La
deflación es el nuevo fantasma que asusta a los mercados globales
http://lat.wsj.com/articles/SB10230691462901074025204580218990399205792?tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10230691462901074025204580218990399205792.html
por:
Jon
Hilsenrath y
Brian Blackstone
viernes,
17 de octubre de 2014
0:02 EDT
Un vistazo a la deflación y sus
efectos.
Detrás de la
agitación en los mercados acecha un temor que las autoridades creían haber superado
hace unos años: la deflación.
Una
caída generalizada en los precios al consumidor surgió como una gran preocupación tras la crisis de
2008 al evocar la Gran Depresión de los
años 30 y las dos décadas perdidas de Japón.
Los bancos
centrales del mundo han desplegado en los últimos años una variedad de
políticas de crédito fácil para combatir sus efectos debilitantes.
Ahora, sin
embargo, nuevas señales de desaceleración global,
la caída en los precios de las materias primas
y las acciones y los menores retornos de los bonos
sugieren que el riesgo de una deflación sigue latente.
Tales
amenazas se producen cuando la Reserva Federal de Estados Unidos se encamina a
poner fin este mes al programa de compra de bonos que ha sido una de las
principales herramientas en su lucha contra la caída de los precios.
Las preocupaciones por una posible
deflación son más
pronunciadas en Europa y Japón, dos economías
donde las autoridades tienen problemas para reactivar el crecimiento económico.
Sin embargo,
las caídas recientes en los precios de los commodities
sugieren que un descenso en los precios al consumidor —aunque no necesariamente
una deflación— podría transformarse en un fenómeno más
amplio, que repercutiría en EE.UU. y los mercados emergentes. (como Perú y Chile grandes exportadores de piedras)
El presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi
enfrenta oposición a una intensificación de las medidas para combatir la
deflación en la zona euro. Reuters
Los temores
han impactado los mercados, en especial los de Europa.
Los inversionistas se desprendieron
el jueves de acciones y bonos de las economías consideradas más débiles de la
zona euro, como Grecia, Portugal, España e Italia en la segunda
jornada de una ola de ventas que trajo a la memoria los momentos más delicados
de la crisis de la deuda entre 2010 y 2012.
Las
principales bolsas europeas cayeron, con la salvedad de Alemania, pero el acontecimiento más
dramático tuvo lugar en el mercado de renta fija, donde el rendimiento del bono soberano de Grecia
a 10 años se disparó más de un punto porcentual para alcanzar casi 9%.
Tasas de
interés tan altas vuelven prácticamente imposible que el gobierno griego acuda
a los mercados para financiar las necesidades del país.
“Lo que observamos es
la revelación de que la situación en la zona euro es muy precaria”, indicó Charles
Wyplosz, profesor de economía internacional en el Instituto de Postgrado
de Ginebra. “Estamos sentados en un polvorín”.
Los mercados
estadounidenses, en cambio, repuntaron hacia el final de la sesión y cerraron
con leves pérdidas.
El Promedio Industrial Dow Jones descendió 24,50 puntos,
0,15%, a 16.117 unidades.
El S&P 500 ganó apenas 0,27 puntos para ubicarse en
1.862 unidades y el Índice Compuesto Nasdaq,
donde predominan las empresas de tecnología, cerró 2,07
puntos al alza a 4.217 unidades.
Los temores
por la deflación son especialmente pronunciados en Europa,
donde la inflación anual en los 18 países que
utilizan el euro alcanzó 0,3% el mes pasado, un
mínimo de cinco años y un nivel muy por debajo de la meta del Banco Central
Europeo de poco menos de 2%.
Cuando la
inflación es tan baja, no haría falta un golpe muy violento —como el
debilitamiento de Alemania o tensiones geopolíticas en la vecina Ucrania— para
que la economía caiga en deflación. Algunos países de
la zona euro, como Italia, ya lo están.
El riesgo de
deflación en Europa es “un temor real”, sostuvo en una entrevista Jeremy Stein, profesor de la Universidad de Harvard y ex
gobernador de la Reserva Federal de EE.UU. “El tratamiento correcto (para
las autoridades) es ser agresivos”, aseveró.
El presidente
del BCE, Mario Draghi, tomó medidas para combatir la deflación en junio y
septiembre, al llevar a la institución que encabeza a reducir la tasa de
interés a mínimos históricos y presentar un plan de préstamos a bancos y
compras de valores respaldados por activos y bonos cubiertos.
Pero hay
poco consenso para emprender medidas más enérgicas —el tipo de estímulo
monetario que han desplegado la Fed, el Banco de
Inglaterra y el Banco de Japón— como compras a gran escala de bonos soberanos.
El responsable
del banco central de Alemania, Jens Weidmann, ha
dejado en claro su oposición a esta clase de medidas y otros miembros del
consejo de gobierno del BCE parecen apoyar su argumento de que las compras de
bonos no servirán de mucho si los costos de endeudamiento soberano y
corporativo son muy bajos.
Las economías en aprietos como Francia
e Italia tienen una difícil elección por delante: tomar más medidas
de austeridad para reducir su déficit fiscal, lo que acentuaría la debilidad de
sus economías, o pasar por alto las reglas presupuestarias de la UE que exigen
déficits bajos, lo que dañaría su credibilidad en Europa.
La
resistencia que enfrenta Draghi ha puesto en duda la fe de algunos
inversionistas en que las autoridades europeas combatirán la amenaza. “Ahora
la mayoría de los inversionistas reconoce que la capacidad de los bancos
centrales de hacer frente a lo que aqueja a la economía global es menor de lo
que creían”, señaló Mohamed El-Erian, asesor
económico en jefe de Allianz Group.
En tanto,
hace poco Japón había comenzado a registrar un
crecimiento sostenido, que ayudó a llevar su tasa de inflación por encima de 1%, tras años de deflación intermitente. Pero la
inflación volvió a debilitarse en
los últimos meses conforme la economía
perdió fuerza después de un aumento del impuesto al valor agregado. Ahora,
el gobierno debe decidir si volver a subir el impuesto a las ventas, lo que
podría frenar aún más el crecimiento. Las dificultades de Japón, a pesar del
enorme estímulo inyectado por el banco central, ilustran lo difícil que es para
una economía salir de la deflación.
La debilidad
del crecimiento global “debe ser una preocupación para todas las
economías”, dijo el gobernador del banco
central de India, Raghuram Rajan, en una reciente entrevista con The Wall Street Journal.
La situación
de EE.UU. es muy distinta a la de Europa y Japón.
La inflación ha estado subiendo y se acerca al objetivo de 2% de la Fed, pero ahora enfrenta una tendencia a la
baja ante el débil crecimiento global y al fortalecimiento del dólar.
En tanto, la
Fed se encamina este mes a terminar con su programa de estímulo a través de la compra de bonos
que lanzó en septiembre de 2012.
—Marcus Walker y
Charles Forelle contribuyeron a este artículo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario