¿México
nos está ocultando una guerra de guerrillas?
Gobierno ha ordenado un despliegue masivo del Ejército, la Marina y la Policía
Federal, cubre todo el territorio nacional y el Instituto Nacional Electoral ha tomado medidas
extraordinarias e implorado ayuda a EEUU
Nota del autor del blog: aunque el mapa es antiguo se nota que Michoacan , Guerrero, Chiapas y Oaxaca son de los mas pobres , y el TLC con EEUU les debe haber vuelto mas pobres aun pues al menos antes cultivaban pero ahora el alimento creo viene importado de EEUU y es mas barato.lo cual convirtió a parte de los campesinos en narcos y sicarios
México
moviliza al ejército y la policía para blindar las elecciones
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/06/06/actualidad/1433605599_684091.html
La amenaza
de boicot electoral lanzada por facciones sindicales ha puesto al país ante un
pulso que el Gobierno afronta con un despliegue
de seguridad masivo
México se
somete a examen en las elecciones intermedias
ESPECIAL
Toda la información sobre las elecciones mexicanas
JAN
MARTÍNEZ AHRENS
México
7
JUN 2015
Un policía
en Guerrero (México) junto a una pintada por el boicot electoral. / P. PARDO
(AFP)
México
contiene la respiración. La amenaza de un boicot electoral lanzada por facciones sindicales violentas y contrarias a la
reforma educativa ha puesto al país ante un pulso que, de consumarse este
domingo, tendría consecuencias imprevisibles.
Frente a este desafío, el Gobierno ha ordenado un despliegue masivo del Ejército, la
Marina y la Policía Federal.
El
operativo, aunque cubre todo el territorio nacional,
concentra sus fuerzas en Oaxaca, uno de los estado más pobres y atrasados (su
PIB per cápita es siete veces menor que el español).
Allí es
donde la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), una
escisión del sindicato mayoritario de profesores, posee mayor fuerza y ha
impuesto su ley.
En una
escalada violenta, esta central ha demostrado a lo largo de dos abruptas
semanas su capacidad de retar en la calle al propio Estado. Ha cortado carreteras, bloqueado
aeropuertos, tomado centrales de abastecimiento de gasolina, destruido oficinas
electorales, quemado papeletas y amenazado una y otra vez con impedir los
comicios. Los golpes se han sucedido en Oaxaca, Michoacán, Chiapas, Guerrero y la
propia capital. El grado de violencia ha alcanzado tal punto que
hasta el Ejército, encargado de la custodia del
material electoral, llegó a retroceder en Oaxaca para evitar un
enfrentamiento. Alarmado por esta ofensiva, el Instituto
Nacional Electoral ha tomado medidas extraordinarias e implorado ayuda.
La Embajada de Estados Unidos ha pedido a sus ciudadanos que no viajen a
Oaxaca, y los partidos de oposición han exigido la intervención inmediata de la
propia presidencia.
Alarmado por esta ofensiva, el Instituto
Nacional Electoral ha tomado medidas extraordinarias e implorado ayuda
La respuesta
del Ejecutivo ha mostrado el enorme poder de coerción del sindicato. En un
intento de poner fin a la violencia, el Gobierno decidió a finales de mayo
concederles una de sus más espinosas reivindicaciones: suspender la evaluación
de los docentes, una medida destinada a terminar con al clientelismo que aún
impera en la docencia.
Pero la
humillante caída de uno de los símbolos de la reforma educativa no sirvió para
frenar la espiral de tensión.
La coordinadora, apoyada por organizaciones
satelitales, prosiguió las movilizaciones y redobló su llamada al boicot.
Querían mucho más. Para dar marcha atrás, exigían la retirada completa de la
reforma educativa. Con esta bandera dejaron de lado a los responsables
educativos y abrieron una negociación directa con la Secretaria de Gobernación
(Interior).
Las
conversaciones, en la mañana del sábado, aún no habían llegado a su fin, pero
en previsión de su fracaso, el Gobierno ordenó el despliegue militar y
policial. Más de 600 soldados de refuerzo fueron enviados a Oaxaca, y otros miles de efectivos se distribuyeron por los puntos
neurálgicos de los estados más amenazados, entre ellos, Michoacán, Guerrero y Chiapas. “Queremos que todos los mexicanos
puedan a acudir a las urnas con tranquilidad”, señaló el secretario de
Gobernación, Osorio Chong. El Instituto Nacional Electoral, temeroso de un
estallido violento el día de unos comicios a los que están convocados 83
millones de mexicanos (se vota la Cámara de Diputados, nueve gobernadores, 16
congresos estatales y 1.009 ayuntamientos), pidió a militares y policías “el
estricto cumplimiento de la ley y el cuidadoso respeto a los derechos humanos”.
El desembarco de las fuerzas federales obligó al sindicato a abandonar las
sedes electorales tomadas en Oaxaca. Aunque la tensión se rebajó, no dieron
marcha atrás en su principal reivindicación. Las espadas, hoy, siguen en alto.
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