El
petroleó cotizará por debajo de US$ 26 hasta por lo menos 2017 , lo que ocasionara
despidos, recortes en los gastos de capital de las empresas y menores ingresos
fiscales, además de una baja imprevista en la construcción inicial de viviendas
durante diciembre en EEUU
Los
inversionistas buscan cobertura ante la agitación en los mercados
http://lat.wsj.com/articles/SB10254489204207633867904581491064152133834?tesla=y
Una
refinería al sur de Teherán. PHOTO: VAHID SALEMI/ASSOCIATED
PRESS
Por NICOLE FRIEDMAN
Actualizado
jueves, 21 de enero de 2016 0:05 EDT
Los precios
del petróleo en Estados Unidos cayeron
el miércoles por debajo de US$27 el barril
en una nueva jornada negra para los mercados financieros que refleja los
temores cada vez más intensos de los inversionistas acerca del crecimiento de
la economía mundial.
Las bolsas retrocedieron en todo el
mundo ante las
preocupaciones de que el crecimiento de China y otras economías emergentes será
más débil de lo previsto. China es un consumidor clave de materias primas y la
reducción de las compras para su sector industrial probablemente hará que
persista al menos durante meses el exceso de oferta que aqueja a los mercados de
crudo y otros commodities.
El
derrumbe de 6,7% registrado el miércoles ilustra el papel protagónico que han adquirido los precios
del petróleo en la economía mundial. Aunque el
desplome, que se ha prolongado por 19 meses, ha sido impulsado
principalmente por un exceso de suministro provocado por un auge de la
producción de las formaciones de esquisto en EE.UU., el debilitamiento de la
demanda global podría retrasar un repunte de las
cotizaciones hasta por lo menos 2017, estiman algunos analistas.
Algunos
economistas también advierten que los efectos positivos del abaratamiento del
combustible en el gasto de los consumidores podrían ser contrarrestados por
factores globales que numerosos analistas subestimaron cuando comenzó el
descenso de los precios, como despidos, recortes en los
gastos de capital de las empresas y menores ingresos fiscales.
Los
recientes temores en torno a la fragilidad de la economía global también dejan
de manifiesto los posibles límites de
las políticas de los bancos centrales para estimular el crecimiento ocho
años después de la crisis financiera.
En EE.UU.,
donde la Reserva Federal elevó en diciembre su tasa de referencia de corto
plazo por primera vez en nueve años con el fin de reducir la dependencia de la
economía del estímulo monetario, los datos anunciados el miércoles muestran un
leve descenso de la inflación y una baja
imprevista en la construcción inicial de viviendas durante diciembre.
En China,
donde el gobierno busca nuevas formas de estimular la economía después de una
fiesta de gasto e inversión financiada gracias a la deuda, el crecimiento de 2015 se situó en su ritmo más bajo de los
últimos 25 años.
ENLARGE
Los mercados
emergentes son considerados cruciales para el crecimiento de la demanda de
crudo en las próximas décadas. El consumo en las economías desarrolladas
alcanzó o está cerca de alcanzar el máximo y tanto las personas como las
empresas usan la energía de una manera más eficiente, dicen los economistas.
“Los
inversionistas han empezado a aceptar que el crecimiento de los mercados
emergentes ya no es el de antes”, indica Chris Graff, director de gestión de
activos de RMB Capital, que administra cerca de US$4.300 millones. En el caso
del petróleo, “cuesta ver (…) de dónde provendrá la nueva demanda (…) que absorba el
exceso de suministro que hay en el mercado”, señala.
El
Promedio Industrial Dow Jones cayó 249 puntos, 1,6%, para quedar en 15.767 puntos, su
cierre más bajo desde el 25 de agosto de 2015. El indicador llegó a perder 565
unidades durante la jornada. El S&P 500 bajó 2,1%
y el índice Compuesto Nasdaq, donde priman las
empresas de tecnología, cedió 0,1%.
