Perspectivas de
crecimiento en América latina por países entrevista al jefe del BID José Juan
Ruiz
JOSÉ JUAN
RUIZ | ECONOMISTA JEFE DEL BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO
“El
crecimiento en América Latina se desplaza del sur al norte”
http://economia.elpais.com/economia/2015/06/14/actualidad/1434308820_211447.html
El
economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) avisa de que en
América Latina se abre una brecha: mientras unos países echan el freno, otros
pisan el acelerador
LLUÍS
PELLICER
Barcelona
15
JUN 2015
Jose Juan
Ruiz, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo / ALBERT GARCÍA
Las últimas
previsiones del FMI empeoran las perspectivas de crecimiento para América Latina. La expansión regional será solo del 0,9%, lastrada
sobre todo por la debilidad del mercado de las materias primas y tres de sus
principales economías (Brasil, Argentina y Venezuela)
entrarán en recesión. Sin embargo, José Juan Ruiz, economista jefe del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), advirtió en la 31ª Reunión del Círculo de Economía, celebrada
recientemente en Sitges (Barcelona), de que mientras unos países echan el
freno, otros pisan el acelerador.
Pregunta. ¿Hay dos velocidades
distintas de crecimiento en América Latina?
Respuesta.
Siempre pensamos en las siete grandes economías, pero hay 26 países, con
diferentes niveles de desarrollo y de exposición a los cuatro grandes shocks
que condicionan a las economías emergentes. La brocha gorda no sirve para ver
lo que ocurre en el continente. Hay dos grandes grupos de países: los que
crecen y los que están en recesión. Venezuela,
Argentina y Brasil, que suponen el 51% de la economía de la región,
están en crisis. El 49% restante crece a una tasa media del 3,4%.
China es el
gran mercado de los países del sur; EE UU para los del norte”
P. ¿Cuáles son esos cuatro impactos?
R. El
primero es el lento crecimiento de la economía mundial, que es asimétrico: EE UU crece más y Europa y Japón menos, mientras que
China ya no se expande al 10%, sino al 6,5%. Segundo, la caída del precio del
petróleo, los alimentos y los minerales; tercero, las expectativas de una
subida de tipos en Estados Unidos, y cuarto, un dólar más fuerte.
P. ¿Y por qué el impacto es desigual?
R. El sur [Chile, Colombia, Perú, Argentina y Brasil] lo forman
países exportadores de commodities [materias primas], mientras que el norte es
importador neto de energía y alimentos. Unos cierran el superciclo de las
commodities y otros ahora ven cómo eso les ayuda. El crecimiento se está desplazando del sur al norte del continente.
Por otro lado, China es el gran mercado de los países del sur, mientras que
para el norte lo es Estados Unidos.
Una gran
parte del PIB de Centroamérica se genera por el turismo
y las remesas de inmigrantes. Que EE UU vuelva a crecer a tasas elevadas
significa que los que viven allí tienen mejores puestos de trabajo y envían más
dinero. En El Salvador, por ejemplo, las remesas suponen el 18% del PIB.
P. ¿Va a ser esta crisis diferente de
las anteriores que han sufrido esos Estados?
Los ajustes
no se podrán hacer a costa de revertir los avances sociales”
R. Hay
países que han creado instituciones y reglas para ser más predecibles —como Chile, Colombia, México o Perú—, mientras que en otros
el ciclo tiene más volatilidad porque sus instituciones son más débiles o
porque tienen menor credibilidad ante los mercados. En una crisis de los años
ochenta o noventa la prima de riesgo saltaba 600 puntos. En esta ocasión,
Brasil, con todos sus problemas de crecimiento e inflación, ha sufrido un
crecimiento de su prima de riesgo de nueve puntos básicos en el conjunto de los
emergentes.
P. ¿Eso es todo mérito de las
reformas?
R. Al
producirse la desaceleración económica, el Gobierno permitió que el banco
central actuara de forma independiente y el Ministerio de Hacienda anunció un
programa de ajuste fiscal para volver al superávit primario del 2% en dos años.
Hay capacidad de respuesta institucional, y ese es el gran cambio de América
Latina con respecto al pasado.
P. ¿Van a necesitar ajustes
presupuestarios drásticos?
Venezuela,
Brasil y Argentina están
en crisis; el resto crecen de media al 3,4%”
R. No,
porque están en mejor posición y el tipo de cambio absorbe parte de los
ajustes. Y aunque tengan un gran impacto, la rapidez de la respuesta los hace
más digeribles. La última década, la de la modernización social, ha puesto de
manifiesto que no hay oposición entre eficiencia y equidad. El Lula de la Bolsa
Familia, pero también del superávit primario y por cuenta corriente, es el
modelo que hoy América Latina considera como suyo.
P. ¿El crecimiento implicó una
reducción de la desigualdad?
R. Sí, en
diez puntos [medidos por el coeficiente de Gini]. La pobreza cayó del 30% al
21% y la población que vive con entre
cuatro y diez dólares diarios supone el 45%. Es gente que no es de clase
media, pero tampoco es pobre. Y eso condiciona la forma como se harán los
ajustes. Serán menos intensos porque los desequilibrios son menores, las
instituciones son más fuertes y porque no se podrán hacer a costa de revertir
los avances sociales de una década. En América Latina no hay la posibilidad de
otra década perdida
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