La
influencia del Estado Islámico se expande a Líbano
http://lat.wsj.com/articles/SB11298764822961154139104580228571664514804?tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB11298764822961154139104580228571664514804.html
Yaroslav
Trofimov
Actualizado
martes, 21 de octubre de 2014 15:52 EDT
Libaneses
suníes marchan en Tripoli. TK
TRÍPOLI,
Líbano -- Al jeque Nabil Rahim le preocupa lo que dicen en estos días los
enfadados adolescentes de los barrios pobres de esta ciudad libanesa, la segunda mayor del país y centro neurálgico de su
comunidad musulmana suní.
Nota del autor del blog: No confunda
con Trípoli la capital de Libia .
“Dicen que
queremos al Estado Islámico, el Estado Islámico va a venir; aunque realmente
nunca han hablado con nadie del Estado Islámico”, dijo Rahim, un influyente
predicador salafista que pasó varios años encarcelado acusado de terrorista.
El apoyo a
otros movimientos islamistas menos radicales se ha reducido, agregó, “porque
no cuentan con todas esas grandes victorias”.
En el barrio Bab-el-Tabaneh de Trípoli, dominado ya por una
milicia islamista y en el que los controles del ejército libanés son atacados
con granadas o armas ligeras casi cada noche, el apoyo a los radicales suníes
del EI está claro.
todas estas son imágenes de Trípoli en Líbano.
note en la costa la ciudad de Trípoli
Al EI le separan de Líbano los bastiones del régimen
sirio, por lo que no se hará con el control de Trípoli a corto plazo.
Pero la
amenaza que supone desde dentro de la comunidad libanesa es insidiosa. Entre la
comunidad suní libanesa --el 27% de la población, según
la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, o CIA-- este
movimiento extremista y violento está encontrando un terreno abonado con el mismo tipo de resentimiento y alienación que
facilitó su meteórico avance en Siria e Irak.
“Aquí hay injusticia.
Hay marginación”,
indicó Mouin Merheby, parlamentario libanés y defensor de la comunidad suní de
Trípoli y el norte del país.
Los 15 años
de devastadora guerra civil en Líbano concluyeron en 1990 con un tratado que
debía dar poder a los suníes al fortalecer al primer ministro --suní por
acuerdo-- frente al presidente, cristiano por designación.
Pero el
asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri en 2005,
del que muchos responsabilizaron a sus partidarios del régimen
sirio y su aliado chií Hezbolá, privó a
los suníes libaneses de un líder moderado y carismático y llevó a muchos hacia
la alternativa islamista.
Desde
entonces, los suníes libaneses han asistido consternados al ascenso de Hezbolá, que tiene un potente brazo armado, hasta
llegar a dominar el Estado libanés, especialmente tras mostrar su fuerza cuando
se hizo brevemente con el control de un importante barrio suní en Beirut en
2008.
En una
región consumida ya por el conflicto sectario, el sentimiento de injusticia
creció ante el hecho de que Hezbolá ha intervenido directamente en la guerra
civil siria ayudando al régimen del presidente Bashar al-Asad a combatir a los
rebeldes suníes, con los que simpatizan muchos suníes libaneses.
Esa
intervención ha llevado también la guerra a Líbano, ya que los rebeldes sirios atacaron en agosto al ejército libanés,
que consideran aliado de Hezbolá, en la zona montañosa de Arsal a lo largo de la frontera.
“Hay un gran problema:
la situación está desequilibrada”, dijo Nohad Machnouk, ministro
del Interior del Gobierno de coalición libanés y uno de los principales
políticos suníes.
“Los suníes sienten
como si Hezbolá estuviera combatiéndolos en Siria. Siempre sienten que no se
les permite hacer esto o lo otro mientras que otros partidos, como Hezbolá, sí
pueden hacer esto y lo otro”.
Los que
traducen esta frustración en un apoyo al EI “son hasta ahora muy pocos”, dijo
Machnouk en una entrevista. “Insisto en lo de ‘hasta ahora’. Depende de
cómo se desarrolle la situación en Irak y luego en Siria (...) Somos parte de
la región y ahora estamos en la guerra siria y en la guerra iraquí”.
Los vecinos de Bab-el-Tabaneh aseguran que se les ofrecen hasta US$1.500 al mes por
unirse al EI, una cantidad alta en esta zona donde predomina la
precariedad.
El EI, que hasta ahora no tiene acceso al mar, busca
entrar en Trípoli porque hacerse con una ciudad portuaria le daría la muy
necesaria salida al mar, señaló un general del ejército libanés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario