Putin
quiere unir a todo Oriente Próximo contra el Estado Islámico para apoyar al régimen
de Damasco y así conservar a un aliado que le proporciona bases militares en El
Mar Mediterráneo como la base naval de Tartus
Nota del autor del blog, en mi país hay
un dicho “No es por amor al chancho sino a los chicharrones”
Putin
quiere unir a todo Oriente Próximo contra el Estado Islámico
http://www.elmundo.es/internacional/2015/06/29/559197c0268e3ed92e8b4587.html
En una
reunión con el titular sirio de Exteriores, el presidente ruso se ofrece
"para hacer lo que sea necesario" para lograr esa alianza
"contra el enemigo común" en la región
"Putin ha hecho
milagros", responde
el ministro sirio, "pero para esto haría falta uno mayor"
. Vladimir Putin (dcha.), junto al ministro ruso de
Exteriores, Serguei Lavrov, y su homólogo sirio, Al Mualem. EFE
XAVIER
COLÁS Especial para EL
MUNDO Moscú
Actualizado:29/06/2015 21:08 horas
Moscú quiere
una coalición en la zona de Siria, pero no para derribar al presidente Asad
sino parar parar los pies al Estado Islámico. El presidente de Rusia, Vladímir
Putin, ha prometido hoy el apoyo de Moscú a una alianza regional para luchar contra la organización terrorista,
en una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores de
Siria, Walid al Mualem.
El líder
ruso recordó que para luchar eficazmente contra el terrorismo y "contra manifestaciones extremas del
radicalismo, es necesario aunar los esfuerzos de todos los países de la
región".
Putin está
convencido que todos los países de la zona están dispuestos poner de su parte
en la lucha contra el llamado Estado Islámico, y Rusia podría ser el
catalizador que una a viejos adversarios. Por eso se refirió también a "Turquía, a Jordania y a Arabia Saudí", e hizo un
llamamiento a Siria y a otros Estados de la región a entablar un "diálogo
constructivo con todos los países interesados en la lucha contra el
terrorismo".
La propuesta
de Putin fue acogida con algo de escepticismo por
Damasco. El ministro de Exteriores sirio aseguró que su Gobierno también
quiere sumar esfuerzos en la lucha contra el terrorismo, pero expresó sus dudas
sobre si es factible crear una amplia coalición antiterrorista.
Para Damasco, Rusia ha sido el principal apoyo político durante la
guerra, y nadie en el Gobierno sirio olvida como Putin paró la idea de
una operación internacional contra Asad. Moscú quisiera ahora darle la vuelta a
la situación y hacer una coalición que ayude a Damasco a combatir al Estado
Islámico.
"El
presidente Putin y Rusia bajo su Gobierno han conseguido verdaderos milagros,
pero armar una coalición con Turquía, Arabia Saudí,
Catar y Estados Unidos se necesita un milagro aún mayor", dijo Al Mualem en una rueda de prensa
conjunta con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. El ministro sirio recordó su
vieja acusación contra esos países, que "en lugar de luchar contra el
terrorismo, promueven con dinero y armas el terrorismo en Siria y derraman la
sangre del pueblo sirio".
El
presidente ruso agregó que "entre vecinos siempre o, al menos,
frecuentemente hay roces, desencuentros y problemas, pero en aras de la lucha
contra el mal común hay que unir esfuerzos".
Putin es
consciente de las complejas relaciones que ha habido entre los países de la
zona. Las rivalidades entre suníes y chiíes hacen que la puesta en marcha de
una coalición regional para hacer frente al Estado Islámico es un "asunto
complicado". Corresponde ahora a Damasco dar el paso.
"Si el Gobierno
sirio lo considera conveniente, haremos todo para apoyarles y utilizaremos
nuestras buenas relaciones con todos los países de la región para, al menos,
intentar crear esa coalición", dijo Putin, que no olvidó mostrar su apoyo a Damasco.
Sus palabras
llegan días después de que un medio árabe radicado en Londres, 'Asharq al Aswat' informase de que Rusia estaba abandonado su apoyo a Siria,
reduciendo drásticamente su personal en la embajada y sacando a sus expertos
que asesoran en los puestos de mando militares sirios.
Los rebeldes y los terroristas han
acorralado al gobierno de Bashar Asad, un buen aliado de Moscú pero
al que resulta cada vez más difícil de sostener. Más
todavía si sólo controla ya el 8% del petróleo y se ahoga en la falta de
recursos financieros.
Moscú no
quería ver caer a Asad, pero si fuese necesario un cambio de liderazgo prefiere
alguien con quien pueda mantener una interlocución, aunque ya no sea
privilegiada. Moscú ha relacionado a los terroristas
del Estado Islámico con el dinero saudí y el intervencionismo de EEUU, dos
ingredientes que incomodan a la élite rusa, y teme una extensión del 'yihadismo' en sus repúblicas adyacentes.
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