El
‘fracking’, bajo sospecha de contaminar el agua con radiactividad e hidrocarburos
aromáticos polinucleares cancerígenos.
Nota del autor del blog: la
pechblenda un mineral radiactivo es soluble en agua caliente, además el radón radiactivo
producto de la descomposición de otros átomos radioactivos migrara al agua subterránea
dando ocasión para desencadenar cáncer pulmonar y otros además loa
hidrocarburos aromáticos polinucleares son cancerígenos y se pueden mezclar con
agua.
Nota del autor del blog: para
lavarse las manos con aceite o disolver aceite en agua empleamos jabón que es más
o menos alcalino, este jabón tiene una parte iónica, el ion acetato y , una
parte de hidrocarburo que se disuelve en el aceite, así el jabón disuelve el
aceite en el agua y las manos se lavan.. Pero ese surfactante que lo disuelve y que es algo alcalino también
disuelve a algunos minerales radiactivos
como la pechblenda la cual pasara a contaminar el agua de los acuíferos, además
la pechblenda solita se disuelve en agua caliente.
Ver aplicaciones y usos del uranio - Comunidad de
Madrid
http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application%2Fpdf&blobkey=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1202793916999&ssbinary=true
Ver la página 94, es la misma tecnología para extraer el gas de esquisto.
Ver también
miércoles, 27 de abril de 2011
http://economiaytecnologiaentrujillo.blogspot.com/2011/04/extraccion-de-uranio-de-las-rocas.html
La lixiviación básica
Donde el Ion carbonato actúa como un agente quelante o acomplejante
_ _ _ _ _ _ _
U308+ O +9CO3 +3H2O = 3UO2 (CO3)3 +6OH
_ _ _ _ _ _ _
3UO2 (CO3)3 +4OH + 2Na+ =Na2UO4 insoluble + 3CO3 + 2H2O
Donde el Ion carbonato actúa como un agente quelante o acomplejante
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U308+ O +9CO3 +3H2O = 3UO2 (CO3)3 +6OH
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3UO2 (CO3)3 +4OH + 2Na+ =Na2UO4 insoluble + 3CO3 + 2H2O
Nota las cargas iónicas que las puse como rayitas al ponerlas en google
se corrieron a un solo lado y me dio pereza corregirlas.
El
‘fracking’, bajo sospecha
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/27/actualidad/1409156794_742981.html
La oposición a la técnica de
extracción de gas y petróleo crece en California. Sacramento someterá la
práctica a las urnas.
VICENTA
COBO
San
Francisco
1
SEP 2014 - 03:01 CEST
Planta de
extracción a través del 'fracking' en California. / AFP
Primero fue Sacramento. A mediados de marzo, una multitud se
manifestó en contra del fracking (la
técnica de fracturación hidráulica para extraer gas y petróleo del subsuelo)
por su impacto ambiental. Ahora son varias las comunidades de California que se
plantean llevar a las urnas iniciativas de ley para prohibir la práctica.
Ocurre en
Santa Bárbara, donde la pelea entre las petroleras y los defensores del medio
ambiente está en plena ebullición. En las elecciones de noviembre, la población
del condado dará su veredicto sobre la llamada proposición P, que plantea la
supresión del fracking en la zona.
Los grupos
ambientalistas no tienen ninguna duda sobre la necesidad de prohibir esta
práctica. “No podemos dejar a las compañías petroleras que usen nuestro agua”,
afirma Rebeca Claassen, cofundadora de Santa Bárbara
County Water Guardians, el grupo promotor de someter la propuesta P a
las urnas.
La industria
del fracking opina distinto. Su argumento es que, si la prohibición sale
adelante, muchos puestos de trabajo se verán afectados. “Supondrá el cierre de muchas
compañías de producción de petróleo en la zona y la pérdida de miles de
empleos”, opina Dick Hart, supervisor de Orcur
Hill para Pacific Coast Energy.
