Los
kurdos del YPG se sitúan a 50 kilómetros de la capital del califato en Siria
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/06/23/actualidad/1435054076_530290.html
La milicia YPG arrebata una base al Estado Islámico y se
acerca a la localidad de Raqa
ANDRÉS
MOURENZA
Estambul
23 JUN 2015
Una
miliciana kurda, junto a una familia, en Kobane. / SEDAT SUNA (EFE)
Las tornas
ha cambiado. Si hace ocho meses, las fuerzas kurdas de Siria resistían con
dificultad el embate de lo que entonces parecía una imparable ofensiva del
Estado Islámico (EI) ahora son los primeros quienes han
pasado al ataque, y los yihadistas quienes están cosechando derrota tras
derrota en el frente central del norte de Siria.
Tanto es
así, que las Unidades de Protección Popular (YPG),
la milicia kurda, se han situado a sólo 50 kilómetros
de la ciudad de Raqa, la capital del autoproclamado Califato, en el
noroeste de Siria.
La pasada
semana, las YPG arrebataron al EI el crucial paso de
Tel Abiad, en la frontera con Turquía, uniendo así dos de los tres
“cantones” kurdos de Siria (Kobane y Yazira), a
su vez conectados con el territorio kurdo de Irak, lo que les garantiza una
línea de suministros ininterrumpida.
Pero la
ofensiva no se ha quedado ahí y en los últimos días ha avanzado en dirección
sur: la pasada noche los kurdos tomaron la estratégica Base
de la Brigada 93, en manos de los yihadistas, abriendo así el paso a la
toma de Ayn Isa, una localidad situada en un
cruce de carreteras este-oeste y norte-sur. “Anoche tomamos la 93 y estamos
penetrando en Ayn Isa en un ataque coordinado desde el este y el oeste de la
ciudad”, explica a este periódico un portavoz de las YPG, Redur Xelil.
En su
ofensiva, las YPG están contando con el apoyo de otros grupos armados como Liwa al Tahrir y Burka al Firat –conformadas por rebeldes
anteriormente encuadrados en el Ejército Sirio Libre que combate al régimen de
Bachar el Asad- así como unidades de turcomanos, árabes y asirios cristianos.
Pero no se entendería su rápido avance sin el apoyo
aéreo de Estados Unidos: “Los ataques de la Coalición nos han ayudado
mucho sobre el terreno”, reconoce Xelil.
El
Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que ya
da “militarmente” por perdida Ayn Isa para el Estado Islámico, considera
que este ataque supone que “el EI deberá retrasar su primera línea de
defensa hasta el extrarradio de la ciudad de Raqa”, un severo golpe
moral para el ejército de Abubaker al Bagdadi. Y es que, una vez tomada Ayn
Isa, la carretera hacia Raqa aparece libre de obstáculos, pese a lo cual el
portavoz de las YPG se niega a avanzar cuáles serán los próximos objetivos
militares.
Una de las
consecuencias más importantes de la caída de Tel Abiad
es que así se cierra una vía vital para la logística del Estado Islámico en
Raqa, ya que por este paso fronterizo entraban desde Turquía armas y yihadistas. En la población liberada,
de hecho, se ha hallado ya un túnel excavado por los yihadistas para proveerse
de suministros. De hecho, el Observatorio certifica que en Raqa se ha producido
un “dramático incremento” del precio del pan y otros alimentos, debido a la
mayor dificultad para acceder a provisiones.
El Estado
Islámico ya sólo controla dos áreas que hacen frontera con Turquía (Ar Ra’i y Yarablus), pero están
logísticamente peor comunicadas. Esta es una de las razones por la que en las
últimas semanas ha incrementado su presión sobre el área de Marea y Azaz (noroeste de Siria), donde se encuentra
otro paso fronterizo importante: Bab al Salam-Kilis,
en manos de grupos islamistas rebeldes contrarios al EI. Estos grupos han
logrado contener la embestida yihadista pese a que el régimen sirio de Bachar
el Asad ha estado bombardeando sus posiciones desde el aire.
Un
pueblo sin Estado
La comunidad
kurda está formada por entre 30 y 40 millones de
personas, aunque no existen censos rigurosos al respecto. La gran mayoría de la
población vive repartida entre los Estados de Turquía, Siria, Irak, Irán y
Armenia.
En Europa
hay una importante diáspora, principalmente en Alemania —con cerca de 700.000
personas— y en Francia. Allí residen más de 150.000 kurdos, en un 90%
ciudadanos de origen turco.
Casi la mitad de la comunidad vive en Turquía, donde
representa en torno al 20% de la población del país.
El
nacionalismo kurdo se originó con el desmembramiento del Imperio Otomano tras
la Primera Guerra Mundial. Posteriormente el Tratado de
Lausana, que reconoció en 1923 a la República turca como Estado soberano
y acabó con la propuesta de crear un Kurdistán
independiente, fomentó la insurrección kurda, que se ha convertido en un
foco de conflictos en la región a lo largo de todo el siglo XX.
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