La
deuda argentina: que lío… ¿y ahora cómo sigue?
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/02/actualidad/1406945447_347984.html
La mejor opción para Argentina ahora
que se ha declarado el default es evitar que haya una reestructuración de la
deuda
MIGUEL
KIGUEL
2
AGO 2014 - 05:32 CEST1
Finalmente
llegó el día D, el dinero no llegó y hubo default.
El gobierno
dice que pagó, dado que depositó el monto de los intereses del bono Discount en
un fideicomiso para cumplir con el pago.
Pero el juez Griesa no habilitó que se le complete el pago a
las cuentas de los bonistas.
El default
abre un nuevo capítulo en la saga de la deuda argentina. No hay duda de que es
un default sui-generis, ya que el gobierno le quiere pagar a los bonistas y tiene los fondos para hacerlo, pero
encuentra obstáculos legales.
Además, es
muy diferente del 2001, ya que hoy Argentina es solvente y no existe el menor
riesgo de una crisis financiera y macroeconómica como la que se vivió en esos
años.
El juez está
instando a que sigan las negociaciones.
Las
alternativas que se evalúan son que los
holdouts le pidan al juez el stay, o sea que permita el pago de los bonos
mientras sigan las negociaciones, cosa que por ahora parece difícil.
La segunda
alternativa es que Argentina pague el
monto de la sentencia y se termine el tema, lo que parece casi imposible.
La tercera alternativa es que un grupo de bancos e inversores privados compren los derechos
del juicio que tienen los holdouts y que logren posponer la negociación con el
gobierno hasta enero, cuando ya haya vencido la famosa cláusula
RUFO.
¿Qué
es esta cláusula?
La cláusula
RUFO se puso en los contratos de las reestructuraciones
de los bonos en 2005 y 2010. Establecía
que si hubiera alguna oferta voluntaria del gobierno argentino a los holdouts
que fuera más favorable que la de los canjes voluntarios, los bonistas que
habían participado en dichos canjes (los holdins) tenían el derecho a pedir
esas mejores condiciones financieras.
El gobierno considera que cualquier
pago o negociación con los holdouts puede disparar la cláusula RUFO y que eso
implicaría una contingencia enorme para el Estado argentino, superior a los
100.000 millones de dólares.
Si bien esa
posición es discutible, ya que no sería una oferta voluntaria, lo cierto es que
el gobierno no va a cambiar de idea.
¿Cómo sigue la película?
La mejor
opción para Argentina ahora que se ha declarado el default, es evitar que haya
una reestructuración de la deuda, ya que llevaría tiempo e implicaría riesgos.
Lo
ideal sería mantenerse en cesación de pagos hasta enero, cuando se abre la oportunidad de
poder arreglar con el 100% de los acreedores sin riesgos de que se dispare la
cláusula RUFO.
Para que se
de esta opción, los holdins no deberían pedir la aceleración de los bonos (o
sea exigir su deuda ya), dado que eso forzaría una reestructuración.
El equivalente en una empresa en
cesación de pagos, sería que los acreedores de pagos no pidan la quiebra.
Hoy los
incentivos financieros están dados para que los tenedores de los bonos Discounts y Globales 2017 no pidan la
aceleración de sus tenencias, pero hay un riesgo alto de que los tenedores de
los bonos PAR sí lo pidan, y que eso fuerce una
reestructuración de esos bonos.
El pedido de aceleración se podría hacer recién a finales de
octubre y sólo si no se paga el cupón de
intereses del PAR y requeriría que un mínimo de un
25% de los tenedores de una serie lo pida, un porcentaje que en el caso
de los bonos PAR no debería ser difícil de conseguir.
La
aceleración de los bonos no sería el fin de la película.
Si bien Argentina estaría en default,
lo podría remediar dentro de los 60 días y no disparar necesariamente la
reestructuración del resto de los bonos.
Una nueva
reestructuración de la deuda sería una pesadilla y ciertamente implica riesgos.
Si bien Argentina no tiene un problema de
solvencia como era el caso en el 2001, uno puede imaginar una negociación muy
complicada y tensa con los tenedores de los bonos PAR, que podrían convertirse
en los buitres versión 2.0, quienes tratarán de aprovechar un nuevo default
para obtener ventajas financieras.
Un dato
curioso es que partir de este momento, el destino de los bonos reestructurados
va a depender de lo que hagan los holdins.
Por ahora no
ha cambiado mucho la vida de los argentinos y los precios de los bonos
argentinos no se han desplomado.
La principal
razón de esta cuasi-tranquilidad es que se siguen explorando alternativas para
salir del default, muchas de las cuales podrían implementarse en forma
relativamente sencilla si se logra llegar a un acuerdo en las próximas semanas.
La apuesta
es a que, en el peor de los casos, haya un default express, que si ocurre sería
otro invento argentino.
Miguel
Kiguel es Director de Econviews y profesor en la Universidad Torcuato Di Tella
No hay comentarios:
Publicar un comentario