Conversaciones
con el futurólogo de la inteligencia artificial Marvin Minsky , (nuevas
enfermedades como el ebola están mutando más rápidamente como consecuencia del
cambio climático , se vienen nuevas pandemias)
Marvin Minsky en una imagen de archivo.
CONVERSACIONES
CON FUTURO | MARVIN MINSKY »
“Nadie está al frente del
planeta”
El científico neoyorquino,
considerado como uno de los padres de la Inteligencia Artificial, augura un
futuro de hombres biónicos
JOSEBA
ELOLA
Madrid
31
AGO 2014 - 00:00 CEST24
Minsky, el
pasado mes de junio, en el salón Cánovas del Hotel Palace de Madrid. / BERNARDO
PÉREZ
El célebre
autor de ciencia ficción y divulgador científico Isaac
Asimov solía decir que solo había conocido a dos personas más
inteligentes que él en su vida: Carl Sagan, el
reputado astrónomo norteamericano, y Marvin Minsky,
considerado como uno de los padres de la Inteligencia Artificial. El propio
Minsky confirma que no se trata de una leyenda. Acodado en una confortable
butaca de la sala Cánovas del hotel Palace de Madrid, el científico neoyorquino
recuerda el episodio que originó esta historia que adorna su brillante
biografía.
Ocurrió en
1973, y fue en un viaje en el que varios científicos y escritores de ciencia
ficción se subieron a un barco en el Mar Caribe
para observar el cometa Kahoutek. Los
movimientos del navío desencadenaron una conversación en la cena acerca de la
inclinación del barco. Minsky echó mano de un tapón de corcho, dos tenedores y
una botella para explicar a los comensales cómo medir esa inclinación. Todos
quedaron boquiabiertos.
Marvin
Minsky es uno de los
científicos que en 1956 participó en la mítica conferencia de Dartmouth en que se acuñó el término de Inteligencia Artificial —que engloba a ordenadores y
robots que siguen los patrones de la inteligencia humana—.
En 1959
fundó junto a John McCarthy el Laboratorio de
Inteligencia Artificial del prestigioso
Massachusetts Institute of Technology.
Un visualizador de gráficos que se
lleva en la cabeza, un brazo robótico y el microscopio confocal,
muy usado en biología, son algunos de sus más destacados logros profesionales.
El pasado mes de junio recibía uno de los premios Fundación BBVA Fronteras del
Conocimiento y acudía a Madrid para recibirlo. A sus 87 años, Minsky no ha
perdido la lucidez, y, mucho menos, el sentido del humor. El autor de La
Sociedad de la mente demuestra que la cabeza le sigue funcionando perfectamente.
Cuatro ideas
¿Un libro?
“Cualquiera de Larry Niven y Gregory Benford, que son
los mejores autores de ciencia-ficción ahora mismo; son los Asimov de hoy en
día”.
¿Una voz que debería ser escuchada?
“La de H. G. Wells. Fue el mejor autor de ciencia-ficción
de todos los tiempos”.
¿Una cita?
“Una de Einstein: ‘Todo debe hacerse lo más
simple posible, pero no más sencillo”.
¿Una idea o medida concreta para un mundo
mejor?
“Tal vez sea
demasiado tarde, pero necesitaremos que haya menos población”.
Pregunta. Profesor,
¿qué podemos esperar en el campo de la Inteligencia Artificial en los próximos
años?
Respuesta.
Es difícil de predecir. El progreso era muy rápido en los años sesenta y
setenta porque había mucha investigación en Estados Unidos. Después, se
ralentizó. En los 80 todavía llegaba dinero, los jóvenes podían investigar en
lo que quisieran. Luego hubo un cambio, la iniciativa pasó del campo militar al
civil, lo que condujo a una mayor regulación. Las inversiones tenían que ser
rentables en uno o dos años. Estoy acostumbrado a tiempos en que el progreso
era muy rápido: antes había ideas nuevas cada cinco años. Ahora, cada 15.
P. Sin embargo, mucha gente tiene la
percepción de que estamos en una era de grandes avances tecnológicos que
cambian la vida de la gente: el iPhone, los drones, los coches inteligentes…
R. En los años 60 ya teníamos Internet. Yo crecí con
eso. Éramos una pequeña comunidad y vimos hace tiempo el equivalente del
iPhone. Ahora, el mundo, poco a poco, está recibiendo esos cambios. Pero no sé
qué hacen con ellos. Los ordenadores
tienen más memoria, pero la memoria está llena de nada. Yo crecí en una
comunidad de ciencia ficción. Isaac Asimov vivía
cerca de mí; Arthur C. Clarke habitó en mi casa
durante un tiempo. Así que, es raro, pero en mis días de estudiante, yo ya vivía
el futuro. Con ellos hablaba de futuros posibles.
P. ¿Y cuáles son ahora los futuros posibles?
R. Nadie
está al mando del planeta. Los países queman petróleo para ganar dinero, pero
no saben que se están destrozando a sí mismos porque el planeta se calienta…
algún día ya no habrá necesidad de calentar nada.
Nos
convertiremos en máquinas más fáciles de reparar y mejorar”
P. ¿Y qué se debería hacer?
R. Estamos
en una situación extraña: todo el mundo sabe que el sistema es inestable, pero
nadie puede permitirse arreglarlo. Ahora mismo el consenso es que habrá una crisis de temperatura alrededor de 2050 si
la población sigue creciendo. Varían las estimaciones sobre cuándo sucederá,
pero hay acuerdo general en que las
cosas están fuera de control. La gente con la que hablo está convencida de
que esta es la emergencia más seria que existe, el calentamiento de la
atmósfera. Y podría haber otras cosas
incluso más urgentes de las que la gente incluso no se ha dado cuenta.
