El petróleo ruso sigue siendo rentable así los
precios caigan a US$ 15, sin embargo, tal vez se equivocan cuando dicen que la producción
seguirá igual hasta 2035 (mucho tiempo para ver el futuro; podría ser mayor o podría
caer a casi cero en caso ocurra un cisne negro)
La
caída del petróleo torpedea la ambición de Vladimir Putin
http://lat.wsj.com/articles/SB10594439783712603933404581503140201821866?tesla=y
La
exploración es una de las tareas en las que Rusia lleva retraso. En la foto,
una plataforma en la región de Khanty Mansiysk, en Siberia Occidental. PHOTO:
SMIRNOV VLADIMIR/TASS/ZUMA PRESS
Por
Selina
Williams y
James
Marson
miércoles,
27 de enero de 2016 0:04
EDT
CAMPO
PETROLERO IMILOR, Rusia—En
las ciénagas heladas de Siberia Occidental, las plataformas de perforación del
gigante petrolero OAO Lukoil están ayudando a
elevar la producción de crudo de Rusia a sus mayores niveles desde la
disolución de la Unión Soviética, hace 25 años.
Sin embargo,
el descenso de los precios del petróleo, las sanciones impuestas por Occidente
y una menor actividad de exploración amenazan la industria de hidrocarburos del
país y plantean dudas sobre su capacidad para seguir financiando las ambiciones
de Vladimir Putin tanto interna como externamente.
Aunque los
recientes aumentos en la producción petrolera de Rusia han ayudado a amortiguar
la drástica caída de los precios, Putin está tan necesitado de efectivo que su gobierno pospuso una planeada reducción de los aranceles a
las exportaciones de crudo. Ejecutivos dicen que temen que el
aplazamiento pueda ser extendido y desvíe hacia Moscú un dinero que de otra
forma podría ser usado en nuevas perforaciones y exploraciones para sustituir
los yacimientos desgastados.
“Limitaremos
nuestro gasto y eso llevará a una caída de la producción”, dijo en una
entrevista Vagit Alekperov, presidente ejecutivo de Lukoil.
Las
sanciones que Estados Unidos y Europa impusieron en los últimos 18 meses
también pesan sobre las perspectivas de Rusia al bloquear financiación
occidental para explorar potenciales descubrimientos en el océano Ártico y para aprovechar formaciones de esquisto en
Siberia.
Los hidrocarburos aportan casi la
mitad de los ingresos del gobierno central de Rusia, y las exportaciones
equivalen a un tercio de la producción nacional.
Los ingresos
del sector energético son clave para el poder de Putin en momentos en que se
enfrenta a las potencias de Occidente por el conflicto en Ucrania y la anexión
de Crimea en 2014. El mandatario también ha desplegado tropas en la guerra de
Siria para apoyar al presidente Bashar al-Assad.
El dinero
del petróleo extiende el alcance de Putin, aportándole los recursos financieros
para otorgar préstamos baratos que favorecen a líderes
y para pagar sus emprendimientos militares en el exterior.
Putin
supervisó una rápida expansión de una industria petrolera mellada por la caída
de la Unión Soviética. En 1996, la producción en Rusia
cayó a 6,1 millones de barriles al día, frente a un máximo durante la
era soviética de 11,4 millones al día en 1987.
Conforme los
precios y la producción subieron en la década de 2000, el líder expandió el
gasto social para mejorar los estándares de vida, afianzando su posición de
autócrata y ganando niveles de
aprobación que llegaron a superar 80%.
A fines del
año pasado, Putin dijo que el precio de US$50 por barril de petróleo usado para
calcular el presupuesto de Rusia era demasiado optimista, y los ministros han advertido en
las últimas semanas sobre recortes de gastos y, potencialmente, un “estancamiento
prolongado”. La semana pasada, los precios del petróleo cayeron a menos
de US$30 el barril, antes de repuntar a U$$31,80 el martes.
Los ingresos
del sector energético de Rusia también son amenazados por nueva competencia en
Europa, región a la que exporta cerca de un tercio de su producción de gas
natural. Se espera que en unas semanas empiecen a llegar
al Viejo Continente los primeros envíos de gas natural licuado de EE.UU.
Pocos
advierten sobre una amenaza inmediata para Putin. Las sanciones de EE.UU. y
Europa restringieron exitosamente nuevas fuentes de producción petrolera rusas,
pero tuvieron muy poco impacto de corto plazo en la producción. Fueron
impuestas en 2014, cuando los precios del crudo bordeaban US$100 por barril, y
la preocupación era que la oferta global se quedara corta frente a la demanda.
