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domingo, 28 de junio de 2015

La COP 2015 será un completo fracaso, y Los combustibles fósiles salvarán al mundo por Matt Ridley de la cámara de los Lores de Reino Unido

La COP 2015 será un completo fracaso, y Los combustibles fósiles salvarán al mundo por  Matt Ridley de la cámara de los Lores de Reino Unido

Matt Ridley en Pensando 2009 (cosechado) .jpg Digital



 Nota del autor del blog: si la gente va será un despilfarro, solo para hacer turismo.
 La cámara de los lores es algo así como el senado. A simple vista el  Lord es  un reconocido intelectual pero, fue el  presidente del primer  banco  Británico que quebró en 2007 .

Tambien la wikipedia dice sobre el : …para no revelar en los debates sobre el tema intereses personales por valor de al menos 50.000 libras en Weir Grupo , [54] , que ha sido descrito como "el mayor proveedor del mundo de maquinaria especial que se utiliza en el proceso 'de fracking . [55




Eso del fracking sigo pensando que contaminara los acuíferos subterráneos. Y ocasionara terremotos superficiales..

Las playas del pacifico están desapareciendo no se si es porque la placa continental se encamina al centro de la tierra por el proceso de convección del núcleo o por el aumento del nivel del agua del mar ,

 Me parece que hay mas tormentas en  y ciclones en el golfo de México. Y el calentamiento climático está originando epidemias como el dengue o el chikingunya en zonas alto andinas donde nunca antes llegaba el mosquito  aedes aegipti


pero ¿como se puede competir con un barril de petroleo a 50 o 60 dolares ?

Opinión: Los combustibles fósiles salvarán al mundo


http://lat.wsj.com/articles/SB11011368353613443430904581037973721836438?tesla=y


Por MATT RIDLEY
Domingo, 28 de Junio de 2015 11:25 EDT

 



Un pozo en Dakota del Norte. Daniel Acker/Bloomberg News

El movimiento ecologista ha presentado tres argumentos en años recientes para abandonar los combustibles fósiles:

(1) que pronto nos quedaremos sin ellos de cualquier forma;

(2) que las fuentes alternativas de energía los eliminarán del mercado debido a los costos; y

(3) que no podemos costear las consecuencias climáticas de quemarlos.

Actualmente, ninguno de los tres argumentos luce muy saludable. De hecho, una evaluación más realista de nuestra situación energética y ambiental sugiere que, en las próximas décadas, seguiremos dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles que han contribuido tan dramáticamente a la prosperidad y el progreso del mundo.


En 2013, alrededor de 87% de la energía que consumió el mundo provenía de combustibles fósiles, una cifra que no cambió respecto a 10 años antes. Estos se pueden dividir en tres categorías de combustibles y tres categorías de uso:
Petróleo empleado principalmente para el transporte,
Gas empleado principalmente para calefacción y
Carbón empleado principalmente para la electricidad.


A lo largo de este periodo, el volumen total de consumo de combustibles fósiles ha incrementado marcadamente, pero con una tendencia ecologista alentadora: una menor cantidad de emisiones de dióxido de carbono por unidad de energía producida.

La mayor contribución a la descarburación del sistema de energía ha sido el cambio del carbón con alto contenido de carbono al gas con menor contenido de carbono para la generación de electricidad.


A nivel global, las fuentes de energía renovables como la eólica y la solar casi no han contribuido a la caída de las emisiones de carbono, y su crecimiento moderado apenas ha compensado por el declive de la energía nuclear, que cuenta con cero carbono.

(Los lectores deben saber que tengo un interés indirecto en el carbón a través de la propiedad de tierras en el norte de Inglaterra en donde se explota este mineral, sin embargo, aplaudo el desplazamiento del carbón por parte del gas en los últimos años).


El argumento que los combustibles fósiles pronto se agotarán está muerto, al menos por un buen rato. El colapso del precio del petróleo en los últimos seis meses es la consecuencia de la abundancia: la consecuencia inevitable de los altos precios del crudo en años recientes, que estimularon innovación en la fracturación hidráulica, perforación horizontal, sismología y tecnología de la información.

Incluso si los actuales precios bajos ahuyentan a algunos productores de alto costo, los perforadores de esquisto pueden regresar al negocio cuando repunte el precio.


Y la revolución de esquisto aún no se ha globalizado. Cuando así ocurra, el petróleo y gas en densas formaciones rocosas proveerán al mundo abundantes reservas de hidrocarburos por décadas, si no siglos. En la fila para aprovechar los próximos avances tecnológicos está el hidrato de metano, una fuente de gas en el fondo marino que supera en cantidad a todo el carbón, petróleo y gas del mundo combinados.

 


 nota del autor del blog es hielo que tiene atrapado en su estructura gas metano 


El segundo argumento para deshacernos de los combustibles fósiles es que los nuevos rivales pronto los sacarán del mercado debido a que tendrán costos más bajos. Pero esto no está sucediendo. La gran esperanza ha sido durante mucho tiempo la energía nuclear, pero incluso si hay un esfuerzo por desarrollar nuevas estaciones de energía nuclear en los próximos años, la mayoría simplemente reemplazará a las que están por cerrar.

La producción mundial de energía nuclear ha descendido de 6% del consumo de energía global en 2003 a 4% hoy en día.

Se pronostica que aumentará a solo 6,7% para 2035, según la Administración de Información de Energía.


