CNN
también sostiene que vivir en el Estado Islámico es como vivir en el paraíso y (mucho
mejor que en Venezuela donde hay desabastecimiento total).
El autor del blog lo ve mejor que
vivir en la zozobra en Venezuela
El
grupo que podría ayudar a derrotar al gigante ISIS
http://cnnespanol.cnn.com/2014/10/08/el-grupo-que-podria-ayudar-a-derrotar-al-gigante-de-isis/
Por Barak Barfi
Nota del
editor: Barak Barfi es un investigador en New America Foundation, donde se especializa en
asuntos árabes e islamitas. Ha fungido como el consejero principal de la
familia de Steven Sotoloff, un periodista estadounidense asesinado por ISIS.
Las opiniones expresadas en este comentario son exclusivamente las del autor.
(CNN) — A pesar de enfrentar una fuerte
campaña de ataques aéreos, el Estado Islámico continúa movilizándose a lo largo
de Siria.
Esta semana, intensificó su asedio en
la ciudad kurda siria de Kobani.
Aunque es demasiado pronto como para descartar
la estrategia estadounidense cuyo propósito es "degradar y en última
instancia destruir" a ISIS al apoyarse en los ataques aéreos y los
rebeldes sirios, la semana de apertura fue un completo fracaso.
Para que la
operación sea un éxito, Washington debe aprovechar el apoyo de un grupo que ha
rechazado: los kurdos sirios.
Para
entenderlo mejor, ISIS es la fuerza de combate más poderosa en todo el norte y
el este de Siria. Sus principales competidores islamistas se han ido debilitado
en los últimos meses.
La brigada salafista
Ahrar al-Sham ha visto sus acciones desplomarse después de que Qatar redujera su financiación y tras la muerte de su
líder.
ISIS
sacó a la filial de al Qaeda, Jabhat al-Nusra, de sus bastiones orientales de
Deir al-Zour.
Y
la brigada Tawhid ha
estado a la deriva desde la muerte de su líder el año pasado.
Pero
Washington no tiene sus esperanzas puestas en estos grupos desagradables desde
el punto de vista político para desplazar a ISIS. En lugar de ello, ha armado a
las brigadas más pequeñas y menos poderosas de la organización paraguas
independiente conocida como el Ejército Libre Sirio
y ha anunciado un programa para capacitar a 5.000 rebeldes en Jordania y Arabia Saudita.
Equipar al
Ejército Libre Sirio tuvo un comienzo difícil. Fuentes en Turquía me dijeron
este verano que una brigada intentó vender misiles TOW
antitanques suministrados por Estados Unidos a Jabhat al-Nusra por
25.000 dólares este año.
Proporcionar
dinero, armas y entrenamiento a las unidades del Ejército Libre Sirio no
derrotará a ISIS.
En su lugar,
requerirá un cambio fundamental en el pensamiento del Ejército Libre Sirio. Una
de las fortalezas principales de ISIS es su
cohesión de la unidad. Sus cuadros están
unidos ideológicamente, luchando por la causa del Islam. Estos vínculos
doctrinales aseguran que las unidades no se separen cuando son puestas a
prueba.
En
contraste, las brigadas del Ejército
Libre Sirio a menudo luchan por ganancias materiales y estatus social. En
una situación de combate, sus fuerzas a menudo se desintegran y ya no actúan
como un equipo. Fui testigo de esto por mí mismo, cuando pasé tiempo con ellos
en el frente en 2012 y 2013.
También hay
desafíos más mundanos. No hay grupos de rebeldes que puedan enfrentar a ISIS en
su bastión sirio de Raqqa. En el verano de 2013, el contingente más fuerte de
la ciudad del Ejército Libre Sirio, una alianza independiente conocida como la Brigada no. 11 en su mayoría cedió ante Jabhat al-Nusra.
Cuando
comenzaron los enfrentamientos entre ISIS y otras organizaciones a finales de
2013, ISIS expulsó a Ahrar al-Sham de la ciudad.
Hoy en día,
tiene un absoluto dominio en Raqqa.
