EEUU
aceptara la producción masiva de de uranio enriquecido a Irán para disgusto de Arabia Saudita e Israel que potenciaran al califato de Iraq y Siria
en represalia.
La
ofensiva del Estado Islámico complica el pacto nuclear con Irán
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/14/actualidad/1413297121_883688.html
A semanas del plazo pactado, Kerry y
su homólogo iraní se reúnen para impulsar el diálogo
ÁNGELES
ESPINOSA
Dubái
14
OCT 2014 - 23:33 CEST13
Una columna de humo el martes en
Kobane tras un bombardeo de la coalición liderada por EE UU contra el EI / ARIS
MESSINIS
“Todos han aceptado que las sanciones deben
eliminarse y ya nadie busca que Irán no enriquezca [uranio]”, aseguró el presidente iraní, Hasan Rohaní, durante una entrevista a la televisión
de su país el lunes por la noche.
Sus
palabras, justo en vísperas de la octava ronda de negociaciones nucleares que
desde el martes se celebran en Viena, transmitían la convicción de que va a
lograrse un acuerdo antes de que venza el plazo fijado el próximo 24 de noviembre.
El
secretario de Estado norteamericano, John Kerry, declaró ayer que esa fecha no
es “inalcazable” y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, con quien se reunió en
París, considera que tampoco es “sagrada”. Sin embargo, y a pesar de los
avances realizados, resulta difícil ver cómo van a superarse los obstáculos
técnicos sin un nuevo impulso político.
Los
dirigentes iraníes son conscientes de ello. De hecho, durante su visita a la
ONU el mes pasado, el propio Rohaní dijo que si se alcanzaba un acuerdo
nuclear, no le cabía la menor duda de que “la situación entre Estados Unidos e Irán
sería completamente diferente”. Aunque no estableció un vínculo
directo, miembros de su delegación se encargaron de filtrar a algunos medios la
disponibilidad de Teherán para contribuir a la
estabilidad en Oriente Próximo y en la lucha contra el autodenominado Estado
Islámico (EI).
Desde que el
año pasado, Irán y las seis grandes potencias (EEUU,
China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania)
firmaran el Plan de Acción Conjunta en medio de una gran expectación mediática,
las sucesivas rondas negociadoras sólo
han revelado sonrisas y buenas palabras.
Teherán ha
cumplido su compromiso de congelar el programa nuclear, reduciendo tanto su
producción de uranio enriquecido como sus reservas de ese producto. A cambio ha
obtenido 9.800 millones de dólares que tenía bloqueados
por las sanciones internacionales, apenas un 3% de su producto interior bruto
en 2013 y una fracción de los 100.000 millones de dólares largos afectados por
esas restricciones.
Nota del autor del blog : EEUU le ha
robado a Irán 100,000 millones de dólares y solo les ha devuelto el 3% esos 9800
millones que les ha desbloqueado
Quizá lo más
llamativo haya sido el deshielo en las relaciones entre la República Islámica y Estados Unidos, que después de 35
años sin lazos diplomáticos han vuelto a hablarse. Este miércoles mismo, el
secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se reunirá en Viena con su
homólogo iraní, Mohammad Javad Zarif, para
impulsar las negociaciones nucleares. Ambos han reconocido, no obstante, que
aún quedan importantes asuntos por resolver.
Las
diferencias se centran en el número de centrifugadoras que Irán va a poder
conservar y la duración de la supervisión internacional de su programa. Esos
aparatos enriquecen el uranio para convertirlo en combustible nuclear o, a un
mayor alto grado de pureza, material fisible para una bomba.
Limitar su
número a 1.500, como pide EEUU (o incluso a 4.500 como se ha filtrado que
estaría dispuesto a aceptar), retrasaría el tiempo que Teherán necesitaría si
pretendiera fabricar una bomba atómica, decisión que los propios servicios
secretos estadounidenses reconocen que no ha tomado.
Irán
ya tiene 19.000 centrifugadoras instaladas, 10.200 de ellas en funcionamiento, y aspira a tener más para alcanzar
una producción industrial de combustible nuclear. Pero la preocupación de los
negociadores iraníes es, sobre todo, cuánto va a durar esa limitación
extraordinaria a su programa (EEUU
hablaba de 20 años, algo inaceptable para Teherán).
Además, insisten en un levantamiento inmediato
de las sanciones, mientras que Washington y sus aliados quieren un calendario
para asegurarse del cumplimiento de lo que se pacte.
Muchos
analistas se muestran convencidos de que esos asuntos, aunque se interponen en
el camino hacia el acuerdo, no son la causa última de la falta de avance de las
negociaciones.
“La cuestión nuclear,
al igual que las sanciones, es sólo un medio para contener a Irán”, ha escrito Shirin
Hunter. (Los dirigentes iraníes llevan años diciéndolo, aunque el
secreto en el que iniciaron el programa atómico primero y la actitud desafiante
mostrada por el anterior presidente, Mahmud Ahmadineyad,
también contribuyeron a la desconfianza internacional).
Por ello, la
sugerencia de un gran pacto lanzada por Rohaní en la
ONU ha resultado tan atractiva para muchos comentaristas.
Más, cuando Irán y EEUU se han convertido de facto en aliados frente al
EI en Irak.
Sin embargo, sólo hay que cruzar la
frontera de Siria para ver cómo sus intereses divergen.
Además,
los aliados árabes de Washington poco menos que le han dado a elegir entre
ellos o los iraníes.
De ahí que,
si todo va bien, lo más que pueda esperarse en noviembre es un nuevo acuerdo
provisional que consolide los avances logrados a cambio de un nuevo relajo en
las sanciones, como sugiere Gary Samore del Centro
Belfer de Harvard.
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