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jueves, 21 de enero de 2016

Medio Londres estuvo contaminado con polonio radiactivo 210 el metro, hoteles, restaurantes, aviones, Estadios, etc. En el asesinato del ex agente secreto ruso Litvinenko que se había trasformado en un agente del MI 6 asi como (007) (se sabía del asesinato pero no que Londres estuviera contaminada) encontrada en la BBC y con datos de la oligarquia rusa como base de apoyo a los espias rusos encontrado en el WSJ

Medio Londres estuvo contaminado con polonio radiactivo 210 el metro, hoteles,  restaurantes, aviones, Estadios, etc. En el asesinato del ex agente secreto ruso Litvinenko que se había trasformado en un agente del MI 6  asi como (007) (se sabía del asesinato pero no que Londres estuviera  contaminada)


El crimen casi perfecto contra el exespía ruso Alexander Litvinenko en Londres

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150729_alexander_litvinenko_newsnight_investigacion_polonio_rusia_putin_ch


Redacción
BBC Mundo
21 enero 2016

Alexander Litvinenko



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Alexander LitvinenkoImage copyrightGetty
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Alexander Litvinenko fue envenenado con polonio a través de un té contaminado que tomó en un céntrico hotel de Londres.
Estuvo a punto de convertirse en un crimen casi perfecto.
Pero, casi diez años después, la investigación pública por la muerte del exespía ruso Alexander Litvinenko en Londres finalmente concluyó con la identificación de varios culpables.
Putin "probablemente aprobó" el asesinato de Alexander Litvinenko, el exespía ruso envenenado con polonio

"Estoy seguro de que el señor Lugovoi y Kovtun colocaron el polonio 210 en la tetera", dijo el juez a cargo de la investigación, refiriéndose a los dos antiguos colegas de Litvinenko considerados los principales sospechosos por las autoridades británicas.
Pero Sir Robert Owen fue incluso más allá.
"Hay indicios que permiten concluir que este fue asesinado por agentes de los servicios de inteligencia ruso en una operación "probablemente aprobada [...] por el presidente Putin", dijo.
Aunque el Kremlin, que afirma que la investigación fue "politizada", sigue negando cualquier responsabilidad en el caso.
BBC Mundo te recuerda aquí los detalles del que muchos han descrito como "un acto de terrorismo nuclear en las calles de Londres", tal y como fueron reportados en julio de 2015 por el programa de investigación de la BBC Newsnight.
Qué es el polonio 210 que mató al espía ruso Alexander Litvinenko
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Miércoles 1 de noviembre de 2006. Un fresco día de otoño en Londres. La capital se estaba preparando para un fin de semana soleado.
Alexander Litvinenko es captado por cámaras de seguridad camino a encontrarse con excolegas de la inteligencia rusa.
Las imágenes lo muestran saliendo de plano para entrar al conocido Millennium Hotel en Mayfair, en pleno corazón diplomático de Londres.
Dentro del hotel Litvinenko se tomó un té, con polonio radiactivo.
22 días después, estaba muerto.
¿Quién lo mató y por qué?
Una fuente de inteligencia le dijo a la BBC que fue asesinado bajo las órdenes del Estado ruso, por realizar acusaciones directas contra el presidente y su exjefe en la inteligencia rusa, Vladimir Putin.
El Kremlin, sin embargo, niega cualquier relación con el tema.
¿Enfermo o envenenado?
Alexander Litvinenko comenzó a sentirse mal horas después de dejar el Pine Bar del Hotel Millennium. Allí se reunió con Andrei Lugovoi y Dmitry Kovtun, dos exespías rusos que consideraba contactos de negocios. Y amigos.
El 3 de noviembre ingresó al hospital con vómitos y mucho dolor. Nunca se recuperó.
Les dijo a los doctores que creía haber sido envenenado. Al principio llamaron a los oficiales de la Policía Metropolitana de Londres, pero pronto la historia llegó a oídos del encargado de la división antiterrorista, Peter Clarke.
"Un colega vino a mi oficina y me explicó que, en un hospital del norte de Londres, había un hombre contando una historia extraordinaria. Decía que era un exmiembro de la agencia de inteligencia rusa y que había sido envenenado por sus excolegas".
El hombre mostraba signos de envenenamiento radiactivo. Se le había caído el pelo. Pero cuando los doctores lo sometieron a un contador Geiger –que mide la radiación– los resultados fueron negativos.
El hombre estaba grave –y evidentemente– enfermo. Pero nadie pudo entender por qué.
Dos semanas después de ingresar al hospital, Litvinenko fue trasladado en ambulancia y con escolta policial al University College Hospital (UCLH) en el centro de Londres para cuidados intensivos. Su nivel de glóbulos blancos estaba catastróficamente bajo: su sistema inmune había sido destruido. Estaba en un lugar prioritario para un trasplante de médula, pero continuaba empeorando.


