Tendencias
futuras a 30 años en el comercio mundial
por Jon M. Huntsman, presidente del Atlantic Council, además de analista
y sub representante de comercio de EE.UU.
Opinión:
El comercio refleja los cambios en la estructura de poder global
http://lat.wsj.com/articles/SB11320278185408333790304580635190438831522?tesla=y
El libre
flujo de ideas será fundamental; pero ¿cuáles serán las normas? y ¿quién
dictará las pautas?
Por JON M.
HUNTSMAN JR.
miércoles, 3
de junio de 2015 16:39 EDT
Ryan Etter
for The Wall Street Journal
Dos años
después de mi nacimiento, el presidente John F. Kennedy creó la Oficina de
Representante Especial del Comercio, una breve precursora del actual cargo de Representante Comercial de Estados Unidos.
La expansión de las exportaciones y los mercados abiertos eran fundamentales
para nuestros esfuerzos económicos y de seguridad para reconstruir Europa y
Japón e impedir que los países de
menores ingresos se volvieran comunistas.
Al hacer un
llamado por una nueva ronda de negociaciones globales luego de la Ley de
Expansión Comercial de 1962, el presidente Kennedy declaró: “Nuestros
esfuerzos por mantener el liderazgo del mundo libre descansan, en última
instancia, en el éxito de esta iniciativa”.
El éxito de
Kennedy fue mucho más allá de lo que él había soñado cuando el final de la
Guerra Fría dio paso a una nueva era de la globalización e incorporó 3.500 millones de nuevos clientes al mercado.
Dentro
de treinta años, el
comercio mundial estará en medio de otra transformación radical que será no
menos crítica para el liderazgo de Estados Unidos en el siglo XXI y para la
expansión de las perspectivas de crecimiento mundial.
Durante
milenios, el comercio internacional se ha centrado en el intercambio de bienes
físicos (incluidas las personas durante la esclavitud). En los últimos años, los servicios se han convertido en un
componente cada vez más importante de las economías avanzadas y el comercio
mundial. Esta tendencia continuará y traerá consigo una mayor complejidad
para el establecimiento de reglas y la negociación de acuerdos.
En general,
la
producción manufacturera estará más localizada;
los
servicios, especialmente la salud y las ventas al detalle, serán más
personalizados.
Los
omnipresentes contenedores de carga de la actualidad serán reemplazados por
impresoras 3-D y 4-D, y los diseños para la fabricación
de bienes físicos a nivel local se desplazarán sobre las ondas de radio a la
velocidad de la luz, de la misma manera en que hoy lo hacen los flujos
financieros.
A medida que
la agricultura urbana cobra impulso, los alimentos
serán producidos más cerca del mercado, reduciendo los costos de
transporte y el comercio agrícola.
Nota del autor del blog: ¿como hará para pagar EEUU su deficit comercial ? mire el gráfico la diferencia entre sus importaciones y sus exportaciones.
Incubar
ideas
Las mejores
ideas, sin embargo, seguirán viniendo de afuera, como lo demuestra la vasta
mayoría de las patentes que resultan de la cooperación científica
internacional.
La
economía mundial está hoy repleta de cadenas de suministro remotas para la
fabricación de bienes físicos, pero los vínculos económicos del futuro estarán
cada vez más constituidos por el libre flujo de diseños e ideas.
La protección de la
propiedad intelectual será increíblemente difícil, pero seguirá siendo
de vital importancia.
La
urbanización producirá un cambio en la población y creará más
centros globales de excelencia para la innovación.
Mientras que actualmente hay un puñado de
ciudades que sirven como centros de comercio mundial de ideas, dentro de 30 años habrá docenas. Esta proliferación de
poderosas megaciudades y centros de innovación
creativa pondrá a prueba las fronteras geográficas, lo que hará más difícil a
las capitales tener la última palabra.
Los
flujos comerciales reflejarán las realidades del poder mundial, así como la demografía.
El Pacífico dejará de
ser el centro comercial dominante y el foco se desplazará hacia la región del
Océano Índico que albergará a más de 8.000 millones de personas, principalmente
de China, India y África.
EE.UU. no estará en condiciones de
influir en el comercio mundial de la manera en que lo ha hecho hasta ahora.
Durante los
últimos 200 años, Gran Bretaña después de la Revolución Industrial primero y
EE.UU. después de las dos guerras mundiales lucharon por un sistema comercial
abierto que promoviera el crecimiento económico.
Ninguno
de los países emergentes ha demostrado hasta ahora el mismo compromiso [con el
libre comercio], a pesar de que esos países—China
en particular—están marcando cada vez más el ritmo del intercambio
comercial. En 2013, China eclipsó a EE.UU. como el país con mayor flujo
comercial.
Además, los
actuales organismos que regulan el comercio internacional, tales como la
Organización Mundial del Comercio, podrían no tener un monopolio en la gestión del
sistema global de intercambios. Iniciativas recientes, como el Nuevo Banco de Desarrollo y el Banco Asiático de Inversión en
Infraestructura, son probablemente los borradores de futuras
instituciones alternativas que establecerán las naciones emergentes.
Competencia
de talentos
La transformación del comercio
mundial tendrá consecuencias mayormente positivas, pero también generará
desafíos.
En primer lugar, ¿cómo hará un país para
atraer y retener a los mejores y más brillantes talentos del mundo? No habrá
ninguna garantía que la gente se quede en su país si éste no se orienta a las
mejores prácticas competitivas.
¿Cómo responderá la sociedad a un
mundo que recompensa generosamente a los innovadores educados e ignora la
creciente desigualdad de ingresos?
La simple verdad es que la
proliferación de las tecnologías disruptivas no creará muchos puestos de
trabajo bien remunerados.
Las
destrezas de alta tecnología serán más valoradas y les darán más poder a algunos, pero muchos puestos de trabajo de alta calificación serán más
automatizados.
Combinado
este análisis con otras tendencias futuras, nuestras perspectivas son
brillantes.
Hay buenas noticias
para el medio ambiente.
El mundo en
que vivimos dependerá menos de los combustibles fósiles tradicionales. El
cambio hacia el gas natural hará más limpia la producción y más respirable al
aire. También estaremos mucho más cerca
de adoptar la energía renovable. Con el desarrollo de combustibles
alternativos, no vamos a depender tanto de las largas cadenas de suministro de
energía que hoy atraviesan el mundo.
La
gente vivirá más años.
Habrá menos
enfermedades.
Los consumidores se beneficiarán enormemente
de los cambios en el comercio mundial que ofrecerán, entre otros aspectos, una medicina personalizada y un mayor acceso a la ciencia y
los productos farmacéuticos que mejoran la vida.
Las
opciones se ampliarán, las distancias se acortarán y la fabricación será más
barata y más adaptada a necesidades específicas.
El mundo
será un lugar mucho mejor de lo que el presidente Kennedy pudo haber imaginado.
Huntsman,
presidente del Atlantic Council, fue gobernador de Utah, embajador de
EE.UU. en China y Singapur, además de subrepresentante de comercio de
EE.UU.
No hay comentarios:
Publicar un comentario