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lunes, 1 de junio de 2015

EEUU engaña a los guerrilleros del mundo diciendo que pueden comunicarse libremente que ya no los va a espiar ¿ud lo cree? con un articulo de Damian Paletta del WSJ



 EEUU engaña  a los guerrilleros del mundo diciendo que pueden comunicarse libremente que ya no los va a espiar ¿ud lo cree?


Los efectos de las nuevas restricciones al ‘Patriot Act’



http://lat.wsj.com/articles/SB10248257991490323845504581022111176367624?tesla=y


Por DAMIAN PALETTA
lunes, 1 de junio de 2015 17:24 EDT






El senador John McCain habla con la prensa a la salida de una sesión. pete marovich/European Pressphoto Agency


WASHINGTON—La extensa y secreta arquitectura de espionaje de Estados Unidos levantada después de los ataques terroristas de 2001 fue restringida el domingo por la noche, cuando un programa del gobierno que analizaba millones de registros de llamadas telefónicas expiró y el Senado dio un paso hacia la aprobación de un proyecto de ley que prohibiría permanentemente cualquier recolección masiva de registros.


Un voto de procedimiento el domingo allanó el camino para que el Senado apruebe una medida aprobaba por la Cámara de Representantes conocida como la U.S.A. Freedom Act tan pronto como el martes. El amplio respaldo al proyecto de ley —que tuvo 77 votos a favor y 17 en contra— refleja el cambio tectónico de Washington hacia la protección de la privacidad y el límite a la vigilancia del gobierno, un marcado ajuste después de que Edward Snowden, un ex contratista de la NSA, filtró en 2013 las prácticas secretas de recolección de información.


El Freedom Act exigiría a la NSA y el FBI obtener registros de llamadas telefónicas para la mayoría de las investigaciones antiterrorismo y otras pesquisas caso por caso de las empresas telefónicas. Esto pondría fin a una práctica de nueve años respaldada por la Sección 215 de la USA Patriot Act, que permitía que la NSA recabara y almacenara registros telefónicos de millones de estadounidenses, sin importar sus antecedentes o comportamiento.


“Probablemente será la primera vez desde 1978 que el Congreso reduzca considerablemente la autoridad de vigilancia del gobierno o realice cambios estructurales al marco legal que gobierna la vigilancia de inteligencia extranjera”, dice Jameel Jaffer, vicedirector legal de la American Civil Liberties Union, sobre la Freedom Act.

La Sección 215 de la Patriot Act se venció a la medianoche del domingo, por lo que los legisladores estaban bajo presión para buscar un sustituto o arriesgarse a que el programa expire por completo. No lo lograron, pero se prevé que el lapso hasta que se apruebe una nueva ley sea breve.

El Patriot Act, aprobado seis semanas después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, le otorgó a la comunidad de inteligencia amplios poderes de vigilancia con el fin de prevenir otra catástrofe. El gobierno recibió nuevos poderes para obtener rápidamente registros bancarios y de negocios, monitorear llamadas telefónicas y seguir otras pistas que los funcionarios argumentaban eran necesarias para proteger al país. El proyecto de ley recibió un fuerte respaldo y fue aprobado por 98 a 1.

No obstante, el apoyo a la ley se ha debilitado a medida que Washington ha cambiado. Apenas 26 de los 98 senadores que votaron a favor de la Patriot Act en 2001 siguen en su cargo y la mayoría de ellos votó el domingo por la noche a favor de avanzar el proyecto de ley de la cámara baja. El respaldo del Patriot Act en el Congreso se ha erosionado en particular desde que Snowden reveló detalles del espionaje del gobierno, algunos de los cuales se apoyaban legamente en esta legislación.

El cambio también es evidente en la Cámara de Representantes, que hace apenas cuatro años reautorizó gran parte de los poderes con 250 votos a favor y 153 en contra. El 13 de mayo de este año, la cámara votó 338 a 88 para poner fin a los poderes.

El gobierno estadounidense ahora entra en un período de incertidumbre respecto del contraterrorismo, en momentos en que los ciudadanos siguen divididos sobre cómo balancear llamados tanto a la seguridad nacional como a las libertades civiles.


Los partidarios del Freedom Act y altos oficiales de inteligencia de EE.UU. han dicho que la ley no afectaría el acceso del gobierno a registros telefónicos vitales. La NSA podrá seguir accediendo a registros telefónicos, pero tendría que obtener la información caso por caso de empresas telefónicas. Los detractores del cambio que apoyaron el programa original de recolección masiva afirman que las compañías telefónicas podrían empezar a destruir registros de llamadas para bloquear el acceso del gobierno.


La Casa Blanca ha indicado que notificará al Congreso si las empresas comienzan a usar ese método y que podría pedir nuevas restricciones. Si el Freedom Act se aprueba, las empresas telefónicas y la NSA tendrían 180 días para implementar el nuevo sistema, lo que significa que el programa de recolección masiva podría existir hasta comienzos de 2016.

El programa de registros telefónicos masivos es sólo una herramienta de vigilancia creada después de los ataques terroristas de 2001. Muchas han permanecido en secreto, pero revelaciones recientes, incluidas las de Snowden, han mostrado que el gobierno ha recabado registros de comunicaciones electrónicas, datos de ubicación de celulares y una variedad de otros detalles.


El programa de registros telefónicos probablemente sea la primera víctima de las filtraciones de Snowden, un acontecimiento que ha preocupado a algunos partidarios del programa. Algunos de los arquitectos originales del programa han dicho que el gobierno empeoró el fiasco de relaciones públicas tras las filtraciones de Snowden al no explicar de forma adecuada el valor de los datos, pero han advertido que los registros telefónicos son demasiado importantes para que se pierdan.


“Si pierdes esa capacidad y recibimos un ataque (...) no habremos hecho lo correcto para el pueblo estadounidense”, sostuvo el general retirado Keith Alexander, quien dirigió la NSA cuando se dieron a conocer las revelaciones de Snowden. Alexander hizo las declaraciones en un reciente evento en Washington.


Si bien el Freedom Act constituye un cambio legislativo, las filtraciones de Snowden han dado lugar a una serie de cambios adicionales.


En respuesta a la reacción negativa del público hace dos años, la Casa Blanca prometió que sería más transparente sobre el alcance de la recopilación de información de inteligencia y ha desclasificado numerosas órdenes ejecutivas y opiniones legales vinculadas con la vigilancia del gobierno.


De forma similar, empresas de tecnología alcanzaron una conciliación con el gobierno estadounidense que les permite divulgar más sobre los pedidos en materia de seguridad nacional de información sobre compañías y personas. Asimismo, funcionarios han afirmado que han frenado la práctica de espiar a líderes extranjeros de aliados de EE.UU., aunque muchos de ellos siguen escépticos sobre si el gobierno de Barack Obama realmente ha cesado algunos de estos programas de espionaje.

La conclusión del programa de recolección masiva de registros telefónicos no significa el fin de los debates sobre la seguridad nacional y la privacidad.


Las empresas de tecnología están diseñando formas de mejorar el software de codificación para evitar que el gobierno o hackers intercepten mensajes de texto, algo que las autoridades han dicho que podría dar lugar a un precedente peligroso. Asimismo, el Congreso está debatiendo cómo modificar las leyes de ciberseguridad para frenar los efectos de ataques de este tipo.

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