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domingo, 31 de enero de 2016

Mundo: Para 2020 habrán nacido mas de 1,650,000 niños sin cerebro por el virus del Sika lo que ocasionara perdidas relacionadas por gastos de salud por US$ 1,650,000,000 sin considerar el desplome del turismo mundial como si el Estado islámico pusiera centenares de bombas todos los días del año, Por Reed Johnson y Rogerio Jelmayer encontrado en el WSJ

Mundo: Para 2020 habrán nacido mas de 1,650,000 niños sin cerebro por el virus del Sika lo que ocasionara perdidas relacionadas por gastos de salud por US$ 1,650,000,000 sin considerar el desplome del turismo mundial como si el Estado islámico pusiera centenares  de bombas todos los días del año





¿Cómo llego a esta cifra?


 Los autores dicen que en Brasil nacerán 100,000 niños sin cerebro y del mapa del África sub sahariana otros 100,000 pues creo allí hay una población similar a la de Brasil de 200 millones luego dice que toda la India ósea 6 veces más unos 600,000,
 Indonesia y todo el sudeste asiático otros 100,000
Luego del otro mosquito de zonas templadas, EEUU toda la costa este y central unos 200 millones de habitantes otros 100,000 infectados y toda China otros 600,000 y el sur de Europa Italia , Francia, Grecia , otros 50,000 ; en Alemania la temperatura subió a 42 grados centígrados  en Junio creo

La familia de médicos que detectó el lazo entre el zika y la microcefalia


http://lat.wsj.com/articles/SB10421484055275154434404581513183889046092?tesla=y



Una pediatra examina a un bebé de dos meses que presenta señales de microcefalia en Recife, Brasil.



Una pediatra examina a un bebé de dos meses que presenta señales de microcefalia en Recife, Brasil. PHOTO: DADO GALDIERI PARA THE WALL STREET JOURNAL


Por
 Reed Johnson   y  ¿ud ve el mentalista  por Tv ?

Rogerio Jelmayer

Lunes, 1 de febrero de 2016 0:04 EDT

RECIFE, Brasil—El pasado mes de agosto, cuando empezaron ver recién nacidos con cráneos reducidos, las doctoras Vanessa van der Linden Mota y su madre Ana van der Linden quedaron desconcertadas. No tardaron mucho en entender que estaban frente a un desastre de salud pública.


Las pequeñas cabezas eran un signo clásico de microcefalia, una condición incurable asociada con el desarrollo incompleto del cerebro, causado a su vez por trastornos cromosómicos o por el abuso de alcohol por parte de la madre. En un año típico, dijeron estas neuropediatras brasileñas, puede verse un caso de microcefalia cada dos meses. De repente, estaban viendo decenas.


En octubre alertaron a las autoridades de salud del estado de Pernambuco, donde residen, de lo que creían era la causa más probable de estos casos: el zika, un virus transmitido por mosquitos que está asolando Brasil y expandiéndose rápidamente por todo el continente americano.

“En todos mis años de experiencia, nunca había visto una epidemia de esta magnitud”, dijo Ana van der Linden, de 75 años de edad, la matriarca de una familia de cinco médicos.

La doctora Ana van der Linden, de 75 años, y su hija Vanessa van der Linden Mota, de 46 años, en el consultorio donde trabajan en Recife, Brasil. 

La doctora Ana van der Linden, de 75 años, y su hija Vanessa van der Linden Mota, de 46 años, en el consultorio donde trabajan en Recife, Brasil.




La doctora Ana van der Linden, de 75 años, y su hija Vanessa van der Linden Mota, de 46 años, en el consultorio donde trabajan en Recife, Brasil. PHOTO: DADO GALDIERI


El virus del zika, descubierto en Uganda en 1947, fue tradicionalmente considerado una plaga leve. Rara vez es fatal y hasta ahora no había sido asociado con defectos de nacimiento, pero a la luz de las revelaciones de las doctoras van der Linden, la comunidad médica internacional está comenzando a revisar su opinión.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) convocó para este lunes un comité de emergencia para decidir si el brote del zika debe ser declarado emergencia sanitaria internacional. La directora general de la organización, Margaret Chan, dijo que el virus se está propagando “de forma explosiva”.


Los expertos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) y en centros médicos universitarios, así como los jefes de los principales laboratorios de investigación de Brasil, creen que la evidencia de una conexión entre el zika y la microcefalia es fuerte. El ministro de Salud de Brasil, Marcelo Castro, dijo tener “100% de certeza” de que existe una relación entre ambos.


En 2014, año en que se cree que el zika llegó a Brasil, el país registró 147 casos de microcefalia. Desde octubre se han reportado 4.180 casos sospechosos y la muerte de 70 bebés.

