Las
pesadillas de las mineras están cerca de hacerse realidad el cobre se va a
menos de US$ 4000 la tonelada y el hierro a US$ 30 la tonelada. (Las mineras están sudando sangre).
Las
pesadillas de las mineras están cerca de hacerse realidad
http://lat.wsj.com/articles/SB10421484055275154434404581513242783450836?tesla=y
La mina de
cobre Chuquicamata, en Calama, Chile. PHOTO: MARTIN BERNETTI/AGENCE
FRANCE-PRESSE/GETTY IMAGES
Por
Scott
Patterson,
Ese
Erheriene y
John W. Miller
lunes,
1 de febrero de 2016
0:04 EDT
LONDRES—
Ivan Glasenberg,
presidente ejecutivo de Glencore PLC, rechazó las predicciones de que el cobre
caería por debajo de US$4.000 la tonelada,
diciendo que era el precio de un escenario apocalíptico. Sam Walsh, presidente ejecutivo de Rio Tinto PLC, dijo el año pasado que la idea de que
la cotización del mineral de hierro descendería a US$30
por tonelada era propia de “fantasilandia”.
No fueron
los únicos. “Una cosa es cierta, el precio (del mineral de hierro) no va a caer
por debajo de US$110 la tonelada en forma sostenida”, proclamó en abril de 2014
José Carlos Martins, entonces director ejecutivo
de metales ferrosos de la brasileña Vale SA.
Desde que
Glasenberg realizó tales comentarios en septiembre del año pasado, los precios
del cobre se han desplomado 20% y llegaron a US$4.300
la tonelada. En los últimos días han repuntado y rondan los US$4.500, pero un creciente número de analistas proyecta
que pronto
caerán por debajo de US$4.000 la tonelada.
El mineral
de hierro se negociaba a más de US$60 por tonelada cuando Walsh hizo los
comentarios en febrero de 2015, pero en las últimas semanas ha descendido por debajo de US$40 la tonelada, y ahora US$30 no parece tan lejano. El viernes cerró
en US$41,50 y algunos analistas dicen que este
año el precio podría retroceder a menos de US$30 la tonelada.
Voceros de
Glencore y Rio Tinto no quisieron comentar al respecto. Martins dejó Vale en
noviembre de 2014.
El declive
vicioso de los precios de las materias primas está poniendo de cabeza las
principales empresas de commodities del mundo y desbaratando sus planes para
hacer frente al peor derrumbe en
décadas. Algunas de las mayores mineras han suspendido sus dividendos, eliminado miles de millones de dólares en
deuda y recortado la producción en millones de toneladas luego de que sus
pronósticos sobre hasta dónde podían caer los precios de las materias primas
resultaron fallidos.
“He pasado
por el infierno”, dijo en octubre durante una conferencia sobre metales en Londres Richard Adkerson, presidente ejecutivo de Freeport McMoRan Inc., en referencia a una canción de
Rodney Atkins. “Si está atravesando el infierno, siga adelante”.
Se cumplían
tres años desde que Adkerson vaticinó en una
entrevista con The Wall Street Journal que
los proyectos de construcción en China darían lugar a “una demanda muy grande” de
cobre, lo que llevó a la empresa a invertir miles de millones en la expansión
de su producción y la construcción de grandes minas alrededor del mundo.
En una
entrevista realizada la semana pasada, luego responder las preguntas de los
analistas tras anunciar una pérdida de US$4.100
millones en el cuarto trimestre, Adkerson enfatizó que Freeport “es muy
realista sobre la situación a corto plazo”, pero que espera que los precios se
recuperen porque “a diferencia del mineral de hierro y el carbón, el mundo no
tiene enormes inventarios de cobre”. Reconoció que si los precios “hubieran
estado donde se ubican ahora” no habría invertido de forma tan enérgica en
minas de gran tamaño.
