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domingo, 12 de octubre de 2014

:La OTAN traicionarà a Turquía asi como traiciono EEUU a Argentina con el Tratado Internacional de Ayuda Reciproca.(TIAR) durante la guerra con Reino Unido en 1982 (caray Iran denomina a Turquia el perro de ataque de EEUU) analisis del medio Irani Hispan TV

La OTAN traicionarà a Turquía así como traiciono EEUU a Argentina con el  Tratado Internacional de Ayuda Reciproca.(TIAR) durante la guerra con Reino Unido en 1982 ( Irán denomina  Turquía el perro de ataque de EEUU)


Nota del autor del blog: cuando Turquía se meta y este en guerra unos 6 meses y el Califato de Iraq y Siria contraataque y se meta en su territorios y los Kurdos se independicen  de Ankara y Turquía pida ayuda a EEUU , estos le dirán que están cansados o tal vez otro día o lo pensaran mejor durante unos meses mas, etc,.


Erdogan teme traición de EEUU sobre Siria


http://www.hispantv.pe/detail/2014/10/12/292497/erdogan-teme-traicion-eeuu-sobre-siria


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12/10/2014 12:22

por: Finian Cunningham

La crisis humanitaria que está arrasando la norteña ciudad siria de Kobani, es un caso bastante claro para que todo el mundo lo vea.

Esta crisis se debe principalmente al juego del gato y el ratón en el que los Estados Unidos y Turquía se han implicado por las diferentes tácticas que tienen para el cambio de gobierno en Siria.

Para ellos, el tema principal no es ni el sufrimiento humano ni la derrota del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).

¿Cómo lo podría ser, cuando ambos gobiernos han patrocinado los mercenarios de EIIL entre otros grupos terroristas, para imponer un sufrimiento colosal al pueblo sirio en los últimos tres años?

No, el caso es que Washington está intentando empujar a Turquía a entrar en el territorio sirio, pero al mismo tiempo no permitirle llevar a cabo una intervención que parezca un ataque total contra el Gobierno del país árabe.

En otras palabras, los EE.UU. está tratando de dar un paseo en la región con su perro ataque, Turquía.

La población de Kobani, de mayoría kurda, lleva ya tres semanas luchando contra el grupo terrorista EIIL, mientras que Washington y Turquía, encabezada por el presidente Recep Tayyip Erdogan, parecen estar perdiendo un valioso tiempo en una disputa sobre la forma cómo debe proceder la coalición militar anti-EIIL, liderada por EE.UU.

Los ataques aéreos realizados bajo el liderazgo de los EE.UU. con el supuesto objetivo de acabar con las brigadas de EIIL en el norte de Siria, han fracasado con toda la claridad a pesar de casi dos semanas de bombardeos.

Mientras los kurdos están luchando desesperadamente la última batalla contra el avance de EIIL, el Ejército turco está sentado en sus tanques al otro lado de las fronteras, observando ociosamente la batalla a través de los binoculares.

Esta imagen atroz de la crisis humanitaria demuestra el carácter fraudulento de la llamada coalición anti-EIIL liderada por Estados Unidos.

El país norteamericano y sus socios árabes, encabezados por el conocido tirano, Arabia Saudí, han disparado cientos de misiles y otras municiones al norte de Siria y sin embargo, la “red de la muerte” de EIIL - como llamó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama al grupo terrorista- continúa sin disminuirse.


A un par de kilómetros de Kobani, tanques del Ejército y soldados turcos impiden que los kurdos de Turquía crucen la frontera para ayudar a defender a sus compañeros étnicos en el lado sirio.


Mientras tanto, el Departamento de Estado de Estados Unidos reveló esta semana que el secretario de Estado, John Kerry está teniendo “conservaciones activas” con Erdogan y su primer ministro, Ahmet Davutoglu para “determinar el papel” que Turquía debería jugar en la coalición militar encabezada por el país norteamericano.


La Casa Blanca, ha enviado también esta semana al coordinador de la coalición anti-EIIL en la región, el general John Allen, a Ankara para arreglar el delicado acuerdo con Turquía.


