Estados
Unidos se convierte en el primer productor mundial de crudo y se dispone a
exportar, lo que abarataría el precio por la sobre oferta mundial .
Estados
Unidos se convierte en el primer productor mundial de crudo
El país norteamericano se asienta
también como el Estado que extrae gas y petróleo en conjunto
THOMAS
GUALTIERI
Madrid
11
JUN 2015
Una plataforma de Chevron en
las costas de Texas en el Golfo de México. / BLOOMBERG
La
revolución del fracking ha conseguido por fin cambiar equilibrios que se habían
quedado inalterados durante décadas: Estados Unidos se convirtió en 2014 en el
mayor productor mundial de petróleo, por delante de Arabia Saudí, y superó a
Rusia en la clasificación de los países que extraen más hidrocarburos —el
conjunto de crudo y gas—. El método de la fracturación hidráulica permitió al
gigante norteamericano satisfacer el 90% de sus necesidades energéticas.
Los datos
que documentan el nuevo orden mundial del petróleo aparecen en el anuario
estadístico de 2015 que British Petroleum presentó esta
semana en Londres, una guía considerada de referencia en todo el mundo.
Certifican el avance de Estados Unidos hasta
alcanzar el liderazgo, una circunstancia que se veía venir desde hace tiempo.
El año
pasado fue clave para el mercado del crudo. El desplome de los precios en un
50% ha sentado las bases de una guerra comercial entre
los productores tradicionales del Golfo Pérsico y las empresas de EE UU.
El país
norteamericano vive un boom petrolero. En 2014 la
producción de EE UU subió en 1,6 millones de barriles al día —el mayor
incremento a nivel global— y alcanzó los 11,6 millones
de barriles diarios, un 15,9% más que en 2014 y 139.000 por encima de Arabia
Saudí.
Se convirtió
así en el primer país en aumentar su producción en al
menos un millón de barriles al día durante tres años consecutivos, lo cual le
permitió satisfacer el 90% de sus necesidades energéticas. Bob Dudley,
economista jefe de BP, ha definido el liderazgo de EE UU como “una perspectiva
impensable hace 10 años”.
Las cifras
elaboradas por la petrolera británica demuestran una mejora de la eficiencia
productiva de las empresas estadounidenses, ya que el aumento de producción se
registra mientras el número de pozos activos en ese país toca nuevos mínimos:
según la empresa de servicios petroleros Baker Hughes,
la semana pasada ascendían a 868. Es la cifra más baja desde enero de
2003 y significa que hay 992 pozos menos que en el mismo periodo de 2014.
Pese a la
actual sobreoferta mundial, la OPEP —el cartel de los productores
tradicionales— lleva meses sin rebajar su producción. Como consecuencia,
abarata el precio del crudo y así dificulta que el negocio de las firmas norteamericanas
sea rentable. Si bien ha conseguido expulsar a algunas de las compañías del
mercado, esta estrategia ha acabado por tener también un revés positivo para EE UU, que ha mejorado su eficiencia.
Oferta
abundante
“El punto
ahora es qué va a hacer Estados Unidos con todo este petróleo. Una oferta
doméstica sobreabundante puede inducir una bajada de los precios y hasta llevar
a un parón de la producción. Para evitarlo hay dos alternativas: levantar el bloqueo
a las exportaciones en vigor en EE UU; o invertir en el sector del
refino, que ahora mismo no está listo para tratar el petróleo ligero que se
extrae en EE UU”, explica Henry Tchilinguirian,
analista del banco BNP Paribas.
“No es casual que la
cantidad de petróleo almacenado en EE UU sea 92 millones de barriles más que la
media de los últimos cinco ejercicios en este mismo periodo del año. Y, en
efecto, hay señales de que algo se está moviendo en el sector del refino”, añade.
“El auge de
la industria petrolera estadounidense implica que ahora, además de Arabia
Saudí, existe otro swing producer [un estado cuyas fluctuaciones productivas
pueden afectar los equilibrios del mercado]. Y esto mantendrá el crudo barato,
con un beneficio para la economía global”, afirma Álvaro
Mazarrasa, director de la Asociación Española de Operadores de Productos
Petrolíferos (AOP).
Arabia
Saudí, por su parte, tiene intención de seguir con su batalla. El pasado abril aumentó su producción en 13.700 barriles diarios, según los
datos de la OPEP. A pesar de que, según BP, la producción mundial de crudo
creció el año pasado más del doble del consumo.
El duelo
entre los dos grandes productores parece entonces lejos de concluir: “La
industria petrolera de EE UU cuenta con un modelo de producción parecido al de
la industria manufacturera. Las empresas pueden activar o parar la producción
con facilidad, y esto las ayudará a la hora de ajustarse a lo que les pida el
mercado”, asegura Mazarrasa.
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