Las
petroleras tiemblan ante la posibilidad de que la prohibición se haga realidad
y ya ha comenzado a movilizarse contratando a un equipo de consultores
influyentes en lo político para combatir la medida. Hay muchos intereses
económicos en juego que se verían afectados si el condado de Santa Bárbara se
opone a que la práctica del fracking continúe extendiéndose en su territorio.
Frente a
esos intereses pesan los argumentos de quienes ponen voz a un miedo colectivo. “No
podemos afrontar seguir con estas prácticas en California hasta que no estemos
completamente seguros de que no suponen una amenaza para la salud humana y la
naturaleza”, apunta el director del Sierra Club California, Kathryn
Phillips. Y añade: “La última cosa que queremos es que el agua se convierta en
no potable y nunca más podamos recuperarla”.
No solo
Santa Bárbara llevará a las urnas la prohibición de la fracturación hidráulica
a alta presión. También San Benito e incluso Los
Ángeles se están planteando propuestas similares.
Los
acuíferos podrían estar afectados
Las
sospechas sobre los efectos negativos que la práctica del fracking puede
acarrear para la salud pública y el medio ambiente crecen cada día, al mismo
ritmo que las compañías petroleras aumentan sus prospecciones en el subsuelo
para explorar nuevos nichos de gas y petróleo.
Un estudio
reciente llevado a cabo por científicos de la
Universidad de Stanford alerta sobre el riesgo de que la extracción de
gas y petróleo, mediante la utilización de una mezcla de millones de litros de agua, arena y productos químicos a alta presión,
podría estar contaminando los acuíferos de agua potable. La razón se debe a que
las perforaciones se estarían realizando
en capas superficiales del subsuelo, las mismas por las que discurre el
agua que bebemos.
Dominic
DiGulio y Robert Jackson, científicos de la School of Earth Sciences, tras llevar a cabo un estudio en dos
formaciones geológicas de Wyoming donde se
practica el fracking, concluyen que “aunque no hay evidencias de que el agua
potable se haya visto contaminada, la práctica debería estar mejor controlada y
supervisada, dado de que existe un alto riesgo de que los acuíferos se puedan
ver afectados”.
No podemos dejar a las compañías
petroleras que usen nuestro agua”
Rebeca
Claassen, cofundadora de Santa Bárbara County Water Guardians
“Millones de galones de
diésel y de fluidos que contienen aditivos orgánicos e inorgánicos fueron
inyectados en estas formaciones durante cientos de veces para ablandar las
rocas”, aseguran
DiGulio y Jackson. Estos métodos de estimulación
ácida y fracturación hidráulica se están llevando a cabo en capas que contienen
fuentes de gas natural y de agua potable, según se pone de relieve en el
estudio.
“Las consecuencias de
esta actividad están escasamente documentadas y se desconoce el riesgo que
pueden entrañar para la salud pública y el medio ambiente”, manifiesta DiGulio.
Un riesgo que se ve acrecentado por el hecho de que la 2005 Energy Policy Act prohíbe practicar fracking bajo las capas
subterráneas de los acuíferos.
La industria
del fracking niega que sus actividades estén afectando al agua potable, ya que
las extracciones se realizan a niveles mucho más profundos; pero según pone de
manifiesto el estudio de Stanford no siempre esa es la realidad. La EPA (Environmental Protection Agency) documentó en
2004 que la extracción de gas natural mediante fracking se había realizado en
las capas de los acuíferos.
El estudio
abre también otra brecha concerniente a la posibilidad de que aún en caso de
que el fracking se lleve a cabo en capas más profundas que las del agua
potable, se desconoce hasta qué punto la
permeabilidad de ciertos niveles podría estar en juego. “Estamos hablando
de un medioambiente extremamente complejo, con áreas de baja y alta
permeabilidad por las que se mueve el agua”, reflexiona DiGulio.
Lo cierto,
en toda California, crece la oposición al fracking, coincidiendo con el aumento
de la práctica que no ha hecho sino aumentar sus prospecciones y buscar nuevos
yacimientos no sólo en este Estado sino en toda la nación.
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