Polémica
venta de Isagen (empresa eléctrica colombiana) a un solo postor canadiense por
US$ 2,005,000,000 y que abastece al 17 % del país y dueña de 5 hidroeléctricas,
etc.
Nota del autor del blog : tal vez podría
haber sido privatizada hace tiempo, pero como estaban en guerra civil con las
FARC, no había ningún postor, pero parece que las FARC ya se cansaron de guerrear y están por acordar
la paz
Tal vez sea buena idea, pues con el fenómeno
del niño hay sequia en Colombia y no tendrán mucha agua para hacer funcionar
las hidroeléctricas,
Gobierno
le vendió Isagén a Brookfield Asset Management por $6,49 billones
La
venta de una empresa pública deriva en batalla política en Colombia
El Gobierno
de Santos vende Isagén, la tercera energética del país,
a un fondo canadiense por 2.000 millones de dólares
JAVIER
LAFUENTE / SALLY PALOMINO
Bogotá
13
ENE 2016 - 18:39 CET
Una de las
centrales de Isagén en Colombia
Manifestantes
en contra de la venta, en las calles de Bogotá. / MAURICIO DUEÑAS CASTAÑEDA
(EFE)
La venta
este miércoles de la empresa pública Isagén, la tercera compañía generadora de
energía en Colombia, ha derivado en una crisis política contra el Gobierno de Juan Manuel Santos. Todos los sectores de la oposición, tanto la izquierda como el
uribismo, incluso la guerrilla de las FARC, han criticado la venta por
medio de una subasta en la que solo había un ofertante, el fondo de inversión
canadiense Brookfield Asset Management. El
Estado recibirá 6,49 billones de pesos, cerca de 2.000 millones de dólares, por
la operación.
La venta de
Isagén despertó una cadena de recursos legales que hasta último momento intentaron
detener que se vendiera el 57,61% de las acciones
de esta empresa. Una transacción que dejará el 17% de
la electricidad del país en manos del sector privado,
en concreto, un fondo que maneja en torno a 225.000 millones de dólares en
activos, especialmente en los sectores de infraestructura y energía.
La operación
llega en medio de una caída de la economía colombiana, con una inflación del 6,7%, la más alta en siete años; con
el dólar disparado, por encima de los 3.200 pesos y con
el petróleo en sus niveles más bajos. El inminente acuerdo de paz con
las FARC, además, acelera la necesidad de desarrollar las políticas acordadas
para el posconflicto. De ahí que el Gobierno haya defendido la venta de la
empresa pública con el argumento de que el dinero recibido se invertirá en 25 proyectos de
infraestructura vial. Además, prevé que se generarán 200.000 empleos
directos e indirectos. Los opositores a la venta critican que el Gobierno ha
entregado un activo rentable, cuyo vacío en el Presupuesto General de la Nación
no se podrá suplir.
La venta de
Isagén ha derivado en una batalla política en Colombia. El debate ha puesto del
mismo lado a sectores tradicionalmente opuestos: el uribismo –que durante el
último mandato de Uribe también estudió la posible venta de Isagén-, el izquierdistas Polo Democrático, una parte del
sector liberal e incluso la guerrilla de las FARC. También el procurador de la
República, el conservador Alejandro Ordóñez, cuestionó la operación. En su
opinión, esta afectará a las finanzas
públicas, teniendo en cuenta el dinero de los dividendos que el país dejará de
recibir anualmente y la falta de sustitución por activos productivos. Según
Ordóñez la venta afectará el bolsillo de los colombianos porque se verían
expuestos a más impuestos. Un portavoz del Partido Conservador, aliado de
Santos, sí defendió la venta: “Es necesaria para tener recursos frescos”.
La polémica
por la venta de la empresa energética empezó en 2013, cuando el Gobierno, a
través de un decreto, anunció que se vendería un porcentaje de la compañía de generación
eléctrica. Pese a que el Ejecutivo defendió que se vendería a través de una
subasta, finalmente solo ha habido un ofertante,
que ha comprado la empresa por el valor que tenía en el punto de partida, cerca
de 2.000 millones dólares.
Sneyder
Rivera, representante de la Red de Justicia Tributaria, que integra el comité que ha
batallado con recursos jurídicos para evitar la venta, explica que la venta
perjudicará a las tarifas de energía del país y recalca que afectará las
finanzas colombianas. Isagén tiene siete centrales
eléctricas distribuidas en los departamentos de Caldas, Antioquia, Santander y
Tolima. Por la importancia que tiene en el país, Rivera asegura que el
hecho de que el fondo canadiense Brookfield haya sido el único postor en la
compra es preocupante. “Eso no parece una subasta, es una entrega”.
El proceso
para vender Isagén ha estado marcado por varias demandas. Algunas generaron
medidas cautelares, que obligaron a que por varios meses estuviera congelada la
transacción. Hasta la noche de este martes, el Consejo de Estado estuvo
valorando un nuevo recurso jurídico interpuesto por el senador Antonio Navarro Wolf –aliado de Santos en el proceso de paz-,
que pretendía frenar la venta al argumentar que en la puja solo participará un
oferente. A final, el tribunal rechazó la pretensión y este miércoles se
consumó la operación: el 17% de la energía de Colombia estará ahora en manos de
un fondo de inversión canadiense.
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