Algunos de esos casos han resultado no ser de microcefalia, muy pocos han sido relacionados positivamente con el zika y la mayoría está todavía bajo investigación.

El doctor Artur Timerman, presidente de la Sociedad de Dengue y Arbovirus de Brasil, dijo que para 2020 Brasil podría verse frente a 50.000 o 100.000 casos de microcefalia relacionada con el zika. Para dar este pronóstico, Timerman tuvo en cuenta el índice de fertilidad de las mujeres brasileñas y la expansión de enfermedades similares, como la rubeola.

 

“No creo que se estén exagerando los casos de microcefalia”, dijo. “Los datos en Brasil sobre este tema siguen siendo precarios, pero sospecho que están siendo más bien subestimados que sobreestimados”.

En EE.UU., según los CDC, la microcefalia afecta a entre dos y 12 bebés por cada 10.000 nacimientos vivos. Si las predicciones de Timerman se confirman, Brasil pasaría a tener entre 45 y 60 casos por cada 10.000 nacimientos.

Al margen de estos casos, Brasil sufre la peor crisis de salud pública desde la epidemia de fiebre amarilla de principios del siglo 20. El país está luchando para contener una epidemia en aumento no sólo del zika sino de dos virus similares, diseminados por el mosquito Aedes aegypti: el dengue y la chikungunya. El año pasado, el país sudamericano registró un número récord de 1,6 millones casos de dengue.


Los van der Linden, descendientes de inmigrantes holandeses y alemanes asentados en el empobrecido noreste de Brasil, son una familia de cinco médicos que incluyó a Hélio van der Linden, un neurocirujano ya fallecido.


Su viuda, Ana van der Linden, y su hija Vanessa, de 46 años, han trabajado como neuropediatras en diferentes hospitales públicos de Recife, la capital del estado de Pernambuco.

A pesar de la antigua grandeza de su centro histórico (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO) y de un flamante estadio de fútbol construido a un costo de US$226 millones para el Mundial de fútbol de 2014, la quinta ciudad más grande de Brasil tiene graves problemas de infraestructura. Debido a la falta de agua potable confiable, los más pobres se han visto obligados a acumular reservas en cisternas improvisadas, piscinas y otros recipientes que resultan ser un caldo de cultivo de mosquitos. Para la mayoría, el repelente de insectos es un lujo.





 ENLARGE
Al mismo tiempo que su madre y su hermana estaban tratando la ola de casos de bebés enfermos en esta ciudad, Hélio van der Linden Jr., un neuropediatra de 42 años, descubría un caso de microcefalia en Goâinia, capital del estado de Goiás. Poco después, este fue confirmado como el primer caso sospechoso de microcefalia relacionada con el zika en Goiânia.

“El diálogo con mi hermana y mi madre fue muy importante en todo este proceso”, dijo el médico, cuya otra hermana, Ivana, es una endocrinóloga pediátrica en la misma ciudad.

El zika es un virus difícil de estudiar. Cuatro de cada cinco personas que están infectadas no presentan síntomas, y en la mayoría que presenta síntomas la enfermedad es muy suave.

Según la OMS, al menos 22 países de América Latina y el Caribe han registrado casos del virus, pero el único en el que se ha reportado su relación con la microcefalia es Brasil.

Expertos en enfermedades transmitidas por mosquitos dicen que la microcefalia puede haber no sido relacionada con el zika en brotes anteriores debido que no fueron lo suficientemente amplios, pero a la luz de lo acontecido en Brasil se están revisando situaciones anteriores. Estudiando un brote del zika ocurrido en la Polinesia Francesa en 2013 y 2014, se halló un aumento en los casos de microcefalia en la zona donde se produjo, dijo Lyle Petersen, director de la división de enfermedades trasmitidas por vectores de los CDC.

Las consecuencias de la microcefalia son graves. Los recién nacidos que sobreviven pueden experimentar secuelas trágicas durante años o décadas, desde crisis epilépticas y habilidades motoras disfuncionales a otras enfermedades que requieren medicamentos y terapias demasiado caras para las familias predominantemente pobres que la padecen en Brasil.

En ese país, aproximadamente un tercio de los casos de microcefalia relacionada con el zika han tenido lugar en el estado de Pernambuco. Las mujeres provenientes de ciudades pequeñas cercanas deben viajar horas a la capital de Recife para ser atendidas.

El brote del zika llega en un momento débil para el sistema de salud pública brasileño. Con el país sumido en una recesión, los fondos para la investigación médica se han reducido, dicen investigadores y directores de laboratorio.

Según van der Linden Mota, en todo el estado de Pernambuco hay unos 15 neuropediatras; alrededor de 10 de ellos estarían en Recife. Muchos de los hospitales públicos del estado padecen además falta de fondos y personal especializado.


Betsy McKay en Atlanta contribuyó a este artículo.

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