Marina Litvinenko


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"Cuando lo vine a ver estaba exactamente como se ve en la foto que salió en los diarios", recuerda su mujer, Marina.
"Cuando lo vine a ver estaba exactamente como se ve en la foto que salió en los diarios. Desde entonces nunca más se levantó de la cama. Estaba muy, muy débil. Trató lo más posible de darle información a la policía".
John Goldstone, jefe de la unidad de Cuidados Críticos de UCLH, recuerda la cantidad de visitantes poco comunes que recibió el hospital durante la estadía del exespía.
"Había una mezcla de individuos. Un montón de gente en trajes. Había oficiales de policía, pero también había gente que probablemente eran miembros de los servicios de seguridad", cuenta Goldstone.
El hematólogo Amit Nathwani fue uno de los principales miembros del equipo médico de Litvinenko. "Sus órganos vitales comenzaron a ser destruidos en un patrón secuencial. Primero su hígado, luego rápidamente sus riñones y su corazón. Estábamos en una carrera, tratando de descubrir la causa antes de que otros órganos fueran atacados".
Tras 18 días en el hospital, su condición seguía siendo un misterio. Como último recurso, decidieron enviar una muestra de orina y una de sangre al ultra secreto centro de desarrollo nuclear de Aldermaston, al oeste de Londres.

Los científicos de Aldermaston están más acostumbrados a trabajar con armas nucleares, pero usaron su experiencia para buscar veneno radiactivo.

Primero utilizaron una técnica llamada espectroscopia gamma, que consiste en pasar energía para buscar elementos radiactivos que emiten rayos gamma. Cada elemento tiene una señal única a un nivel de energía particular.

Los resultados parecían negativos, excepto por un pequeño aumento por encima de los niveles de base. Por pura casualidad otro científico, que había trabajado en las primeras décadas del programa de bombas atómicas británico escuchó al pasar la discusión de sus colegas. Lo reconoció de inmediato: la pequeña señal de rayos gamma correspondía a polonio-210, un componente vital de las primeras bombas nucleares.

De pronto, todo hizo sentido. Por eso la radiación había pasado desapercibida en el contador Geiger del hospital: el polonio-210 emite una fuerte radiación de rayos alfa, pero muy poca, prácticamente nula, de rayos gama.

Ian Shipsey, quien fue parte del equipo que descubrió la partícula de Higgs, le explica a la BBC que el polonio-210 produce muchísima energía, pero en lugares acotados, ya que puede ser bloqueada fácilmente por elementos como papel o piel. Así que es difícil de detectar. "El polonio es 100% mortal. De ser ingerido, destruye las células del cuerpo".

La noche de ese día, miércoles 22 de noviembre, los doctores de UCLH fueron notificados de que el veneno probablemente era polonio-210. No había mucho que hacer. Al tomarse el té contaminado en el hotel Millennium, Litvinenko comenzó a ser asesinado de a poco, por dentro. No había vuelta atrás, ese té fue su sentencia de muerte.

De "causa desconocida" a "asesinato"

Las implicaciones para la salud pública del caso fueron profundas. El envenenamiento era, en efecto, un ataque radiológico en plena capital británica.