El problema de la energía nuclear es el costo. Para satisfacer los requisitos de seguridad de los ecologistas, los políticos y reguladores agregaron requisitos de concreto adicional, acero y tuberías, e incluso de abogados adicionales, papeleo y tiempo. El efecto fue convertir a las plantas nucleares en enormes despilfarros sin competencia ni experimentación para reducir los costos. La energía nuclear ahora solo puede competir con los combustibles fósiles cuando es subsidiada.


En cuanto a la energía renovable, la energía hidroeléctrica es la proveedora más grande y barata, pero tiene la menor capacidad de expansión. Las tecnologías que aprovechan la energía de las olas y la marea siguen siendo poco prácticas y financiables y la mayoría de los expertos piensa que esto no cambiará pronto. La energía geotérmica es un sector pequeño por el momento. Y la bioenergía —es decir, la madera, el etanol hecho a partir del maíz y la caña de azúcar, y el diésel del aceite de palma— está demostrando ser un desastre ecológico: motiva la deforestación y las alzas de precios de alimentos que causan devastación entre los pobres del mundo, y en cuanto a energía producida por unidad, genera incluso más dióxido de carbono que el carbón.


La energía eólica alcanzó 1% del consumo mundial de energía en 2013. La energía solar ni siquiera ha logrado eso: si redondeamos al número entero más cercano, constituye 0% del consumo mundial de energía.


Tanto la energía solar como la eólica dependen de lleno de subsidios para la viabilidad económica que tienen. A nivel mundial, los subsidios otorgados a la energía renovable actualmente equivalen a alrededor de US$10 por gigajoule: estas cantidades son pagadas por los consumidores a los productores, por tanto tienden a transferirse de los pobres a los ricos, a menudo a terratenientes. (Como dueño de tierras puedo dar fe de que recibo y rechazo muchas ofertas de subsidios solares y eólicos libres de riesgos).




Los costos de la energía renovable están disminuyendo, especialmente en el caso de la solar. Pero incluso si los paneles solares fuesen gratuitos, la energía que producen de todos modos pasaría apuros para competir con los combustibles fósiles, debido a todo el equipo requerido para concentrar y entregar la energía.



Los dos problemas fundamentales que enfrenta la energía renovable es que toman demasiado espacio y produce muy poca energía.


Para proveer energía eólica para toda la economía estadounidense requeriría un campo eólico del tamaño de Texas, California y Nuevo México combinados, con respaldo de gas para los días sin viento. Proveer energía de madera para esta economía requeriría un bosque que cubra dos tercios de EE.UU., cosechado continuamente.


Por otro lado, cabe mencionar las formas en que los combustibles fósiles han contribuido a preservar el planeta. Como lo expresa el autor estadounidense Alex Epstein en su libro, “The Moral Case for Fossil Fuels” (algo así como El argumento moral a favor de los combustibles fósiles),

El uso del carbón detuvo y después revirtió la deforestación e Europa y Norteamérica.

El cambio al petróleo puso alto a la masacre de ballenas y focas para extraer su grasa.

El fertilizante fabricado con gas redujo a la mitad la cantidad de tierra que se necesita para producir una cantidad determinada de comida, lo que ayudó a alimentar una creciente población al mismo tiempo dejando más tierra libre.



Para desechar los enormes beneficios de los combustibles fósiles, uno tiene que tener una muy buena razón. La que se invoca con más frecuencia hoy en día es que estamos arruinando el clima del planeta. Pero, ¿eso es cierto?



Aunque el mundo se ha calentado desde el siglo XIX, el nivel de calentamiento ha sido lento y errático. No ha habido un aumento en la frecuencia o severidad de tormentas o sequías,  ¿? ninguna aceleración en el alza del nivel del mar ¿?. El océano Ártico ha decrecido, pero el hielo del océano Antártico ha incrementado.


No fue sino hasta las décadas de los 70 y 80 que los científicos comenzaron a decir que el leve calentamiento previsto como resultado directo de la quema de combustibles fósiles —aproximadamente un grado Celsius por duplicación de concentraciones de dióxido de carbono en la atmosfera— podría verse amplificada por el vapor de agua y resultar en el calentamiento peligroso de entre dos y cuatro grados por siglo o más. Esta suposición de “realimentación” de alta “sensibilidad” sigue estando en virtualmente todos los modelos matemáticos usados hasta este día por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) de la ONU.

Sin embargo, es cada vez más posible que está equivocada. Como ha escrito Patrick Michaels del Instituto Cato, desde 2000, 14 estudios revisados por profesionales colegas, publicados por 42 autores, de los que muchos son contribuidores clave de los informes del IPCC, han concluido que la sensibilidad del clima es baja ya que las realimentaciones netas son moderadas. Llegan a esta conclusión en base a los cambios de temperatura observados, la absorción del calor oceánico y el equilibrio entre las emisiones de calentamiento y enfriamiento. En promedio, descubren que la sensibilidad es 40% menor que los modelos en que el IPCC se basa.

De ser acertadas, estas conclusiones explicarían que la superficie de la Tierra no se ha calentado con la rapidez proyectada durante los últimos 35 años, un periodo en que el nivel de calentamiento no ha alcanzado a siquiera dos décimos de un grado por década y se ha desacelerado a virtualmente nada en los últimos 15 a 20 años.


Ridley es autor de El optimista racional: ¿Tiene límites la capacidad de progreso de la raza humana? y miembro de la Cámara de los Lores del Reino Unido.

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