Los
islamistas de Marruecos afianzan su poder en las elecciones locales
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El Partido
de la Justicia y el Desarrollo obtiene las alcaldías de las principales
ciudades
FRANCISCO
PEREGIL
Rabat
5 SEP 2015 –
El
presidente del Gobierno del Reino de Marruecos, Abdelilá Benkirán vota en Rabat
el pasado 4 de septiembre. / STR (EFE)
Las
elecciones locales, regionales y comunales celebradas el viernes en Marruecos
han colocado en las manos de los islamistas
moderados del Partido de la Justicia y el
Desarrollo (PJD) más poder del que nunca tuvieron.
Si en 2009
ganaron las alcaldías de Kenitra y Tetuán y en 2011 las presidenciales, a partir de ahora controlarán
también los ayuntamientos de Rabat, Tánger, Agadir,
Casablanca, Marrakech y Fez. Y todo eso, a pesar de que han jugado con
el viento en contra de la mayoría de los medios de comunicación, muy críticos
con este partido.
El
PJD es la formación
mayoritaria en la coalición de cuatro partidos que
gobierna Marruecos. Es también la formación cuyo presidente, Abdelilá Benkirán, pidió sancionar al canal público
de televisión 2M por emitir en directo un concierto de Jennifer López donde la
cantante, en opinión del presidente, ofreció “escenas de connotación sexual”
que atentaban contra “el pudor y a los valores religiosos y morales de la
sociedad marroquí”. Y es el partido que ha presentado un anteproyecto de Código
Penal donde se prevén penas de hasta tres años de cárcel para los homosexuales
y de uno a tres meses para los adúlteros.
La gran
incógnita de estos comicios era saber hasta qué punto los tres años de gobierno
habían desgastado o no a los islamistas. Y el resultado es que, cuando queda un
año para que se celebren elecciones generales en Marruecos, los islamistas
moderados gozan de excelente salud.
Una vez
escrutados todos los votos en los consejos regionales, el PJD ha conseguido 174 escaños (25,6%) de los 678
disputados. Le seguía el Partido Autenticidad y
Modernidad (PAM, laico, liberal y muy cercano al monarca Mohamed VI) con 132 asientos (19,4%), según informó este
sábado el Ministerio del Interior. En cuanto a las
comunas, donde se disputaban 31.503 candidaturas, los islamistas han
quedado en tercer lugar con 5.021 candidatos (15,9%), por detrás del PAM (21%) y del Partido
Istiqlal (16,2%), de carácter nacionalista y conservador. La
participación en estas elecciones fue del 53,6%, ligeramente superior a las
locales de 2009 (52,4%).
El profesor
Bernabé López, colaborador de este diario y acreditado como observador
internacional por el Consejo Nacional de Derechos Humanos, destaca la eficacia
de la maquinaria electoral del PJD. “En los colegios electorales de Rabat a los que he asistido
los islamistas eran los que tenían a gente mejor preparada. En cada urna
disponían de observadores propios, militantes convencidos, no como otros
partidos, que han tenido que contratar observadores”.
En cuanto al
resultado de las elecciones, Bernabé López resalta el hecho de que los tres
años de Gobierno no han desgastado a los islamistas del PJD. “Se
han visto obligados a subir el precio de la gasolina y a hacer recortes
económicos, pero nada de eso les ha pasado factura. Puede que eso se deba a que
mucha gente no los ve como los verdaderos gobernantes y creen que quien
gobierna en realidad es el rey”.
Varios
votantes marroquíes consultados por este diario resaltaron la integridad de los
políticos del PJD. “En los tres años que llevan en el Gobierno”, indicaba un
ciudadano que prefirió preservar su nombre, “a los
islamistas no se les ha conocido un solo caso de corrupción flagrante. Sus
miembros suelen ser personas honestas y bien cualificadas. Y eso en este
país se valora muchísimo. Además, están muy bien organizados. Son los que mejor
uso han hecho de las redes sociales en esta campaña”.
Buena parte
del éxito del PJD obedece también al carisma y popularidad de su líder, el
presidente marroquí, Abdelilá Benkirán, un
político que cautiva a millones de electores con su buen humor y un lenguaje
llano y directo
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