El
presidente palestino pro israelí Abbas
trata de ganar tiempo para ayudar a su jefes en Israel distrayendo a la opinión
pública mundial que la solución de Gaza está cerca, cuando todos sabemos que
EEUU votara en contra por su derecho a veto. Y todo volverá a fojas cero.
El
presidente Abbas plantea la creación unilateral de un Estado palestino
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/26/actualidad/1409081280_458061.html
La nación,
con capital en Jerusalén, se alzaría sobre las fronteras previas a 1967
Israel y
Hamás aceptan un alto el fuego indefinido tras 50 días de ofensiva en Gaza
CARMEN
RENGEL Jerusalén 26 AGO 2014 - 21:37 CEST74
Desde los
Acuerdos de Paz de Madrid en 1991 ha llovido
mucho pero se ha avanzado poco en la construcción de una vecindad segura —no
sólo hermosamente escrita en un papel— entre dos Estados, el israelí y el
palestino.
Así que,
cansado de fracasos y al calor de la ofensiva sobre Gaza a la que anoche puso
fin una tregua indefinida, el presidente palestino
Mahmud Abbas apuesta ahora por iniciar un nuevo camino. Anoche, en su Mukata de Ramala, propuso al liderazgo palestino un
plan que contempla un calendario para la creación de un Estado palestino de
pleno derecho —ya fue reconocido como observador en Naciones Unidas en
noviembre de 2012— con ayuda de la comunidad internacional, sin pasar por otro
proceso negociador como el que, el pasado 29 de abril, se hundió otra vez tras
nueve meses de contactos.
Según informan fuentes de la Organización para
la Liberación de Palestina (OLP), la propuesta de Abbas plantea “poner
fecha al fin de la ocupación”, aunque anoche el debate aún seguía y las
posibles fechas no habían trascendido.
Eso
llevaría a crear un país, llamado Palestina, sobre las fronteras previas a 1967, esto es, con Gaza y Cisjordania más
Jerusalén Este como capital, pero sin los casi 600.000
colonos judíos que ahora residen en estos dos últimos territorios. En 2011, el presidente norteamericano Barack Obama aceptó
estas lindes para el nuevo Estado, algo que también hace la Unión Europea. La
situación de Jerusalén es demasiado delicada para que Occidente se haya
pronunciado en firme, sin embargo.
Ofir
Akunis, viceministro en
la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, replica que
“ninguna nación renuncia a su patria nativa”, que “Judea y Samaria [como denomina
Israel a Cisjordania] son la cuna del pueblo judío” y que retirarse a
esas fronteras de hace 47 años equivaldría a un “suicidio nacional”. “Los
resultados de la retirada de Gaza en 2005 no trajeron la paz, trajeron la
guerra”, advierte.
La propuesta
llega cuando Netanyahu está cercado por las críticas de dos de sus principales
aliados de Gobierno por haber negociado con Hamás y con sólo el 50% de la
población satisfecho con su gestión de la ofensiva en Gaza, según un sondeo del
Canal 2, cuando su popularidad llegó a superar el 85% cuando mostró su rostro
más belicoso con la ofensiva terrestre. Le toca mover ficha.
Abbas
hace un “intenso” llamamiento a la comunidad internacional para que lo ayude en este proceso y
apadrine su hoja de ruta. El calendario podría fijarse en una conferencia
internacional o a través de una resolución del Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas.
Allí puede toparse con EE
UU, que suele ejercer su derecho de veto a favor de Israel. Si no prospera, fuentes palestinas
confirman la intención “firme” del Gobierno palestino
de firmar el Tratado de Roma y reconocer así la Corte Penal Internacional de La
Haya, en la que podrían ya denunciar a su adversario por supuestos
crímenes de guerra, contra la humanidad y genocidio, una amenaza que preocupa a
Netanyahu y a Obama.
Lo que Abbas
no desea, explican varios asistentes a la reunión de Ramala, es volver al
escenario resultante de la Operación Pilar Defensivo de
otoño de 2012, cuando también se logró un alto el fuego entre Hamás e
Israel que supuestamente iba a aliviar
parcialmente el cerco sobre Gaza y no se cumplió, con violaciones mutuas
desde pocas horas después de la firma en El Cairo, y que ha dejado otro año y
medio de aislamiento en la zona. “Hace falta una solución definitiva que no
nos tenga pendientes de una crisis cada dos años. Igual que hay casas en Gaza
que ya no se pueden arreglar, igualmente no podemos poner un parche a una
situación de derrumbe político”, resumía un diputado de Al Fatah, el
partido de Abbas.
El
presidente palestino ya dijo el fin de semana a la televisión egipcia que sabía
que su propuesta sería “poco ortodoxa” y que podría no gustar en exceso a EE
UU, pero que ya contaba con el apoyo de los países árabes. A finales de esta
semana o principios de la próxima, se lo explicará en persona al secretario de
Estado norteamericano, John Kerry, que tiene previsto visitar Oriente Próximo.
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