EEUU engaña a los guerrilleros del mundo diciendo
que pueden comunicarse libremente que ya no los va a espiar ¿ud lo cree?
Los
efectos de las nuevas restricciones al ‘Patriot Act’
http://lat.wsj.com/articles/SB10248257991490323845504581022111176367624?tesla=y
Por
DAMIAN PALETTA
lunes,
1 de junio de 2015 17:24
EDT
El senador
John McCain habla con la prensa a la salida de una sesión. pete
marovich/European Pressphoto Agency
WASHINGTON—La extensa y secreta arquitectura de
espionaje de Estados Unidos levantada después de los ataques terroristas de
2001 fue restringida el domingo por la noche, cuando un programa del gobierno
que analizaba millones de registros de llamadas telefónicas expiró y el Senado
dio un paso hacia la aprobación de un proyecto de ley
que prohibiría permanentemente cualquier recolección masiva de registros.
Un voto de
procedimiento el domingo allanó el camino para que el Senado apruebe una medida
aprobaba por la Cámara de Representantes conocida como la U.S.A. Freedom Act tan pronto como el martes. El
amplio respaldo al proyecto de ley —que tuvo 77 votos a favor y 17 en contra—
refleja el cambio tectónico de Washington hacia la protección de la privacidad
y el límite a la vigilancia del gobierno, un marcado ajuste después de que
Edward Snowden, un ex contratista de la NSA, filtró en 2013 las prácticas
secretas de recolección de información.
El Freedom Act exigiría a
la NSA y el FBI
obtener registros de llamadas telefónicas para la mayoría de las
investigaciones antiterrorismo y otras pesquisas caso por caso de las empresas
telefónicas. Esto pondría fin a una práctica de nueve años respaldada por la Sección 215 de la USA Patriot Act, que permitía que
la NSA recabara y almacenara registros telefónicos de millones de
estadounidenses, sin importar sus antecedentes o comportamiento.
“Probablemente
será la primera vez desde 1978 que el Congreso reduzca considerablemente la
autoridad de vigilancia del gobierno o realice cambios estructurales al marco
legal que gobierna la vigilancia de inteligencia extranjera”, dice Jameel
Jaffer, vicedirector legal de la American Civil Liberties Union, sobre la
Freedom Act.
La Sección
215 de la Patriot Act se venció a la medianoche del domingo, por lo que los
legisladores estaban bajo presión para buscar un sustituto o arriesgarse a que
el programa expire por completo. No lo lograron, pero se prevé que el lapso
hasta que se apruebe una nueva ley sea breve.
El Patriot
Act, aprobado seis semanas después de los ataques del 11 de septiembre de 2001,
le otorgó a la comunidad de inteligencia amplios poderes de vigilancia con el
fin de prevenir otra catástrofe. El gobierno recibió nuevos poderes para
obtener rápidamente registros bancarios y de negocios, monitorear llamadas
telefónicas y seguir otras pistas que los funcionarios argumentaban eran necesarias
para proteger al país. El proyecto de ley recibió un fuerte respaldo y fue
aprobado por 98 a 1.
No obstante,
el apoyo a la ley se ha debilitado a medida que Washington ha cambiado. Apenas
26 de los 98 senadores que votaron a favor de la Patriot Act en 2001 siguen en
su cargo y la mayoría de ellos votó el domingo por la noche a favor de avanzar
el proyecto de ley de la cámara baja. El respaldo del Patriot Act en el
Congreso se ha erosionado en particular desde que Snowden reveló detalles del
espionaje del gobierno, algunos de los cuales se apoyaban legamente en esta
legislación.
El cambio
también es evidente en la Cámara de Representantes, que hace apenas cuatro años
reautorizó gran parte de los poderes con 250 votos a favor y 153 en contra. El
13 de mayo de este año, la cámara votó 338 a 88 para poner fin a los poderes.
El gobierno estadounidense ahora
entra en un período de incertidumbre respecto del contraterrorismo, en momentos en que los ciudadanos
siguen divididos sobre cómo balancear llamados tanto a la seguridad nacional
como a las libertades civiles.
Los
partidarios del Freedom Act y altos oficiales de inteligencia de EE.UU. han
dicho que la ley no afectaría el acceso del gobierno a registros telefónicos
vitales. La NSA podrá seguir accediendo a registros
telefónicos, pero tendría que obtener la información caso por caso de empresas
telefónicas. Los detractores
del cambio que apoyaron el programa original de recolección masiva afirman que
las compañías telefónicas podrían empezar a destruir registros de llamadas para
bloquear el acceso del gobierno.
La Casa
Blanca ha indicado que notificará al Congreso si las empresas comienzan a usar
ese método y que podría pedir nuevas restricciones. Si el Freedom Act se
aprueba, las empresas telefónicas y la NSA tendrían 180 días para implementar
el nuevo sistema, lo que significa que el programa de recolección masiva podría
existir hasta comienzos de 2016.
El programa
de registros telefónicos masivos es sólo una herramienta de vigilancia creada
después de los ataques terroristas de 2001. Muchas han permanecido en secreto,
pero revelaciones recientes, incluidas las de Snowden, han mostrado que el
gobierno ha recabado registros de comunicaciones electrónicas, datos de ubicación de celulares y una variedad de otros
detalles.
El programa
de registros telefónicos probablemente sea la primera víctima de las
filtraciones de Snowden, un acontecimiento que ha preocupado a algunos
partidarios del programa. Algunos de los arquitectos originales del programa
han dicho que el gobierno empeoró el fiasco de
relaciones públicas tras las filtraciones de Snowden al no explicar de
forma adecuada el valor de los datos, pero han advertido que los registros
telefónicos son demasiado importantes para que se pierdan.
“Si pierdes esa
capacidad y recibimos un ataque (...) no habremos hecho lo correcto para el
pueblo estadounidense”, sostuvo el general retirado Keith Alexander, quien dirigió la NSA cuando
se dieron a conocer las revelaciones de Snowden. Alexander hizo las
declaraciones en un reciente evento en Washington.
Si bien el
Freedom Act constituye un cambio legislativo, las filtraciones de Snowden han
dado lugar a una serie de cambios adicionales.
En respuesta
a la reacción negativa del público hace dos años, la Casa Blanca prometió que
sería más transparente sobre el alcance de la recopilación de información de
inteligencia y ha desclasificado numerosas órdenes ejecutivas y opiniones
legales vinculadas con la vigilancia del gobierno.
De forma
similar, empresas de tecnología alcanzaron una
conciliación con el gobierno estadounidense que les permite divulgar más sobre
los pedidos en materia de seguridad nacional de información sobre compañías y
personas. Asimismo, funcionarios han afirmado que han
frenado la práctica de espiar a líderes extranjeros de aliados de EE.UU.,
aunque muchos de ellos siguen escépticos
sobre si el gobierno de Barack Obama realmente ha cesado algunos de estos
programas de espionaje.
La
conclusión del programa de recolección masiva de registros telefónicos no
significa el fin de los debates sobre la seguridad nacional y la privacidad.
Las empresas
de tecnología están diseñando formas de mejorar el software de codificación
para evitar que el gobierno o hackers intercepten mensajes de texto, algo que
las autoridades han dicho que podría dar lugar a un precedente peligroso.
Asimismo, el Congreso está debatiendo cómo modificar las leyes de
ciberseguridad para frenar los efectos de ataques de este tipo.
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