La carrera
global por acaparar activos seguros hundió el
rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años, que llegó a 1,982%, el cierre más bajo desde el 14 de
octubre, y menor que el 2,273% que rendía hacia el fin de 2015. Los precios de
los bonos suben conforme los rendimientos caen.
Las
turbulencias en los mercados se propagaron rápidamente a América Latina, donde
el peso mexicano alcanzó la menor cotización de la historia frente al dólar y
acumula un retroceso de 7,7% desde fines del año pasado. El repliegue propició
la intervención del Banco de México, que vendió US$400 millones en dos
subastas. México se ha visto afectado por el derrumbe de los precios del crudo.
Mientras tanto, el índice Ibovespa, que agrupa a
las mayores empresas que cotizan en la Bolsa de São Paulo, retrocedió 1,1% el miércoles y el real anotó su nivel
más bajo ante el dólar desde septiembre de 2015, según la proveedora de datos
Tullett Prebon vía FactSet.
El Fondo
Monetario Internacional recortó el martes en 0,2% sus proyecciones de
crecimiento global, a 3,4%, lo que aun así sugeriría una pequeña mejora
respecto del 3,1% de 2015.
El petróleo
ha sido uno de los grandes motores de los movimientos de los mercados en las
últimas semanas. Las empresas han despedido a miles de
trabajadores y recortado miles de millones de dólares en gastos desde mediados
de 2014, cuando empezó la caída de los precios. El crudo acumula un
descenso de 28% este año.
El gigante
anglo-holandés Royal Dutch Shell PLC anunció el
miércoles una caída interanual de hasta 50% en
sus ganancias del cuarto trimestre y un recorte de costos de US$3.000 millones
durante este año. La petrolera francesa Total SA
probablemente reportará un repliegue de 20% en su ganancia neta ajustada de
2015, informó el miércoles su presidente ejecutivo.
“Hay mucha preocupación
en torno a hasta dónde llegará el derrumbe de los precios”, reconoce Joseph Tanious, estratega
sénior de inversión de Bessemer Trust, que administra unos US$105.000 millones.
El precio del petróleo “tiene que estabilizarse para
que disminuya la volatilidad en los mercados”, indica.
La
consultora Energy Security Analysis Inc. (ESAI)
señaló en un informe divulgado el miércoles que la demanda de petróleo por
parte de China entre 2015 y 2030 crecerá 56% menos
de lo que lo hizo entre 2000 y 2015. China, que tradicionalmente ha sido una
potencia manufacturera, está en medio de una transición hacia una economía más
dependiente del consumo que utiliza menos energía, explica Megan Wu, analista
líder de Asia para ESAI. “Con tendencias de la demanda como estas, la oferta
tiene que reaccionar”, añade.
La
producción de petróleo ha demorado en ajustarse al derrumbe de los precios y
algunas empresas y países la han aumentado con el fin de mantener su
participación de mercado. “A menos que algo cambie, el mercado
petrolero podría ahogarse en la sobreoferta”, lamentó la Agencia Internacional de Energía en un informe
publicado el martes. El organismo estima que la producción de los países que no
integran la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) caerá en
2016, pero que buena parte del descenso será compensado por el alza de la
producción iraní. Se espera que el país expanda su producción este año luego de
que se levantaron las sanciones en su contra.
De todas maneras,
numerosos inversionistas opinan que los precios del petróleo pronto tocarán
fondo. La producción estadounidense ya está cayendo y los productores han
cancelado las inversiones en nuevas perforaciones. “La producción está bajando en Estados Unidos y mientras más caigan los
precios (…) mejor será para la demanda”, dijo David Pursell, director
gerente del banco de inversión especializado en energía Tudor, Pickering, Holt
& Co. “El mercado se acerca a su equilibrio”.
—Min Zeng en Nueva York, Anthony Harrup en Ciudad de México, y
Jeffrey Lewis en São Paulo contribuyeron a este artículo.
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