Estamos en la puerta de una
ola de cese de pagos corporativos de empresas de EEUU , tal es así que el
spread se ha incrementado considerablemente estos días
Los
bonos corporativos alertan sobre la economía de EE.UU.
http://lat.wsj.com/articles/SB10839399261965744509304581259681275751932?tesla=y
El
Departamento del Tesoro de EE.UU. PHOTO: CHUCK MYERS/TNS/ZUMA PRESS
Por MIKE CHERNEY
Lunes,
28 de Septiembre de 2015
0:02 EDT
El mercado
de bonos de empresas de Estados Unidos empieza a
mostrar señales de alerta sobre la economía.
La diferencia en los rendimientos, conocida como spread, de los bonos de las empresas más sólidas de
ese país y los valores ultraseguros del Tesoro
estadounidense ha estado aumentando gradualmente, una tendencia que en el pasado ha augurado problemas económicos.
Un diferencial más amplio significa
que los inversionistas exigen un mayor rendimiento para poseer deuda
de compañías estadounidenses en relación con los bonos del Tesoro. Puede
indicar que los inversionistas tienen menos confianza en las perspectivas y la
salud financiera de las empresas, si bien es probable que haya también otros
factores en juego.
Los spreads de los bonos corporativos
con grado de inversión —deuda de empresas con una calificación BBB- o
más alta— se encaminan a aumentar
por segundo año consecutivo, según datos de Barclays.
Sería la primera vez desde la crisis
financiera de 2007 y 2008 que los diferenciales se amplían durante dos años
seguidos. Las ocasiones previas habían sido en 1997 y
1998, en medio de la crisis asiática, y unos años antes del estallido de
la burbuja puntocom en EE.UU.
Inversionistas
y analistas dicen que siguen de cerca la tendencia para determinar si se está gestando otra tormenta.
Crecen las dudas sobre la capacidad
de las empresas de pagar la enorme deuda que han asumido en los últimos años, conforme las tasas de interés
ultrabajas las llevaron a emitir sumas récord de bonos.
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También hay
ansiedad de que la debilidad económica internacional
pueda, en última instancia, afectar a EE.UU., una preocupación que quedó
de manifiesto el jueves cuando Caterpillar Inc.
anunció planes de recortar más de 10.000 empleos
en medio de una caída en las ventas de maquinaria de construcción en China.
“Podríamos
ver una aceleración de la economía; podríamos ver que esta debilidad económica
pase”, señala Brian Rehling, codirector de estrategia de renta fija global de Wells Fargo Investment Institute. “Pero también podríamos ver que
las cosas vayan en la otra dirección, en la que la economía global continúe
debilitándose”.
Los bonos empresariales con grado de
inversión rendían 1,62 puntos porcentuales más
que los valores comparables del Tesoro estadounidense el jueves pasado, según Barclays. La diferencia era
de 1,14 puntos porcentuales a fines de 2013 y de 1,31
puntos porcentuales al cierre de 2014.
Los spreads en el mercado de bonos chatarra —que son
considerados más susceptibles a los vaivenes de la economía debido a que las
firmas de grado especulativo tienen mayores cargas de deuda y menos colchones
para soportar un enfriamiento de la economía— empezaron
a aumentar de forma pronunciada en 2014 conforme los precios del
petróleo colapsaron, desde 3,82 puntos
porcentuales al final de 2013 a 5,88 puntos al jueves pasado.
A medida que
aumenta el nerviosismo de los inversionistas, las compañías se ven obligadas a
ofrecer intereses más altos para vender nueva deuda. El viernes, por ejemplo, Altice NV redujo de US$6.300 millones a US$4.800
millones una emisión de bonos chatarra para respaldar la compra de Cablevision
Systems Corp. y ofreció rendimientos más altos de lo previsto inicialmente,
según S&P Capital IQ LCD. El holding de telecomunicaciones europeo también
incrementó el tamaño de un préstamo a plazo para financiar la adquisición de
US$10.000 millones.
“Claramente, el hecho
de que los spreads se han estado ampliado desde mediados de 2014 es una
tendencia muy preocupante”, advierte Krishna Memani, director de inversión de OppenheimerFunds, que gestiona cerca de US$220.000
millones en activos. “Seguimos tratando de determinar la causa”.
Los
mayores diferenciales sugieren que el ciclo de crédito —que mide la capacidad de las
empresas de pedir prestado para refinanciar su deuda, gastos de capital y otros
usos— se encuentra en sus postrimerías, si bien
muchos inversionistas no creen que su final llegue en un futuro inmediato. En
general, cuando un ciclo se agota, algunas compañías no pueden refinanciar su deuda y aumentan las cesaciones de pagos,
un indicio de que la economía se desacelera.
“Claramente hemos pasado
ese punto medio”,
dice Matt Toms, director de renta fija pública de Voya Investment Management,
que tiene más de US$205.000 millones bajo gestión.
No todos los
indicadores exhiben signos de alerta. La tasa de
desempleo de EE.UU. está en su nivel más bajo en más de siete años. Los bonos de restaurantes, minoristas y empresas de otros rubros vinculados con el consumo tienen mejor
desempeño que los de otros sectores, contrario a lo que ocurriría si la
economía se dirigiera hacia una espiral descendente.
La Reserva
Federal aún proyecta un crecimiento de la economía estadounidense en los
próximos años, pese a que en su reunión de política monetaria de este mes aplazó un aumento de las tasas de interés de corto plazo y
rebajó sus previsiones de expansión para 2016.
Otros
factores, aparte de los temores sobre un bajón
económico, podrían explicar el aumento de los
spreads de los bonos corporativos. La Fed ha
mantenido las tasas de interés de corto plazo en casi cero desde 2008, lo que
ha dejado los rendimientos de la deuda
soberana estadounidense en niveles extraordinariamente bajos para estas
alturas de una expansión económica y llevado a los inversionistas sedientos de
retornos más altos a comprar bonos empresariales.
Algunos
analistas dicen que esta mayor demanda de bonos corporativos ha llevado a que
los diferenciales sean inusualmente estrechos, lo que hace que el moderado
aumento en el mercado de bonos con grado de inversión sea menos preocupante.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro han caído en las últimas semanas ante
las crecientes señales de debilidad de la economía mundial.
Los
bancos que sirven como agentes bursátiles también han reducido sus inventarios
de bonos corporativos en
reacción a las nuevas regulaciones, lo que ha entorpecido la compra y venta de
deuda de empresas, dicen inversionistas.
Esta
falta de liquidez podría
estar llevando a los inversionistas a exigir una mayor
prima para poseer bonos corporativos, añaden.
El reciente
aumento de emisiones de deuda empresarial también podría estar afectando el
mercado en general.
Por esas
razones, algunos analistas siguen siendo optimistas sobre la deuda corporativa
con grado de inversión. Por ejemplo, Rehling, de Wells
Fargo, recomienda una ponderación alta.
“Nuestro escenario base
es que la economía va a mejorar, vamos a ver una mayor caída del desempleo”, señala.
“A esta expansión económica aún le quedan
algunos años”.
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Nota del autor del blog: Pero los bonos chatarra si están en
niveles difíciles de pagar
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