La División de Protección Radiactiva británica organizó a un equipo de 20 especialistas. Trabajaron toda la noche. ¿Cómo hacer las pruebas de contaminación? ¿Qué pasaba con los doctores, las enfermeras, la familia y la casa de Litvinenko? ¿Y qué pasaría con las cientos de personas que habían estado en contacto con él durante esas tres semanas? La crisis se aproximaba a pasos agigantados.

La mañana siguiente y tras examinar una muestra mayor de orina con instrumentos de primera generación, en Aldermaston tenían los resultados finales: polonio-210 confirmado.

Ese mismo 23 de noviembre murió Alexander Litvinenko.

Su mujer, Marina, tuvo la oportunidad de despedirse. "Tuve la suerte de que me permitieran ver a Sasha por última vez", le cuenta a la BBC con lágrimas en los ojos.

"Este fue un ataque horroroso a un ciudadano británico. Claramente no tenía oportunidad de sobrevivir", dice Nathwani.

"He sido medico por 20 años y nunca había visto algo así. Y espero nunca más verlo".


Londres radiactiva


Marina Litvinenko

Marina LitvinenkoImage copyrightbbc
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Cuando se confirmó que el envenenamiento era radiactivo, Marina Litvinenko tuvo 20 minutos para tomar un par de cosas y salir de su casa.

Si Litvinenko hubiera muerto una semana antes, su muerte habría sido rotulada como "sin explicación" y archivada. Pero el caso se transformó en una investigación por asesinato.

Y la Policía Metropolitana tenía a más de 100 detectives trabajando en él. Había una huella de polonio que seguir por todo Londres. Y más allá.

Cuando el polonio fue descubierto, Marina Litvinenko debió dejar su casa. No era segura. "Lo perdí todo. Sólo tuve 15-20 minutos para tomar un par de cosas y salir de la casa".

El comité de contingencia civil británico, Cobra, se reunió cuatro veces en una semana luego del ataque. Estaban preocupados de causar una alarma generalizada si cerraban los hoteles contaminados.

La huella de polonio se extendió incluso en el metro de Londres, donde encontraron rastros en trenes y estaciones. En ese momento esta información se mantuvo en secreto para evitar un pánico masivo.

"Encontramos polonio en aviones donde viajaron los involucrados en esta investigación, en un estadio de fútbol, en restaurantes y hoteles. Obviamente el público estaba considerablemente preocupado", cuenta Peter Clark. Más de 40 lugares estaban contaminados.


Los dos hombres con que se reunió Alexander Litvinenko en el hotel Millennium, Andrei Lugovoi y Dmitry Kovtun, se convirtieron en los principales sospechosos.
La ruta del polonio
El rastro de polonio comienza el 16 de octubre de 2006, en un encuentro entre Litvinenko con Lugovoi y Kovtun en Londres.
El restaurante de sushi en el que se encontraron estaba contaminado.
Se cree que este día fue el primer intento de asesinato.
Pasaron la noche en el hotel Best Western de Shaftesbury Avenue, en pleno West End londinense. Rastros de profunda contaminación fueron encontrados en ambas habitaciones.


Andrei Lugovoi



Andrei Lugovoi
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Andrei Lugovoi es el principal sospechoso por el asesinato. Ahora es parlamentario y fue galardonado este año por Putin por servicio a la patria.

Lugovoi regresó a Londres el 25 de octubre. Su habitación, esta vez en el Sheraton frente a Hyde Park, también estaba contaminada.

Tres días después voló nuevamente de Moscú a Londres. Y el avión de British Airways en el que viajó también dio positivo en las pruebas de radiación.

Kovtun voló desde Moscú el 1 de noviembre y antes de viajar a Londres pasó por Hamburgo. Rastros de polonio fueron encontrados en lugares de la ciudad que visitó.
Ese mismo día ambos se reunieron con Litvinenko en el Pine Bar del Hotel Millennium, el lugar más contaminado de todos.

