El Asad, iniciado en 2012. Un portavoz de la agencia de inteligencia estadounidense consultado por este periódico declinó comentar al respecto.

Al Nusra asegura que los integrantes de la División 30 capturados habían entrado recientemente a Siria y comunicaban a la aviación estadounidense objetivos a bombardear de esa red terrorista. En caso de ser cierto, supondría que la estrategia de EE UU en Siria es más ambiciosa de lo anunciada públicamente.

Ante una cúpula militar que defiende lo contrario, el presidente Barack Obama se ha opuesto hasta ahora, al menos oficialmente, a ampliar la coordinación entre los rebeldes moderados y la campaña aérea. Otro misterio es qué alcance tiene el papel de la CIA. Oficialmente, EE UU carece de personal propio sobre el terreno en Siria por la enemistad con el régimen.


El Pentágono rehúye las especulaciones. “No vamos a difundir todos los detalles del programa. Aún estamos considerando el apoyo complementario que podríamos dar a esas fuerzas”, dice Smith. La cautela se impone, pese a los reveses en los primeros tres meses del plan de entrenar y armar a rebeldes. El secretario de Defensa, Ash Carter, afirmó recientemente que hay 7.000 solicitudes de candidatos en proceso de revisión, e insistió en el mantra de que la guerra contra el EI será larga.

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