China se dispone a
privatizar 155,000 empresas publicas por un valor de € 14,000,0000,000,000 (14 billones ) es casi el PBI de EEUU .
China
reestructurará el gigantesco sector de la empresa pública
http://economia.elpais.com/economia/2015/09/14/actualidad/1442234785_945261.html
El Gobierno
chino presenta un plan para privatizar parcialmente unas compañías que emplean
a 30 millones de personas y combinan activos de 14 billones de euros
MACARENA
VIDAL LIY
Pekín
14
SEP 2015 –
China ha
desvelado su esperado plan para la privatización -parcial-
de sus empresas públicas. La reforma de este sector, que emplea a cerca de 30 millones de personas y acumula activos por valor
de unos 100 billones de yuanes (unos 14 billones de
euros), estaba prometida desde hace al menos dos años y es, según los
analistas, una de las más necesarias para permitir la transición de la economía
china a un modelo sostenible.
El plan de
reforma llega en momentos en los que la economía china, la segunda del mundo,
da señales de debilidad y el Gobierno de Xi Jinping
se esfuerza por reactivar unos indicadores que, desde la actividad industrial a las exportaciones, muestran tendencia a la
baja.
El objetivo de crecimiento para este año se
sitúa en torno al 7%, después de que el año
pasado alcanzara el 7,4%, el más bajo en dos décadas. Las dudas sobre la
fortaleza económica del país precipitaron este agosto fuertes sacudidas en las
Bolsas de todo el mundo, donde aun ahora persiste la incertidumbre.
El documento
de 20 páginas ofrece más una guía, o una declaración de intenciones, que un
listado de medidas concretas.
Sus
objetivos, según ha apuntado Zhang Xiwu,
vicepresidente de la Comisión para la Supervisión de
Activos Estatales (SASAC, la SEPI china), son permitir la propiedad
mixta de estas compañías para facilitar que se conviertan en “entidades
competitivas”. Pero la agencia estatal de noticias Xinhua
precisa que continuará en todo caso el control del gobierno. El fin de la
reforma, asegura, es “cultivar un gran número de empresas con un
pilar estatal que cuenten con capacidad de innovación y puedan competir
internacionalmente”.
Es una tarea
complicada. En todo el país existen unas 155.000
empresas de propiedad pública, aunque la mayoría
dependen de los gobiernos locales.
SASAC controla 110, las mayores e implantadas en régimen de monopolio o cuasi
monopolio en sectores que el Gobierno considera estratégicos, desde la banca al
petrolero, pasando por las telecomunicaciones y la producción de acero. Entre
ellas se encuentran gigantes como China Mobile, la mayor empresa telefónica por
número de suscriptores del mundo, el Banco de China o Air China, la compañía
aérea de bandera.
Desde su
posición de dominio en el mercado, han disfrutado de un trato privilegiado, que
ha incluido tanto políticas oficiales favorables como subsidios y muchas
mayores facilidades a la hora de recibir préstamos —los
grandes bancos chinos son también compañías estatales— con respecto a
las empresas privadas. Esto les ha convertido en muchos casos en gigantes burocráticos e ineficaces.
Su reforma
era algo que estaba anunciado desde 2013, cuando el régimen chino acordó una
serie de medidas para facilitar la transición a un modelo económico más
orientado hacia el mercado, aunque siempre bajo el control del régimen.
Entre los
principios que ofrece el plan se encuentra la promesa de que se facilitará la
entrada parcial de una gama de inversores privados, mediante la compra o
intercambio de acciones o la venta de activos en los mercados de capital.
También se permitirá a las compañías públicas “experimentar con la venta de
acciones a sus empleados”.
Se intentará
profesionalizar la gestión de estas firmas, con la contratación de directivos
especializados y la introducción de un sistema de retribuciones
salariales flexible según los resultados que obtenga la empresa. Sus
consejos de administración tendrán más capacidad para tomar decisiones y se aumentará el escrutinio para evitar la
apropiación de fondos públicos.
Continuará
asimismo un proceso que ya ha comenzado a alentarse desde el Gobierno, la
fusión de estas compañías. Este año ya se habían unido
los dos principales fabricantes de trenes de alta velocidad y, según
Xinhua, “se espera que los gigantes estatales administrados por SASAC acometan
procesos masivos de fusiones y compras”, aunque el plan no aporta
detalles al respecto.
Según el
documento, durante el proceso las compañías públicas se dividirán en dos
clases, entidades con fines comerciales y firmas dedicadas a fines sociales. El petróleo, gas, electricidad, ferrocarriles y
telecomunicaciones han quedado designados como sectores adecuados para
la inversión privada de manera parcial.
El plan del Consejo de Estado (el Ejecutivo chino) y el Comité Central del Partido Comunista no establece un
calendario, más allá de asegurar que para 2020
se habrán logrado reformas clave. Pese a que sus objetivos no son especialmente
drásticos, tendrá que avanzar con enorme cuidado. Dado el peso de estas
compañías en la economía y el empleo del país, un fracaso en la reforma podría
tener enormes consecuencias políticas y en la calle. Y ese mismo peso las
convierte en gigantescos lobbys dispuestas a emplear sus excelentes conexiones
en los círculos de poder en contra de cualquier cambio que pueda restarles
influencia.
El profesor Hu Xingdou, del Instituto de Tecnología de Pekín,
advertía que en el ámbito de las reformas “hemos visto mucho ruido y pocas
nueces hasta ahora, no hemos visto efectos reales. Al contrario, las empresas
estatales se están fortaleciendo cada vez más mediante las fusiones. Si esta
situación sigue, la economía china irá empeorando y las reformas apenas
conseguirán efectos”.
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