Las cámaras de seguridad captaron a Lugovoi primero y luego a Kovtun yendo al baño del Business Centre antes de que llegara Litvinenko. Lugovoi se ve con la mano metida en el bolsillo. ¿Transportando el veneno?

Dice que no, pero tanto el lavamanos como el secador de manos del baño resultaron profundamente contaminados con polonio-210 al ser verificados. Lo mismo ocurrió con la puerta del cubículo del baño.

Cuando los movimientos de Lugovoi y Kovtun fueron mapeados y contrastados con los sitios donde se encontró polonio, la coincidencia fue exacta. Y la evidencia de culpabilidad, contundente.

Dmitri Kovtun





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Dmitri Kovtun es el segundo de los sospechosos del asesinato.
En mayo de 2007 Ken Macdonald, entonces director de la Fiscalía Pública, anunció que presentarían cargos de asesinato contra Andrei Lugovoi y pedirían su extradición. Los cargos contra Kovtun se presentaron en 2010.
"Esta no fue una muerte al azar", dice Macdonald. "Esta es una muerte con un propósito muy claro, una muerte con involucramiento de Estado".
Entonces, ¿cuán contundente es la evidencia de que el Estado ruso está involucrado?
El arma escogida, el polonio-210, parece ser una fuerte prueba.
El profesor Norman Dombey, un físico con profundo conocimiento en establecimientos nucleares rusos, dio testimonio en la investigación.
Dombey dice que solo hay un lugar donde se puede producir la cantidad de polonio-210 necesario para el asesinato: un reactor nuclear en la planta de Avangard, en Sarov.

Sarov fue la ciudad de la que salió la primera bomba nuclear rusa, en la época de Joseph Stalin, un claro vínculo con el Estado ruso.

¿Podría el crimen organizado o agentes por su cuenta haber obtenido polonio-210 en una operación no autorizada? Dombey es tajante: no. "Todo lo que tiene que ver con el polonio-210 está regulado por el Estado. Desde su distribución hasta su uso".

¿Por qué Rusia lo querría muerto?

Alexander Litvinenko tenía enemigos poderosos en Rusia.
Un video de 1999 lo muestra enfrentando cargos por asalto y robo de explosivos en un tribunal. Él se defiende diciendo que el caso fue fabricado.

Vladimir Putin



Vladimir PutinImage copyrightReuters
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Putin era líder del brazo de inteligencia ruso cuando Alexander Litvinenko trabajaba allí.

Por esa época Litvinenko era teniente coronel de la FSB, organismo de inteligencia sucesor de la KGB. Y el jefe máximo de la institución era entonces el ahora presidente Vladimir Putin.

El tribunal lo absolvió, pero como una manera de mostrar el poder de los organismos secretos, fue inmediatamente vuelto a arrestar por las fuerzas de seguridad rusas.

Pasó casi un año en prisión. Uno de sus amigos, Yuri Felshtinsky, visitó a un general ruso para preguntarle si Litvinenko estaría a salvo al salir.

"Me dijo que Litvinenko era un traidor y que eso en la organización se castigaba con la muerte. Que si él se lo encontraba en un callejón oscuro, lo mataba con sus propias manos", comenta Felshtinsky.

En 2000, Litvinenko huyó a Reino Unido, con su familia. Se transformó en un consultor de seguridad que asesoraba a inversionistas interesados en Rusia. Realizó trabajos, por ejemplo, para el millonario Boris Berezovsky, otro de los duros críticos de Putin.

También colaboró con el MI6, el servicio secreto británico. Cuando trabajaba para la FSB, Litvinenko investigaba a la mafia rusa y usó su conocimiento para nutrir a su contacto, "Martin", con quien solía reunirse en una librería en pleno Piccadilly, centro de Londres.

