Tianjin
-China: ya van muriendo 207 (112 +95 ) y
todo sigue en un misterio mientras las centenares de toneladas de cianuro de sodio se están disolviendo
y penetrando al mar.
Nota
del autor del blog.
(el
cianuro de sodio se disolvió con el agua de los bomberos y penetro al suelo y
los acuíferos la están llevando al mar, allí el cianuro disolverá a metales
pesados Cd, Pb, Hg , U y otros metales
como los lantánidos en las arenas cuyo
efecto en el ser humano es indeterminado )
El Gobierno chino trata de aplacar las
críticas por la opaca gestión de Tianjin
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/08/16/actualidad/1439707157_199654.html
Decenas de bomberos siguen
desaparecidos tras las explosiones
MACARENA
VIDAL LIY
Pekín
16
AGO 2015 -
La mujer de
un bombero desaparecido, en una protesta. / AFP / REUTERS-LIVE!
Enfrentado a
una opinión pública indignada y a uno de los peores accidentes industriales en
la historia reciente de China por las explosiones en el puerto de Tianjin, el
Gobierno central en Pekín parece haber cambiado de táctica ante la crisis. Si
en los primeros días estuvo ausente y la gestión recayó sobre todo en las
autoridades municipales, este domingo quiso proyectar una imagen resolutiva y
el primer ministro, Li Keqiang, acudió a la zona
del desastre. Acusado de opacidad, anunció también varias medidas que intentan
arrojar transparencia.
La Fiscalía
General abrirá una investigación para determinar si hubo negligencias o abuso
de poder entre los funcionarios del sector público que permitieron que
ocurriera el suceso.
La cifra de muertos en las explosiones del miércoles se eleva ya
al menos a 112, mientras que 95 personas continúan desaparecidas, 85 de ellos bomberos
que intentaban sofocar el fuego que condujo a los estallidos en los
contenedores de Ruihai International Logistics,
una firma fundada en 2011 y especializada en el almacenamiento y distribución
de sustancias peligrosas. Hay, además, 700 heridos, 58
en estado grave.
Li, que
rindió homenaje a las víctimas del siniestro, subrayó la necesidad de
“información transparente y puntual”, según la agencia oficial de noticias
china, Xinhua. Su presencia en Tianjin, donde se reunió con algunas de las
víctimas y sus familias, parece tener el objetivo de calmar el ánimo de los
afectados, que ya han empezado a protestar de manera muy pública.
Los
residentes de las zonas afectadas que reclamaban compensación por los daños a
sus hogares exigían ayer explicaciones a los funcionarios que ofrecían una
rueda de prensa. Un grupo de familias de los bomberos desaparecidos marchó
hacia unas oficinas gubernamentales para reclamar noticias sobre sus seres
queridos. Todos ellos se quejaban de falta de información, una opacidad que se
ponía de manifiesto incluso en las respuestas de la rueda de prensa. A la
pregunta de qué persona dirigía la operación de rescate, el portavoz del
Ayuntamiento de Tianjin contestó: “Déjeme comprobarlo primero”.
La tardanza
de Li en llegar al lugar de la tragedia resulta llamativa: en junio pasado
acudió de inmediato a coordinar las operaciones de rescate tras el hundimiento
de un ferry en el Yangtze en el que murieron 400 personas. Y Tianjin se
encuentra a tan solo 120 kilómetros de Pekín.
Desconfianza
ciudadana
Si el primer
ministro aspiraba a tranquilizar los ánimos, tiene una enorme tarea por
delante. El escepticismo entre la población sobre los
datos que da a conocer el Gobierno es enorme y viene de lejos; tiene sus
raíces en escándalos anteriores, desde el intento de encubrir
en 2002 los primeros brotes de la enfermedad respiratoria SARS al envenenamiento de
300.000 bebés por melamina en la leche en polvo
en 2008. Las exhortaciones de Li a la transparencia suenan huecas a una
población que ya las ha oído otras veces. Ahora, los censores también trabajan
a destajo: ayer anunciaron el cierre de 50 páginas web que
“suscitaban el pánico” con “información no verificada”.
Uno de los
interrogantes que ha causado mayor preocupación es la presencia de sustancias
tóxicas en el aire y el agua liberadas por la explosión. Aunque siempre
insisten en que las concentraciones no llegan a niveles nocivos, las
autoridades habían reconocido la presencia en el almacén de centenares de
toneladas de cianuro de sodio, un producto que puede ser mortal si
se inhala o ingiere. El jefe del operativo militar que participa en las tareas
de limpieza y rescate, Shi Luzhe, declaró este domingo que los niveles de ese
gas en la zona del epicentro “son mínimas”. La organización ecologista
Greenpeace ha corroborado ese extremo; sus pruebas no han encontrado
contaminación por esta sustancia.
Tampoco se
sabe cómo es posible que se permitiera levantar un almacén de esas dimensiones
(46.000 metros cuadrados) a solo 500 metros de edificios residenciales.
La empresa
también había cometido irregularidades en el almacenamiento de sustancias
peligrosas hace dos años, según se encontró en una inspección.
Aunque la
responsabilidad última del accidente recae en la compañía, no es posible que
Ruihai operara o que obtuviera la licencia para instalarse en la zona sin un
permiso oficial. La Fiscalía General anunció que investiga “posibles actos
ilegales, como abuso de poder o dejación de funciones y tomará medidas contra
aquellos actos que puedan haber constituido delito”. Por su parte, la
Administración China de Aviación Civil anunció que aumentará la supervisión del
transporte y almacenamiento de productos peligrosos.
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