Cuidado Perú:
Rodrigo de Rato y Figadero el mega
estafador (economista y político ) es asesor del Banco Santander y de Telefónica
, además Santander tiene en sus filas a un
haker : Ricardo Morado, exdirector
de organización y sistemas de la caja, un
experto en despilfarrar dinero ajeno, se gasto medio millón de euros con
su tarjeta opaca o Black que le llaman (dinero d e los contribuyentes) los 2 son expertos en fraude, fijación de precios y malversación de fondos
No
sólo es Rato: Santander mantendrá a Morado, el segundo que más gastó en 'black'
http://www.elconfidencial.com/empresas/2014-10-25/no-solo-es-rato-santander-mantendra-a-morado-el-segundo-que-mas-gasto-en-black_409895/
TARJETAS VIP DE CAJA MADRID
Ricardo
Morado (izquierda).
Eduardo
SegoviaTwitter
25/10/2014 (05:00) 0
Banco
Santander no sólo tiene
el problema de Rodrigo Rato derivado de las tarjetas de Caja Madrid. Tiene otro menos conocido
pero incluso más importante: Ricardo Morado,
exdirector de organización y sistemas de la caja, y el segundo que más dinero
gastó con su tarjeta, 448.300 euros. Actualmente es director de riesgo tecnológico
y operativo en el banco que preside Ana Patricia Botín, que no tiene ninguna
intención de despedirle porque aquellos hechos tuvieron lugar en otra entidad
antes de que se incorporase al banco.
"Lo que hizo lo
hizo en otra organización, en su desempeño dentro del Banco Santander no hay
ningún motivo para despedirle. Por tanto, no hay ningún cambio en su situación
actual",
explica un portavoz de la entidad, que añade que, cuando se le contrató, nadie
conocía la existencia de la tarjeta black. Asimismo, recuerda que Rato no es
empleado del banco (es miembro de su consejo asesor
internacional), mientras que Morado sí lo es.
No obstante,
esta circunstancia hace que la presencia de Morado sea más grave que la del exvicepresidente del Gobierno, porque los
empleados están obligados a cumplir un código ético, algo que no está claro en
los miembros del citado consejo asesor. Y este código establece, por ejemplo,
que "queda prohibida la solicitud o la aceptación de cualquier tipo de
pago, comisión, regalo o retribución por operaciones efectuadas por el Grupo,
así como obtener de otra forma provecho de la posición que se ostenta en el
mismo en beneficio propio". Asimismo, impone que los trabajadores del
banco "cuidarán de que la realización de gastos se ajuste estrictamente
a las necesidades".
Rodrigo
Rato. (Reuters)
El banco
sostiene que estas normas sólo afectan a su actuación dentro del Santander, no
a lo que hizo en el pasado. Pero es más difícil aplicar este criterio a otras
normas referidas a la fiscalidad: "Los Sujetos del Código evitarán todas
aquellas prácticas que supongan la ilícita elusión del pago de tributos en
perjuicio de la Hacienda Pública", sin hacer referencia al origen
de dichas obligaciones. Igualmente, señala que "Los Sujetos del Código
evitarán en todo caso la utilización de estructuras de carácter opaco con
finalidades tributarias", y precisamente la denominación de tarjetas black proviene de su opacidad.
En todo
caso, el primer banco español no piensa tomar medidas contra Morado por el
posible incumplimiento de estos preceptos. Además, fuentes conocedoras de la
situación explican que sería difícil
justificar como procedente un despido basado en las tarjetas VIP y que el
caso acabaría con toda seguridad en Magistratura, donde el banco tendría que
justificar que la actuación de este
directivo en Caja Madrid perjudica al Santander.
Hay que
recordar que Morado es el segundo implicado en
el escándalo de las tarjetas que más dinero se gastó con ella, sólo por detrás
de Ildefonso Sánchez Barcoj (575.100 euros) y
por delante de Miguel Blesa (436.700). Como
informó en su día El Confidencial, la mayor parte de esa cantidad fue retirada
en efectivo en cajeros o ventanillas para que no se pudiera controlar en qué se
lo gastaba, aunque antes de adoptar esta práctica realizó algunos gastos
relacionados con el esquí y pagó numerosas comidas con su tarjeta B.
Morado se llevó más de un millón de indemnización
Morado se
incorporó a Caja Madrid procedente de la consultora McKinsey
como director general de sistemas y organización, es decir, responsable de
tecnología. En ese puesto, que mantuvo hasta su salida, manejó un megapresupuesto de unos 1.000 millones de euros para
renovar toda la informática de la entidad en un período de cuatro años. Fue despedido a mediados de 2010 con la sustitución de
Blesa por Rato en la presidencia de la caja, con una indemnización situada
entre el millón y el millón y medio de euros, en función de las fuentes
consultadas. Una indemnización jugosa pero muy lejos de los más de 6 millones que se llevó Matías Amat o a los casi 5 de Enrique
de la Torre (también titulares de tarjetas B).
Sánchez
Barcoj, el que más
dinero gastó en 'black'. (Efe)
Existe
cierta polémica sobre si Morado respetó el período de incompatibilidad (el llamado
garden leave) que conllevaba esta indemnización. Algunas fuentes aseguran que
era de dos años, en cuyo caso habría incumplimiento porque se incorporó al
Santander en 2011. En cada directivo ese período se pactaba individualmente.
Otra fuente quita importancia al tema: "A Rato no le importaba si se respetaba
o no. Él y Norniella querían hacer limpieza y les daba igual dónde se fueran
los que echaban o cuándo".
Morado
tiene actualmente el cargo de director del área de riesgo tecnológico y
operativo en el Santander,
y depende del director general de tecnología, José María Fuster.
La
patata caliente de Rato
En cuanto a Rodrigo Rato, Ana Patricia Botín sigue esperando que
presente él la dimisión -al igual que ha pedido la baja
en el Partido Popular- para no tener que tomar ninguna decisión al
respecto. Sin embargo, fuentes cercanas al expresidente
de Bankia aseguran que no tiene intención de hacerlo porque sostiene -lo
ha hecho ante el juez- que no ha cometido ninguna ilegalidad que le obligue a
renunciar.
En esa
tesitura, la pelota está en el tejado del Santander,
que debe tomar una decisión complicada. Hay que recordar que cuando le fichó para su consejo asesor ya estaba
imputado por el 'caso Bankia' y que su consejero
delegado, Javier Marín, le ha defendido a capa y espada en varias
presentaciones trimestrales. En esta posición tan incómoda, algunas fuentes
afirman que su actitud será esperar a que pase el revuelo mediático y tomar
decisiones sólo si la Justicia le obliga. Pero la última palabra la tiene la
presidenta.
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