Las
previsiones de que China absorbería los grandes aumentos en la producción de
cobre, hierro y otras materias primas colapsaron. Hace un par de semanas, el
país asiático reportó un crecimiento anual del PIB de 6,9%, su avance más débil
en 25 años.
No se trata
única y exclusivamente de que China esté comprando menos. Una de las razones
detrás del desplome de los precios y el declive de la capitalización bursátil es la incertidumbre que impera entre los productores y
operadores de Occidente sobre las cifras
exactas de producción y consumo del país asiático, dice Scott Stewart, ex operador de Glencore y ahora
presidente ejecutivo de Black Hawk Resources Ltd., una empresa de corretaje de
aluminio. “Todos sabemos que China está mal”, asevera. “La pregunta es qué
tan mal, y la falta de transparencia está causando mucha incertidumbre y sentimientos
negativos”.
Las acciones de las mineras están en
caída libre. En los
últimos 12 meses, los títulos de
Anglo
American PLC, con sede
en Londres, y de Freeport han perdido cerca de 75% de su valor.
Los de Glencore han descendido casi 65%, mientras que los de
Rio
Tinto y BHP Billiton Ltd.
han perdido más de 40%.
Los
analistas no creen que el dolor ya pasó, debido a que aún ven un aparente
desequilibrio entre la oferta y la demanda.
Entre 2005 y 2014, por ejemplo, el suministro de cobre
refinado saltó 36%, a 22,5 millones de
toneladas, según datos del Grupo Internacional de Estudios del Cobre. Durante
el mismo período, el consumo anual de cobre aumentó 38%,
a 22,9 millones de toneladas.
Ese
crecimiento fue liderado por China, mientras que el consumo cayó en otras
partes del mundo, lo que hace que los precios sean hoy más susceptibles a una
desaceleración de la demanda del gigante asiático.
Las
importaciones totales de cobre de China cayeron 2,2%
interanual en 2015, a 8,6 millones de toneladas,
el tercer declive anual consecutivo. En términos monetarios, cayeron 19%, a US$38.400 millones.
El suministro global del metal refinado subió 1,8% durante idéntico lapso,
según el Grupo Internacional de Estudios del Cobre, debido principalmente al
aumento de la producción de cobre refinado en China, que trepó 4%. La
cotización del cobre retrocedió 7% entre enero y octubre del año pasado.
“Creo que en algún
momento tenemos que bajar del umbral de US$4.000”, dice sobre el cobre Robin Bhar,
director de investigación de metales de Société
Générale SA. “Pienso que tenemos que ver eso porque sería un incentivo
para nuevos recortes de producción”.
Ivan
Glasenberg, presidente ejecutivo de Glencore. PHOTO: BLOOMBERG
NEWS
Rio
Tinto y otras grandes
compañías de mineral de hierro, como BHP Billiton,
han sido ampliamente criticadas por inundar el mercado con un exceso de la
materia prima, una decisión que en opinión de los críticos como Glasenberg, de
Glencore, aplasta los precios a medida que la demanda china se desacelera.
El desplome
del hierro ha golpeado las finanzas de las grandes mineras, incluso los
productores de bajo costo como Rio Tinto y BHP.
Esto eleva las probabilidades de que las empresas tengan que recortar sus
dividendos para apuntalar sus balances, algo que parecía impensable hace apenas
un mes. Anglo y Glencore ya lo han hecho.
Analistas,
sin embargo, dicen que las reducciones en la producción no son suficientes para
contrarrestar la caída de la demanda, a pesar de datos recientes sobre un alza
del consumo de cobre por parte de China y de la eliminación de 3% del
suministro mundial del metal rojo en los últimos 12 meses.
“Necesitamos ver más
(recortes de suministro) para que el mercado crea que habrá una escasez de
cobre”, dice
Matthew Wonnacott, consultor de CRU Group. “No creo que el mercado se vaya a
quedar tranquilo hasta que vea sangre”.
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