Una
razón por la cual el Estado islámico debe aniquilar hasta el último miembro del
régimen alauita de Bashar Al Assad, sea civil o militar, hombre o mujer. En la prisión
siria de Tadmur asesinaban y torturaban a miles de sunitas.
Nota del autor del blog . no confunda con el pueblo, los civiles que no son parte del estado.
La historia de la tenebrosa prisión Tadmur,
destruida por Estado Islámico
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/06/150625_cultura_siria_prision_tadmur_estado_islamico_ng
Redacción
BBC
Mundo
28
junio 2015
Tadmur
Muchos
sobrevivientes de Tadmur rechazan su destrucción.
Cuando
Estado Islámico tomó control de la ciudad siria de Palmira el mes pasado, una
de las primeras acciones que tomó fue destruir la
prisión de Tadmur, una notoria cárcel donde por décadas,
fueron detenidos y torturados disidentes.
La BBC hizo
un viaje por la historia de la prisión.
Occidente
conoce Palmira sobre todo por sus ruinas greco-romanas, pero su nombre árabe, Tadmur, les pone la piel de gallina a los sirios. Es sinónimo de muerte, horror y locura.
La prisión
fue construida por franceses en la década de 1930,
en el corazón del desierto, a unos 200 kilómetros al
noreste de la capital, Damasco. Pero fue durante el gobierno de 30 años de Hafez al Assad, entre 1971 y 2000, que se
ganó su actual reputación.
Miles de disidentes políticos fueron
humillados, torturados y ejecutados sumariamente allí.
"Es
totalmente injusto decirle "prisión", dice el escritor palestino
Salmeh Keileh, quien estuvo preso allí por dos años entre 1998 y 2000, acusado
de oponerse a los objetivos que llevó Partido Baath de
Assad al poder.
"En una prisión
tienes derechos básicos, pero en Tadmur no tienes nada. Sólo te queda el miedo
y el horror", asegura.
Lea: Acusan
a gobierno sirio de torturar y ejecutar a 11.000 personas
Desde
1970
La detención
arbitraria y el tratamiento brutal a los prisioneros políticos en Tadmur empezó en la década de 1970, cuando un movimiento de
oposición comenzó a ganar impulso.
En 1980
soldados sirios pasaron disparando de celda en celda contra los reclusos. Se
calcula que murieron entre cerca de 1.000 en pocos minutos.
Liderados
por los Hermanos Musulmanes y varios partidos laicos,
los activistas exigían representación política y el Estado de Derecho.
El grupo de
los Hermanos Musulmanes creció en popularidad en la medida en la que su brazo
armado llevaba a cabo actos de violencia política contra el ejército y el
régimen de Assad.
Pero a
finales de los años 70 y principios de los 80, miles de
partidarios de los grupos izquierdistas e islamistas fueron arrestados.
Nota del autor del blog : eso es por
querer participar en las trampas de las elecciones a la manera occidental. Participa en las
elecciones para luego ubicarte y matarte con todos los tuyos.
Muchos
fueron ejecutados o murieron bajo tortura. Los afortunados pasaron tres o
cuatro años de prisión. Algunos permanecieron en el lugar por 20 años.
La
masacre de 1980
La
sangrienta masacre que tuvo lugar dentro de las paredes de Tadmur en 1980 está
impregnada en la conciencia de Siria.
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La prisión
fue construida por franceses en la década de 1930.
Un día
después de un fallido intento de asesinato de Hafez
al-Assad, miembros de las mal reputadas Brigadas
de Defensa, encabezadas en ese momento por el hermano de Assad, Rifaat, volaron desde Damasco hacia Tadmur en
helicóptero. Los soldados pasaron de
celda en celda, disparando los presos con ametralladoras.
Nadie sabe
exactamente cuántos murieron, pero un informe de la organización de derechos
humanos Amnistía Internacional (AI) de 2001 estima que
entre 500 y 1.000 personas fueron asesinadas en tan sólo unos minutos,
la mayoría de ellos eran miembros o presuntos simpatizantes de los Hermanos Musulmanes.
Se dice que
sus cuerpos fueron arrojados en una fosa común afuera de la prisión.
Prohibido
mirar a los ojos
La prisión
fue construida inspirada en un panóptico, un edificio circular, donde los
presos en sus celdas podrían ser constantemente vigilados por los guardias.
El término
proviene de Panoptes, un gigante de la mitología
griega que tenía 100 ojos.
Los antiguos
presos le dijeron a AI que la prisión tenía siete patios con entre 40 y 50 dormitorios y 39 celdas que eran más pequeñas.
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Los reclusos
eran recibidos con una sesión de torturas cuando ingresaban a la prisión
Tadmur. Algunos de ellos murieron tras las golpizas del primer día.
También
había 19 celdas subterráneas disciplinarias que se usaban para confinamiento
solitario.
"Todos
los dormitorios tenían ventanas cubiertas con alambre de púas en el techo, lo
que permitía a los guardias mantener a los presos bajo vigilancia
constante", dice Kaileh.