Para rodear
y atacar la ciudad, los grupos del Ejército Libre Sirio tendrían que viajar
aproximadamente 160 kilómetros desde sus bastiones del noroeste en Alepo e Idlib. Las limitaciones logísticas (estas brigadas
rara vez luchan más allá de sus regiones de origen) harían que el
reabastecimiento de las unidades de ataque con municiones, alimentos y
combustible no sea viable.
Y si
Washington espera un levantamiento civil para derrocar a ISIS en Raqqa, podría tener que esperar hasta que el Armagedón
que los yihadistas predicen ocurra en Siria.
Los medios
de comunicación occidentales han representado las zonas controladas por ISIS
como mercados de esclavos donde una población civil aterrorizada vive en
constante temor. Pero existe evidencia de que muchos de
ellos no albergan tal temor. Algunos habitantes de Raqqa con los que
hablé vía Skype y en Turquía dijeron que muchas personas en la ciudad apoyan a
ISIS.
¿Y por qué habrían los sirios de
someterse a un grupo que busca controlar la mayoría de facetas de sus vidas?
Porque, como
todo el mundo sabe, lo dijo el presidente Bill Clinton en broma: "Es la
economía, tonto".
En
un país devastado por la guerra donde los civiles deben hacer fila durante
horas para conseguir pan, donde tienen que soportar cortes de energía
constantes y pasan apuros para conseguir combustible, los habitantes de Raqqa
viven en una isla paradisíaca de materias primas.
Los
campos petroleros de ISIS proporcionan gas, sus presas suministran electricidad,
y su burocracia eficiente asegura que las abarroterías cuenten con suficientes
reservas de productos básicos.
El
presidente Barack Obama puede creer que ISIS "ciertamente no es un
estado", pero los sirios bajo su control están
agradecidos por sus servicios estatales.
Lo
más importante es que el grupo garantiza seguridad en un país donde no hay
ninguna.
El caos y el saqueo que caracteriza a
las zonas controladas por el Ejército Libre Sirio son una pesadilla lejana.
Mientras la ciudad de Aleppo, que se encuentra bajo el control
parcial de los rebeldes, podría ser un escenario para
una secuela de "Mad Max", la ciudad de Raqqa, controlada por ISIS, es
un campo de sueños.
Las únicas
otras zonas controladas por los rebeldes que tienen un mínimo de orden son aquellas
que están bajo el control del partido político kurdo
llamado Partido de la Unión Democrática (PYD).
El grupo
gobierna la ciudad del norte en Qamishli y los
pueblos que la rodean. A diferencia de Aleppo,
la economía no ha colapsado, y los residentes no cortan los árboles en busca de
calor. Y en contraste a Raqqa, los kurdos seculares no han expulsado a los
cristianos de Qamishli, sino los han protegido.
Por otra
parte, los temores de Turquía respecto a que un enclave kurdo proporcionaría un
refugio seguro para los kurdos turcos del Partido de
los Trabajadores del Kurdistán (PKK) han resultado infundados. El
Partido de la Unión Democrática ha asegurado que haya calma en la frontera, y
un agradecido gobierno turco ha correspondido al reunirse con sus líderes.
Pero el
mayor activo del Partido kurdo de la Unión Democrática es su buena voluntad de
combatir a ISIS.
Mucho antes
de que las brigadas del Ejército Libre Sirio
estuvieran dispuestas a enfrentar a los yihadistas, el Partido kurdo de la
Unión Democrática hizo de la batalla en su contra su objetivo principal. Y
mientras los grupos del Ejército Libre Sirio que
reciben armas desde Washington, como la brigada Hazm y la División no. 13, han condenado los
ataques aéreos estadounidenses, el Partido kurdo de la Unión Democrática les ha
dado la bienvenida.
Sin embargo,
a pesar de esta coincidencia de intereses, Washington ha rechazado al grupo. Se
niega a reconocer al Partido kurdo de la Unión
Democrática o a apoyarlo, debido a sus vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, una
organización designada como terrorista por el Departamento de Estado desde 1997.
En un país
donde Estados Unidos tiene tan pocos aliados, hacer un cambio en la política
sería un hecho justificado. Depender de
las unidades insignificantes del Ejército Libre Sirio no será suficiente para
derribar al gigante de ISIS. Trabajar con el Partido kurdo de la Unión
Democrática podría ayudar a Washington a alcanzar su objetivo de destruir la
organización.
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