El
masivo ciber ataque chino a EEUU debe ser para probar el nivel de sus defensas en
caso de una probable guerra en el futuro. O para analizar el perfil de un probable
candidato a espía,
Nota del autor del blog: o un software podría analizar en un cruce múltiple de datos a quien extorsionar para brindar tal o cual información.
Estados
Unidos analiza qué buscaba el último ciberataque chino
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/06/06/actualidad/1433547020_194026.html
La agresión no afecta a la seguridad
nacional ni a secretos industriales
MARC
BASSETS
Washington
6
JUN 2015
El
secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest. / EVAN
El
ciberataque a la agencia de recursos humanos de la Administración federal de
Estados Unidos es impactante por el número de afectados: unos cuatro millones de funcionarios, exfuncionarios y
contratistas.
Pero por
ahora no hay indicios de que el robo, procedente de China según filtraciones
anónimas de las autoridades estadounidenses, amenace la seguridad nacional.
Tampoco parece un caso de espionaje industrial.
Los investigadores del FBI buscan el
motivo de un asalto informático sin razón aparente.
El ataque ocurrió a finales de 2014. El
Departamento de Seguridad Interior lo detectó en abril gracias a una herramienta
llamada Einstein.
El jueves,
la Administración Obama lo hizo público. El objetivo eran los datos de la Oficina de Gestión de Personal (OPM). Entre las tareas
de la OPM figura verificar los
antecedentes de los funcionarios, el pago de las pensiones y la formación de
los empleados.
Datos de funcionarios
Los hackers
o piratas informáticas comprometieron información sobre las tareas asignadas a
los funcionarios y sobre la evaluación de su trabajo. Buscaban, según las
filtraciones, datos sobre los números de la Seguridad Social. En EE UU, un país
sin DNI, estos números son un identificador personal necesario para gestiones
de la vida cotidiana.
El motivo de
la ruptura de los sistemas de seguridad del Gobierno de EE UU no está claro y
las informaciones verificadas son escasas. Entre los datos expuestos a los
hackers no aparece información secreta ni que ponga en peligro los intereses de
la política exterior, la defensa o el espionaje de la primera potencia mundial.
Tampoco parece entrar en juego la rivalidad comercial entre EE UU y China.
Según The New York
Times, no existen pruebas de que los datos robados hayan servido
para suplementar identidades o cometer fraudes con las tarjetas de crédito de
los funcionarios.
¿Para qué
entonces, el ciberataque? El Times lo atribuye a los mismos responsables que
anteriores ataques a empresas aseguradoras. Y habla de “una nueva era en el
ciberespionaje”, en la que los piratas roban “enormes cantidades de datos sin
un motivo claro”. Almacenar por almacenar. ¿Un crimen absurdo?
La
información es dinero y poder: el big data como arma de la ciberguerra.
Con los
datos disponibles ahora, el ciberataque —uno de los mayores que jamás haya
sufrido el Gobierno de EE UU— es, a efectos prácticos, un engorro burocrático
para los afectados. Poco más. Pero es mucho más. Primero, porque demuestra que las defensas de EE UU son vulnerables en un terreno en
el que se dirimirán parte de los conflictos futuros. Y segundo, porque la
supuesta responsabilidad china añade otro problema a una relación bilateral
marcada en años recientes por la pugna por la influencia en Asia y por las
acusaciones de Washington a Pekín de ciberespionaje.
En
Washington nadie ha acusado abiertamente al Gobierno de Pekín. El portavoz del
presidente Barack Obama se resistió ayer, en la rueda de prensa diaria, a
señalar a ningún país. Fuentes anónimas de la Administración sí apuntan a
China, pero sin concretar si se trata de hackers vinculados al Gobierno o
criminales que actúen por libre. “Es irresponsable y poco científico lanzar
acusaciones conjeturales y falseadas sin una investigación profunda”,
replicó en Pekín el portavoz del Ministerio de
Exteriores. China, dijo, “también es objeto de ciberataques”
No hay comentarios:
Publicar un comentario