P. ¿Por ejemplo?
R. Bueno, no
sé. Tal vez las
enfermedades están mutando más rápido por las altas temperaturas;
son cosas en las que no se ha reparado y que en 50 años
tendrán un mayor efecto.
Antes había ideas nuevas cada cinco
años. Ahora, cada 15”
P. ¿De quién es la responsabilidad de la
situación en la que estamos, es un problema de los políticos que nos gobiernan?
R. Nadie
está al mando, no se puede culpar a nadie, todo el mundo es responsable. Es
extraño. No hay un superpoder con el que enfadarse, ante el que ejercer la
queja.
P. Aparte de
lo que se ha descubierto en el campo de la Inteligencia Artificial, ¿en qué campos diría que se han llevado a
cabo los descubrimientos más notables en los últimos años?
R. En Genética. Es difícil pensar en una era en que se
haya descubierto tanto en tan poco tiempo. Hace 20 años se sabía que había
genes, pero no cómo funcionaban.
P. ¿Qué podemos esperar en este terreno?
R. Después
de un largo tiempo estaremos diseñando
nuevos animales. Llevará años, pero ya estamos preparados para hacer
cambios interesantes en animales que ya existen.
Nota del autor del blog:Digamos monos inteligentes
para usarlos como bombas. o como informantes
Minsky echa
un trago al zumo de naranja que hay sobre la mesa. Enfrente están su mujer y su
hija, atentas a lo que pueda necesitar.
Se queja del
rumbo que han tomado los proyectos de investigación en su campo. “Me pongo
nervioso con la popularidad de dos o tres proyectos que intentan analizar el
cerebro humano. Creo que es un gran error empezar grandes proyectos cuando aún
no se ha analizado el cerebro de una libélula o de un ratón.
Es como
intentar construir un coche cuando aún no has hecho una bicicleta”. Minsky
asesoró en cuestiones científicas a Stanley Kubrick para el rodaje de 2001,
Odisea en el espacio. Y a Michael Crichton para la escritura de Parque
Jurásico. Recuerda que, en este último caso, apenas fueron cinco minutos de
conversación en la playa de Santa Mónica. Los suficientes para hablar de
fósiles, células y dinosaurios.
P. Usted
lleva toda la vida investigando en el campo que relaciona al hombre con la
máquina. En el futuro, ¿las máquinas
llegarán a ser más inteligentes que los hombres?
Habrá una crisis de temperatura alrededor de 2050
si la población sigue creciendo”
R. Puede ocurrir. Es tan fácil construir
máquinas y tan difícil cambiar la biología. Si cambias un gen, los niños serán
distintos y no sabes cuáles serán los efectos. Pero si diseñas una máquina,
puedes separar funciones. Cuando comprendamos cómo construir sistemas
biológicos, todo cambiará; los actuales son difíciles de cambiar porque hay
muchas interconexiones. En el futuro reemplazaremos la biología con sistemas
menos complicados que puedan evolucionar más rápidamente. Reemplazaremos
nuestra biología por mejores formas de ingeniería. Nos convertiremos en máquinas más fáciles de reparar y mejorar.
P. Usted habla de un futuro de hombres
biónicos.
R. Sí, pero
sin fallos. Puede que queramos evolucionar en una dirección menos orgánica, de
modo que podamos repararnos a nosotros mismos, vivir más tiempo y cambiar lo
que haga falta sin tanto riesgo.
P. O sea, mentes humanas dentro de las
máquinas.
R. Tal vez
la biología no sea una manera muy segura de existir; se autorepara, sí; pero
resulta limitada.
P. Los desarrollos en la Inteligencia
Artificial van a colocar al hombre frente a decisiones éticas importantes.
¿Cuáles son los principales dilemas a los que nos enfrentaremos?
R. En algún
momento del siglo tendremos máquinas que parecerán muy inteligentes y en muchos
campos serán más expertas que la gente. Algunas ya lo son, como todo lo que
requiere una gran cantidad de conocimiento superficial: los sistemas de Big
Data son mejores que la gente en muchas cosas. Hay un par de máquinas que tienen sentido común. Una es CYC, y está en Texas; puedes registrarte y hacerle
preguntas.
P. ¿Y cómo será un mundo en que las máquinas
sean más inteligentes que el hombre?
R. Es
difícil de saber, si hay competencia, cuáles serán los objetivos; puede que a
las máquinas no les interese la gente.
P. ¿Y a qué podría conducir eso?
R. A todo
tipo de desastres, y también muchas cosas buenas. Podemos hacer máquinas que
vivan en un planeta frío o raro.
P. ¿Y cuáles serían las cosas positivas?
R. Es
difícil de predecir.
P. Profesor,
una última pregunta: ¿A usted la vida
qué le ha enseñado?
R. Tienes
que quedarte en la acera y no echarte a la carretera.
P. ¿De
verdad?
R. Es una
broma.
P. ¿Y en serio?
R. Que uno
solo se puede creer las bromas. Bueno, y he aprendido que la gente tiene buenas
ideas y luego se para: si continuaran un poco más, conseguirían mucho más. No
sé por qué se paran y pasan a otra cosa. La gente trata de hacer demasiadas
cosas.
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