"No
sabemos si los guardias estaban allí mirándonos o no. Pero nadie se atrevería a
moverse de su lugar o incluso levantar la cabeza para evitar consecuencias
nefastas".
A los presos
no se les permitía levantar la cabeza, mirar hacia arriba o mirarse entre
ellos.
"No vi los ojos de
ninguno de los presos y ninguno de ellos vio los míos hasta después de salir de
prisión. El contacto visual estaba absolutamente prohibido", dice el escritor sirio Yassin Haj Saleh en su artículo, "El Camino a
Tadmur", y que estuvo retenido en la prisión entre 1995-1996.
"Estábamos
acostumbrados a distinguir a los guardias por el color de sus botas, ya que
nunca les vimos las caras", dice otro escritor sirio, el poeta Faraj Bayrakdar.
"El
guardia con botas negras era amable, pero el que tenía botas verdes era
despiadado".
Después de
su liberación, pasaron mucho antes antes de que algunos prisioneros fueran
capaces de tener contacto visual con alguien.
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Las primeras
imágenes que se conocieron del interior del prisión las publicó Estado Islámico
antes de destruirla.
La tortura era un ritual diario, un
largo camino de dolor y muerte lenta.
"Cuando la muerte
es un hecho cotidiano, que está al acecho en la tortura, palizas aleatorias,
extracción de ojos, extremidades rotas y los dedos machacados, ¿no agradecerías
la liberación misericordiosa de una bala?", escribió un exprisionero en un libro
de memorias que salió por contrabando fuera de Siria en 1999.
Los expresos
a menudo hablan de sus primeras horas en Tadmur y la llamada "fiesta de
recepción", una sesión inicial de tortura que sufrían los presos a su
llegada.
"Los guardias nos
bajaron del autobús azotándonos brutalmente hasta que estábamos todos afuera...
la policía militar buscaba en nuestra ropa y uno a uno nos forzaron a meternos
dentro de la llanta de coche, y cada persona fue golpeada entre 200 y 400 veces
en los pies", le dijo un exdetenido dijo a AI.
"Todo el mundo
estaba en mal estado, las piernas les sangraban y estaban cubiertas de heridas,
también otras partes de sus cuerpos. Algunos de los prisioneros murieron
durante la fiesta de recepción", dijo.
Lea: Estado
Islámico toma Palmira, uno de los mayores sitios arqueológicos de Medio Oriente
Tortura
por aburrimiento
Los
detenidos hablan de ser haber sido humillados, azotados y golpeados durante su
tiempo allí.
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Los presos
no podían mirar a nadie a los ojos, ni siquiera a ellos mismos.
"Los carceleros
recibieron licencia abierta para hacer cualquier cosa, incluso matar. Tu vida
simplemente no valía nada", dice Kaileh.
Los
militares fueron innovadores en la búsqueda de nuevos métodos para humillar a
los prisioneros.
Kaileh
dice que recurrieron a formas extrañas y enfermas de tortura, a veces sólo por
aburrimiento.
Una noche,
el guardia, mirando desde la ventana del techo, le ordenó mover todas las
zapatillas del dormitorio, que sumaban un centenar. Sólo le permitió usar la
boca. Kaileh estuvo toda la noche despierto moviendo los zapatos.
Otros hablan
de un incidente en el que dos prisioneros fueron obligados a tomas a un preso
de las manos y los pies, elevarlo alto en el aire, y luego arrojarlo lejos para
que cayera en el suelo. Un preso que se negó a hacerlo fue golpeado en la
cabeza y murió un mes después.
"Sólo
llamen para recoger los muertos"
Cuando los
reclusos clamaban por asistencia médica para los prisioneros moribundos, la
respuesta de los guardias era siempre la misma: "Sólo llamen para recoger
los cuerpos".
"Tadmur era un reino
de muerte y locura. El hecho de que existiera tal lugar es una vergüenza, no
sólo sobre los sirios, sino de toda la humanidad", dice Bayrakdar.
Cuando EI
tomó el edificio, publicó imágenes del interior del lugar.
Ali
Aboudehn estuvo cuatro años preso en Tadmur.
Además de
los guardias y los detenidos que vivieron para contarlo, nadie había visto
dentro de sus muros antes.
Sin embargo,
la destrucción del edificio fue un shock para muchos que querían que perdurara
como testigo de los años de brutalidad.
"Fue
demolido un símbolo histórico que debería haber permanecido, porque en cada
habitación hubo personas que murieron", le dijo a la agencia de noticias
AP Ali Aboudehn, un libanés que pasó cuatro años en Tadmur.
Yassin
Haj Saleh por su parte,
dijo que se sentía como si su casa hubiera sido destruida.
"Soñé que iba a
visitarla un día. Esta visita podría redimirme, sería como un cierre… La
destrucción de la prisión que era símbolo de nuestra esclavitud es la
destrucción de nuestra libertad", publicó en Facebook.
Él considera
que el acto de hacerla explotar como "un gran servicio al régimen de
esclavitud de Assad".
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