Es evidente que la discordia entre los EE.UU. y Turquía se debe más que nada, a las tácticas de cada uno para cambiar el Gobierno en Siria ya que ambos, están unidos en su objetivo final de derrocar al Gobierno del presidente Bashar al-Asad.

El Parlamento de Turquía votó, la semana pasada, a favor del despliegue de tropas turcas en Siria.

Pero Ankara está dubitativo en espera de una garantía por parte de Washington para asegurarse de que cualquier acción militar por parte de Turquía en Damasco, contará con el pleno apoyo de los Estados Unidos.


Antes de la votación del parlamente al respecto, el presidente turco, dijo: “Estamos listos para cualquier cooperación en la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, todo el mundo debe entender que Turquía busca no soluciones temporales ni permitirá que otros se aprovechen de él”.


“Vamos a seguir dando prioridad a nuestro objetivo de eliminar el régimen sirio”, añadió.


Lo que estas traicioneras palabras revelan es que Erdogan y su neo-otomano Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), tienen miedo de que si retrasan el envío de tanques y tropas a territorio de Siria, los EE.UU. puede dejarlos en la estacada negándoles apoyo en su guerra sin cuartel contra Al-Asad.


Por su parte, los EE.UU. tiene el siguiente recelo: Washington no quiere revelar públicamente que su objetivo es el cambio de Gobierno sirio o al menos, no quiere hacerlo tan pronto como Turquía desea.

Si una invasión turca del norte de Siria se convierte en un asalto obvio a Damasco, todo el mundo sabrá sobre la verdadera naturaleza de la coalición encabezada por EE.UU.; una conspiración criminal para cambiar el Gobierno sirio bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo.

En otras palabras, el alocado Erdogan y sus neo-otomanos están comportando demasiado precipitadamente para el gusto de Washington.


Es por eso que en los últimos días, el Gobierno de Obama está mostrando su frustración con Erdogan. Los estadounidenses quieren que los turcos proporcionen tropas terrestres a su fuerza aérea que opera en Siria, pero además quieren que el plan se lleve a cabo con suficiente decoro ante los ojos del público para no parecer lo que es; una ofensiva para cambiar el régimen sirio.


El periódico “The New York Times” citó esta semana a un funcionario de la administración de Obama:
“A pesar de la catástrofe humanitaria que transcurre en Siria, Turquía inventa excusas para no actuar y evitar otra catástrofe. Esto no es como un aliado de la [Organización del Tratado del Atlántico Norte] OTAN actuaría mientras el infierno se ha desatado a un tiro de piedra de sus fronteras”.

The New York Times también informó que el retraimiento de Turquía “ha profundizado las tensiones entre este país y el presidente Obama, al que le gustaría que Turquía adopte medidas más enérgicas contra el EIIL y deje la lucha contra Al-Asad”.

Lo que el periódico quiere decir realmente es que Obama, tiene intención de dejar la lucha contra Al-Asad “a un momento posterior”.

Si Erdogan se está retrasando, es porque al fondo de su mentalidad maquiavélica sabe que no se puede confiar en los EE.UU. y que podría quedarse atrapado en un atolladero mortal en Siria si Washington decide apuñalarlo por la espalda como suele hacer, tarde o temprano, con todos sus regímenes títeres.


Nacido en 1963, Finian Cunningham, ha escrito extensamente sobre asuntos internacionales, con artículos publicados en varios idiomas. Durante casi 20 años, trabajó como editor y escritor en los principales medios de comunicación, entre ellos The Mirror, Irish Times e Independent. Originario de Belfast, Irlanda, ahora se encuentra en este de África como periodista freelance, donde basado en la experiencia de testigos presenciales, está escribiendo un libro sobre Baréin y la primavera árabe.


El autor fue expulsado de Baréin en junio de 2011 a causa de sus artículos críticos en los que destacó violaciones sistemáticas de los derechos humanos por parte de las fuerzas del régimen bareiní. Es columnista de política internacional para PressTV y la Fundación Cultura Estratégica.

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