China, que
no participó en las sanciones, le vende a Rusia los suministros y equipos que
necesita para impulsar la producción en los campos petroleros existentes, como
el de Imilor, donde las plataformas ayudaron el año
pasado a Rusia a producir 10,73 millones de barriles al día de petróleo y
condensados de gas, un tipo de crudo ultraligero, frente a 10,58 millones de barriles diarios en 2014.
Lukoil
y la estatal OAO Rosneft
—el mayor productor de Rusia— tienen bastante efectivo y generan fondos
suficientes para cumplir con los dividendos, mientras que algunos de sus
contrapartes estadounidenses y europeas tienen problemas para cubrir gastos. Las acciones de algunas petroleras rusas
han subido, pese a que sus ganancias se han reducido, mientras que las acciones
de las energéticas occidentales han caído.
Sin nueva
inversión, el futuro petrolero de Rusia es menos brillante. En Siberia Occidental, donde se produce cerca de 65% del
petróleo del país, las empresas batallan contra las decrecientes tasas
de producción luego de décadas de extracción. “Es poco probable que podamos
estabilizar la producción en Siberia Occidental”, dijo Alekperov, de Lukoil.
“Sólo podemos desacelerar el declive”.
El
Ministerio de Energía de Rusia proyecta que la producción nacional se mantendrá
en los niveles actuales hasta 2035.
La
Agencia Internacional de Energía (AIE), un grupo que monitorea las tendencias del sector, prevé que
la producción de Rusia deje de crecer este año. Para 2020, la producción
petrolera rusa podría caer a 10,5 millones de barriles diarios, dijo la AIE, y para 2040 podría hundirse a 9 millones de barriles al día.
Las
petroleras rusas se han beneficiado de tres factores que pueden no perdurar: un sistema tributario favorable (los aranceles de exportación
y los impuestos a la extracción están ligados al precio del barril), costos de
producción bajos y la depreciación del rublo.
Algunas
empresas son optimistas de que pueden producir más porque la mayoría del crudo
ruso está en tierra firme, lo que abarata su extracción. Gazprom Neft, el brazo petrolero de la gasífera
estatal PAO Gazprom, es rentable incluso si los
precios caen a US$15 por barril, dice Alexander Dyukov,
presidente ejecutivo de la empresa.
La
depreciación del rublo, que el martes rondaba 79 por
dólar, ha reducido costos para una industria que vende su producción en
dólares mientras cubre sus costos de personal y equipos en moneda local. En los
primeros nueve meses de 2015, el rublo se depreció 40%.
“Si antes podíamos
comprar dos bombas rusas por el precio de una de Occidente, ahora compramos
cuatro”, dice un
ingeniero de depósitos de los campos petroleros que Rosneft tiene en Siberia
Oriental.
Los rublos
extra no sólo están comprando bombas baratas. También ayudaron a impulsar el
uso de tecnologías occidentales como la perforación horizontal y la fracturación hidráulica en formaciones petroleras no
afectadas por las sanciones. Este tipo de perforación, que subió de 11% en 2010 a casi 33% en 2015, según una agencia
del Ministerio de Energía, puede impulsar hasta en cinco veces la producción de
un pozo, comparado con la perforación vertical.
La
tecnología, sin embargo, está apenas manteniendo a raya lo inevitable, dicen
ejecutivos. Muchos de los grandes yacimientos de petróleo de Siberia Occidental
han producido durante más de cinco décadas y sus rendimientos son menores cada
año.
En la
división Varyeganneftegaz de Rosneft, en Siberia
Occidental, la producción de petróleo cayó casi 6% en
los primeros nueve meses de 2015 en comparación con el mismo período del año
previo.
Moscú
esperaba que el crudo de esquisto impulsara la producción en los próximos cinco
a 10 años, pero las sanciones truncaron esos planes. Exxon
Mobil Corp., Total SA y Royal Dutch Shell PLC tuvieron que suspender
proyectos de esquisto en el país. Según IHS Energy, las sanciones podrían
resultar en la pérdida de 1 millón de barriles diarios
de producción en el Ártico y de las formaciones de esquisto hacia 2035.
EE.UU. y la
UE dicen que eliminarán las sanciones una vez que Rusia cumpla un acuerdo de
paz para el este de Ucrania y retire sus tropas. Rusia dice que no tiene
presencia militar en Ucrania. La UE extendió en diciembre las sanciones por
otros seis meses.
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