Las dos delgadas líneas rojas

Alexander Litvinenko


Alexander LitvinenkoImage copyrightAP
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Una de las razones por las que Litvinenko era persona non grata para el gobierno de Rusia fue su libro "Rusia dinamitada".
Sin embargo, una fuente importante ligada a organismos de inteligencia británicos le aseguró a la BBC que no fue su colaboración por el tema de la mafia la que mató al exespía.
El MI6 llegó a la conclusión de que Litvinenko cruzó dos líneas rojas al acusar directa y mediáticamente al presidente Putin.
La primera tiene que ver con el libro que coescribió "Rusia dinamitada", sobre el ataque terrorista que mató a cientos de personas en Moscú, en septiembre de 1999 y por el que fueron culpados los chechenos.
El exespía tenía otra explicación sensacionalista: los servicios secretos rusos pusieron la bomba para culpar a los chechenos e iniciar una nueva guerra.
Felshtinsky, quien coescribió el libro, defiende sus conclusiones. "Este [ataque] ayudó a Putin (…) la reacción de la población fue: necesitamos un líder fuerte".
El Kremlin niega tajantemente toda relación con el ataque.
La segunda línea roja tiene que ver con un artículo que Litvinenko publicó en internet en julio de 2006 donde acusaba al presidente Putin de pedofilia.
El artículo se generó después de un video donde el presidente besa el estómago de un niño.
Putin se defendió diciendo que "no había nada detrás". "Era muy tierno. Sólo quise abrazarlo. Como a un gatito. Y resultó en ese gesto", le dijo el presidente a la BBC.
Una pelea de años
Marina Litvinenko ha luchado por que el caso sea investigado como corresponde. "Le prometía a Sasha que un día la gente sabría la verdad sobre él".

Lea también: Alexander Litvinenko dijo a su esposa que temía por su vida

En 2014, ocho años después de la muerte de su marido, su lucha por una investigación pública dio frutos. El jefe de la misma, Sir Robert Owen dijo que en primera instancia el Estado de Rusia fue responsable por el asesinato.
Pero oficialmente, Rusia niega cualquier vínculo con el asesinato.
Dmitry Kovtun, trabaja como asesor de negocios en Rusia. Se suponía que daría testimonio en la investigación, pero, a último minuto, desistió. Dijo que no contaba con el permiso de las autoridades rusas.
Y el otro gran sospechoso, Andrei Lugovoi se convirtió en parlamentario en 2007, lo que le da inmunidad para ser juzgado.
Fue condecorado por el propio presidente Putin por sus servicios a la patria.
Además es presentador de televisión en un programa llamado "Traidores".
Este artículo, basado en una investigación de Richard Watson para el programa Newsnight de la BBC, fue publicado originalmente en julio de 2015.


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La oligarquía rusa apoyo a los expias rusos en el aniquilamiento de Litvinenko

Cadogan Estate en Londres, uno de los barrios exclusivos que ha visto una caída en la demanda.
El mercado de propiedades de lujo, otra víctima de la crisis económica

http://lat.wsj.com/articles/SB10539587299648964143404581492511850185894?tesla=y

Foto: Simon Dawson/Bloomberg News
Por ART PATNAUDE
jueves, 21 de enero de 2016 12:30 EDT
LONDRES—En agosto de 2014, cuando el mercado de la vivienda se disparaba, un condominio de dos habitaciones en uno de los barrios más caros de esta ciudad se puso en venta por 3,25 millones de libras esterlinas (US$4,64 millones), 67% más que el precio pagado seis meses antes.

La propiedad, sobre Cadogan Gardens, en el distrito de Knightsbridge, aún no se ha vendido y las expectativas han sido revisadas a la baja. Su precio ha sido reducido tres veces, más recientemente al inicio de este año, a 2,5 millones de libras.

“Es una gran propiedad”, dice Sam Spring, agente de ventas de la oficina de Chelsea de la inmobiliaria Faron Sutaria, sobre el apartamento con pisos de nogal oscuro y electrodomésticos de alta gama. “Simplemente es un mercado muy sensible estos días”.

En los barrios más costosos de Londres, el auge inmobiliario llegó a su fin.

Los inversionistas adinerados, en su mayoría oriundos de Rusia,……….

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