Brasil
se dispone a dejar de pagar la deuda externa de más de un billón de euros (millón
de millón): en medio de la recesión; Brasil
sube la tasa de interés, recorta gastos, sube impuestos , (sería muy tonto el pueblo
que no proteste con las armas )
El
real respira, pero los mercados no apuestan a Brasil
http://lat.wsj.com/articles/SB12773098620451984406904581251601089324000?tesla=y
La
presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. ILLUSTRATION: AFP/GETTY IMAGES
Por Carolyn Cui y Paulo Trevisani
Jueves,
24 de Septiembre de 2015
0:02 EDT
El real
recibió un ligero alivio el miércoles tras una intervención del banco central
de Brasil en el mercado de divisas, pero los inversionistas seguían apostando a
que el desplome de los precios de las materias primas y la agitación política
mantendrán bajo acecho a la mayor economía latinoamericana.
El miércoles,
el real cerró a 4,1325 por dólar, luego de haber
abierto la jornada en su nivel más bajo desde que la moneda fue creada en 1994.
En lo que va del año, ha perdido 35% de su valor
frente a la divisa estadounidense.
Las apuestas
en varios mercados eran pesimistas sobre el país. Los rendimientos de los bonos en reales del gobierno alcanzaron 16% el martes,
unos nueve puntos porcentuales sobre el promedio de los mercados emergentes.
Los rendimientos suben a medida que los precios bajan.
La
negociación de los seguros contra la cesación de pagos (CDS, por sus siglas en
inglés), que entrarían en vigencia en caso de que Brasil deje de pagar su
deuda, se más que duplicaron este año, lo que
convierte al país en el segundo con más apuestas en contra después de Italia,
de acuerdo con Depository Trust & Clearing Corp.
El precio de
los CDS de Brasil, lo que los inversionistas pagan al año para asegurar US$10 millones de deuda por cinco años, ha subido de
US$200.000 a comienzos de año a US$464.000 ahora.
Las apuestas
reflejan las preocupaciones sobre la gestión de las autoridades en medio de una
depresión épica en el sector de los commodities que está golpeando la economía
del país, donde la inflación anual es de 9,6%.
A diferencia
de muchos bancos centrales, que apoyan los precios de los activos e impulsan el
crecimiento a través de la compra de grandes cantidades de bonos, el banco central de Brasil ha elevado las tasas de interés en cinco
ocasiones este año y se prevé que las mantenga altas en los próximos
meses, en un esfuerzo destinado a moderar la inflación.
El gobierno
ha propuesto planes de recortes de costos y alzas de
impuestos. En la madrugada del miércoles, la presidenta Dilma Rousseff
logró una victoria parcial en este frente en el Congreso, luego de que los
legisladores apoyaron 26 de los 32 vetos sobre gastos propuestos por el
gobierno, equivalentes a 127.000 millones de reales (US$31.500 millones).
Varios legisladores reconocieron que era necesario convalidar esos vetos para
calmar los mercados.
ENLARGE
Brasil es un
país altamente dependiente de la exportación de materias primas a China, su
principal socio comercial, cuya economía se está desacelerando.
“Brasil está
ahora en una situación terrible”, dice Jim Barrineau, codirector de deuda de mercados emergentes
en Schroders Investment, que hasta junio de este año manejaba US$487.400 millones en activos.
“Es difícil ver una salida hasta que veamos
cierta credibilidad en la política del gobierno”.
Este mes, la
calificación de crédito de Brasil fue rebajada a nivel especulativo por Standard & Poor’s Ratings Services y los
inversionistas esperan que tanto Fitch Ratings como
Moody’s Investors Service revisen sus propias calificaciones.
Analistas
de J.P. Morgan & Chase estiman que los inversionistas se verán obligados a vender cerca de US$6.200 millones de deuda soberana de Brasil si el
país pierde su grado de inversión de más agencias, ya que existen reglas para
los gestores de activos que limitan sus posiciones en valores de categoría
basura. Según inversionistas y analistas, es posible que la decisión de S&P
haya producido algunas ventas obligatorias.
“Estamos ante una
contracción económica más profunda de lo que habíamos anticipado”, dijo durante una conferencia
telefónica este mes Shelly Shetty, directora de deuda soberana latinoamericana
en Fitch. La agencia tiene una perspectiva
negativa para Brasil desde abril.
En la última
década, Brasil disfrutó de un crecimiento económico rápido, principalmente
gracias al auge de los precios de las materias primas. No obstante, algunos
analistas dicen que el gobierno no aprovechó la oportunidad para diversificar
su economía o mejorar la productividad.
Los menores
precios de los commodities han perjudicado los ingresos de Brasil y ampliado su
déficit presupuestario, un factor importante detrás de la decisión de S&P
del 9 de septiembre de rebajar al país a categoría chatarra.
“Claramente
despilfarraron la última década de crecimiento rápido, que pudieron haber usado
para implementar reformas”, dice Alex Wolf, economista de mercados emergentes de
Standard Life Investments.
La política
jugó un papel prominente. Un vasto escándalo de corrupción en el gigante
petrolero de control estatal Petróleo Brasileiro SA, o Petrobras, ha tocado a
miembros del gabinete de Rousseff. La contabilidad de 2014 del gobierno es
blanco de una investigación por parte de la procuraduría de Brasil, lo cual ha
debilitado aún más a la mandataria.
Para cerrar
el hueco presupuestario, el gobierno brasileño ha recurrido a políticas de austeridad. Clem Miller, gestor de
cartera de acciones internacionales y renta fija de Wilmington Trust, con
US$78.000 millones bajo gestión, dice que
redujo más sus posiciones en acciones y bonos brasileños después de la
propuesta más reciente del gobierno (antes de la votación del miércoles). Su
cartera no tiene ahora exposición a la deuda de Brasil.
“No hay una cohesión en
el gobierno detrás de la austeridad. Ese es el problema”, señala Paulo Nepomuceno, analista de
divisas en la firma de corretaje Coinvalores en São Paulo.
Los bonos brasileños se
encuentran entre los de peor desempeño entre los
de mercados emergentes este año. Al martes, la deuda corporativa de Brasil
había descendido 13% desde comienzos de año, mientras que un índice de J.P.
Morgan de deuda corporativa de mercados emergentes había ganado 1,2%. Los bonos
brasileños denominados en dólares registraron un retorno negativo de 10,9%,
mientras que el índice de J.P. Morgan subió 1,5%.
Gracias a la
aguda depreciación, los bonos denominados en reales sufrieron más, con un descenso de 34,5% desde enero hasta el martes,
mientras que un índice de J.P. Morgan de deuda de mercados emergentes en moneda
local cayó 14,5% en el mismo período. Como resultado, los
rendimientos de los bonos brasileños en moneda local subieron a 16% el
martes frente a 14% a comienzos de mes.
Esos
rendimientos sólo se volverán atractivos cuando el gobierno de Brasil muestre
un compromiso para realizar ajustes fiscales, incluyendo recortes de gastos, o
si la demanda de materias primas de China aumenta significativamente, señala
Michael Biggs, gestor de inversiones que supervisa US$4.000 millones en activos
de renta fija de mercados emergentes en GAM.
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