La
caída al unísono del petróleo y la bolsa asusta a los inversionistas
http://lat.wsj.com/articles/SB10594439783712603933404581501151900935030?tesla=y
Por
Tommy
Stubbington y
Georgi Kantchev
Martes,
26 de enero de 2016 0:05
EDT
Este año,
las bolsas y los precios del petróleo se han movido al unísono, un acoplamiento
poco común que resalta los crecientes temores en torno a la salud de la
economía global.
Cuando los
precios del crudo se derrumbaron en las primeras semanas de 2016, los
principales índices bursátiles de todo el mundo registraron uno de los peores
comienzos de año de la historia. El lunes, el petróleo y las bolsas volvieron a
caer. La cotización del crudo Brent, la referencia internacional del mercado,
descendió 5,2%, a US$30,50 el barril, mientras que los indicadores líderes de
Europa y Estados Unidos cerraron a la baja.
Durante el
último mes, la correlación entre los movimientos
diarios del precio del Brent y el índice S&P 500, que agrupa a las mayores
empresas que cotizan en EE.UU., fue de 0,97, la más estrecha para un
período comparable en los últimos 26 años, según datos examinados por The Wall Street Journal.
Una
correlación de 1 significa que los precios del petróleo y las acciones se
mueven en la misma dirección, mientras que una correlación de menos 1 implica
que se mueven en direcciones opuestas.
PHOTO:
EUROPEAN PRESSPHOTO AGENCY
Los vínculos
inusualmente estrechos entre ambos mercados reflejan un hilo en común: el temor
a que el enfriamiento de la economía china empuje a la economía global hacia
una recesión. No obstante, en su empeño por tratar de averiguar a qué extremos
puede llegar la situación, los inversionistas han exacerbado el pesimismo.
La reciente
tendencia representa un cambio en la dinámica del colapso del precio del
petróleo, que ya lleva 19 meses. Los operadores, que durante un largo tiempo se
habían preocupado por un exceso de suministro en el mercado, ahora también
tienen dudas en torno a la demanda.
“Entre los
inversionistas hay una mentalidad de ciclo vicioso”, indica François Savary, director
de inversión de Prime Partners, una firma suiza de inversión que administra
activos del orden de los US$2.600 millones.
Incluso en
las regiones productoras de petróleo, como Medio
Oriente, el ánimo ha cambiado. Ramesh Manglani, un empresario de Dubai,
jamás se fijaba en el precio del crudo cuando invertía en acciones, a pesar de
la influencia de la energía en la región y sus empresas. “Todo cambió en el
último año”, reconoce Manglani, que lleva una década invirtiendo en la bolsa. “Lo
primero que hago en la mañana es revisar los precios del petróleo y los
mercados asiáticos”, señala.
La
correlación entre el petróleo y las acciones ha sido más estrecha durante las
recesiones. Cuando la
crisis financiera arreciaba en 2008, la correlación ascendió a 0,8.
La tendencia
podría reflejar la propensión de los inversionistas a desprenderse de sus
activos de mayor riesgo.
En la actualidad,
las recientes oscilaciones del petróleo están obligando a algunos
inversionistas a vender acciones, debido a que miden el riesgo en sus
portafolios de acuerdo con la volatilidad de una gama de activos, según
Jonathan Golub, estratega jefe de renta variable de RBC Capital Markets. “Siempre
y cuando el petróleo sea volátil, acapare los titulares y esté bajo presión,
será el motor más importante” de las acciones, afirma.
Las acciones
no son los únicos activos que tienen una relación estrecha con los precios del
crudo. El cobre y los bonos de empresas han seguido
caminos parecidos a los del petróleo en los últimos meses ante los
temores sobre la economía mundial.
Las
correlaciones entre el crudo y los indicadores de
crédito se han acercado a 1 en las últimas semanas, según Citigroup.
La mayoría
de los economistas no prevé una recesión global. Aun así, la creciente
correlación es una nueva señal proveniente de los mercados de que el
crecimiento podría frenarse en forma precipitada. “El crudo y las acciones están
correlacionados por un solo tema: el temor a una desaceleración del
crecimiento”, manifiesta Rob Haworth, estratega de inversión sénior de
U.S. Bank Wealth Management, que gestiona activos por cerca de US$128.000
millones.
Hasta
mediados del año pasado, la mayoría de las bolsas registraba un alza pese a la
caída del petróleo. La mayoría pensaba que el declive del crudo reflejaba un
exceso de oferta en momentos en que productores de lugares como Texas y Arabia
Saudita inundaban el mercado. Sin embargo, una serie de datos negativos sobre
la economía china divulgados en agosto volcaron el foco hacia la demanda. La
segunda economía del mundo consume cerca de 12% del petróleo del mundo, sólo
superada por EE.UU.
China ha
sido desde hace tiempo la principal fuente de crecimiento de la demanda de
petróleo. Tal crecimiento, no obstante, se reduciría a la mitad este año, según
la Agencia Internacional de Energía.
Un descenso
en los precios del crudo debería beneficiar a buena parte de la bolsa, dicen
analistas. El abaratamiento de la energía se compara habitualmente con el
efecto de un recorte de impuestos por su capacidad para estimular el consumo
puesto que las personas tienen más dinero en sus bolsillos.
No
obstante, una serie de cifras como las ventas minoristas en EE.UU. sugieren que la prevista inyección
de la caída del petróleo sobre el consumo no se ha concretado. Incluso los
sectores que supuestamente se beneficiarían del crudo barato han tenido un comienzo
de año para el olvido. Las aerolíneas
que son parte del S&P 500, por ejemplo, acumulan un descenso de 9% este año, lo que supera el retroceso del índice de 7%.
El precio de
los contratos Brent ha bajado 16% este año, una caída que ha perjudicado a los
países dependientes de las exportaciones de petróleo, desde Medio Oriente a Asia Central, cuyos fondos soberanos
son grandes inversionistas en acciones globales. J.P.
Morgan calcula que estos fondos podrían vender US$75.000 millones en
acciones este año con el fin de apuntalar las finanzas de sus países.
“En promedio, un
petróleo más barato debiera ser positivo para la economía”, dice Valentijn van Nieuwenhuijzen,
director de estrategia multiactivos de la gestora de fondos holandesa NN
Investment Partners. “Pero en este tipo de mercado, lo que importa no es el
promedio, sino el temor a lo desconocido”.
—Nikhil Lohade en Dubai y Ben Eisen en Nueva York
contribuyeron a este artículo.
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