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miércoles, 22 de octubre de 2014

La Dra Nancy Sullivan de Harvard casi logra la vacuna contra el ebola en el año 1999 pero la Merck la desanimo hoy recibe el apoyo de los NIH extraído del WSJ



La Dra Nancy Sullivan de Harvard casi logra la vacuna contra el ebola en el año 1999  pero la Merck la desanimo hoy recibe el apoyo de los NIH

El trabajo de una bióloga podría tener la clave de una vacuna contra el ébola

http://lat.wsj.com/articles/SB10109801331102324877704580230603656149726?tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10109801331102324877704580230603656149726.html



Thomas M. Burton

jueves, 23 de octubre de 2014 0:02 EDT




La doctora Nancy Sullivan conversa con el científico Sabue Mulangu en su laboratorio en Maryland. Jared Soares for The Wall Street Journal


BETHESDA, Md.—Al mundo no le interesaba mucho el ébola en 1997, lo que explica por qué la bióloga celular Nancy J. Sullivan pensó que sería capaz de dejar su huella. Ahora, si el mundo científico encuentra una respuesta al brote del ébola más severo de la historia, el trabajo de Sullivan probablemente será su base.

La investigadora en el Centro de Investigación sobre Vacunas de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) ha trabajado durante años en el desarrollo de una vacuna que se ha comprobado que puede bloquear el ébola en primates de investigación.

Los NIH ahora se apuran por reducir lo que habría sido un plan de prueba de entre cinco a 10 años a unos cuantos meses.

La vacuna está programada a pasar por pruebas completas en seres humanos para principios de 2015 y podría emplearse potencialmente a tiempo para ayudar a detener la enfermedad en la afligida África Occidental.

No hay garantía que esta vacuna funcionará. Compite con al menos otra vacuna, que tiene un mes o más de retraso, en etapa de prueba por la Agencia de Salud Pública de Canadá y NewLink Genetics Corp. NLNK +15.42%  Una u la otra podrían detener el ébola, o ninguna de las dos.

Los medicamentos experimentales para el ébola están siendo producidos para ayudar a tratar casos existentes. Pero estos generalmente escasean, mientras que GlaxoSmithKline GSK.LN +2.61%  PLC, que sería el fabricante, cree que tendría un millón de dosis disponibles el próximo año de la vacuna de Sullivan. Eso significa que, si todo sale bien, podría actuar como un muro alrededor de la epidemia.

NIH ya está realizando estudios de seguridad en personas saludables. El doctor Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas del NIH, que incluye el Centro de Investigación sobre Vacunas, dice que hasta ahora las pruebas de seguridad no han presentado señales de problemas.

Es inusual intentar llevar a cabo un gran estudio clínico para una vacuna, que cubriría entre 5.000 y 30.000 pacientes, en medio de una epidemia, y en una zona del mundo con malas carreteras y electricidad intermitente. El plan actual, presentado en medio de un debate en una reunión reciente de la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, es llevar a cabo un estudio con el rigor de cualquier otro ensayo clínico de EE.UU. en el que algunos trabajadores médicos reciben de manera aleatoria la vacuna y otros un placebo.

Algunas de las preguntas que presenta: ¿Esto es ético? ¿Estarán dispuestos los trabajadores en medio de una epidemia a considerar recibir un placebo? ¿Qué pueblos no recibirán la vacuna? ¿Permitirán las calles llenas de baches y los sistemas médicos abrumados que se pueda llevar a cabo un estudio de este tipo?

Fauci y Ripley Ballou, de Glaxo, están ofreciendo fuertes argumentos a favor de un estudio aleatorio, y señalan que sin una prueba convincente de que una vacuna funciona no se puede usar para poner alto a una epidemia. Además, señalan, este ensayo sería ético ya que no hay garantía para la gente que reciba la vacuna de que es segura o eficaz.

“Tenemos una sola oportunidad para tener éxito con una vacuna”, anota Ballou, que supervisará buena parte del trabajo en África. “Por eso si nota urgencia en mi voz, tendrá toda la razón”.

En 1997, con un doctorado de Harvard, Sullivan se preguntó si debería continuar su trabajo con el VIH. Sentía que el campo estaba demasiado poblado. “Quería encontrar un sitio en el que podría hacer una verdadera diferencia” científicamente, señala.

Las primeras apariciones registradas del ébola ocurrieron en Sudán y Zaire en la década de los 70. Resurgió de nuevo en 1995 en Zaire, ahora llamado República Democrática del Congo, en donde cobró 300 vidas. Después en gran parte desapareció de nuevo, quizás en los murciélagos de fruta que se cree son portadores.

Una vez en el Centro de Investigación sobre Vacunas, Sullivan comenzó a estudiar las vacunas que no tuvieron efecto contra el ébola. Las vacunas tradicionales impiden que los virus entren a las células. Pero ébola tiende a verse arropado por las células humanas. Por lo tanto, una vacuna contra el ébola tendría que emplear una parte diferente del sistema humano de respuesta inmunológica para destruir las células infectadas.

Para finales de 1988, Sullivan había producido una vacuna que ella y sus colegas probaron en monos. El 28 de julio de 1999, se enteró que las pruebas de los monos vacunados mostraron respuestas inmunológicas que “se dispararon”, expresa. Escribió “ Yahoo! YHOO +4.53%  ” en el margen de sus apuntes, percatándose de que había abierto un nuevo camino en la ciencia.

“Estos hallazgos demuestran que es posible desarrollar una vacuna preventiva contra la infección del virus del ébola en primates”, escribieron Sullivan, Nabel y sus colegas en una carta a la revista Nature en noviembre de 2000.

Los científicos quedaron impresionados. Pero todos los demás se encogieron de hombros. El recientemente jubilado director de vacunas en Merck MRK +0.69%  & Co. dijo “no hay mercado para esto”.

La vacuna experimental de Sullivan utilizó en adenovirus humano —el elemento que causa resfriados— como su vehículo para llevar la vacuna a las células humanas. Eso no funcionó ya que los humanos tienen anticuerpos para los virus de resfriados. Varias versiones de vacunas que utilizaban adenovirus humano no funcionaron en las pruebas.

Sin embargo, tras varias pruebas, ella y sus colegas de NIH, Ft. Detrick y la división Okairos de Glaxo reportaron en la revista académica Nature Medicine este año que habían “generado, por primera vez, protección durable contra el desafío del virus letal del ébola”.

Tras recibir autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la NIH comenzó pruebas preliminares de seguridad para humanos.

La siguiente etapa —un estudio clínico en África Occidental— es una tarea mucho más grande. Se llevará a cabo principalmente entre trabajadores médicos que podrían contraer el virus a pesar de tomar las medidas de protección aprobadas. Recibirían de manera aleatoria ya sea la vacuna experimental o un placebo.


“El desorden social y el caos son realmente el mayor riesgo para estas pruebas”, dijo Ballou. Antes de llevar a cabo una parte de un estudio de una vacuna contra la malaria en Ghana, le tomó tres años convencer a las autoridades locales de la importancia de realizarlo.

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