Netanyahu
es extorsionado por partidos ultra ortodoxos y la extrema derecha , a 48 horas de que venza el plazo para formar gobierno.
Netanyahu
sufre para formar nuevo Gobierno a punto de expirar el plazo
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/05/03/actualidad/1430679375_354264.html
Ultraortodoxos
y extrema derecha negocian concesiones a cambio de su apoyo
JUAN
CARLOS SANZ
Jerusalén
3
MAY 2015
Moshe
Kahlon, futuro ministro
de Finanzas en la coalición. / STR (REUTERS)
Cuando los
negocios salen razonablemente bien en Israel, todos coinciden en destacar que
se trata de una nación avanzada e innovadora. Pero cuando se producen fallos o
retrasos, de inmediato se alega que el país no está en Europa o Estados Unidos,
sino en Oriente Próximo.
En este
entorno de bazar oriental, el primer ministro, Benjamín
Netanyahu, afronta un descarnado regateo de última hora para formar
Gobierno con otros cinco partidos.
A punto de
que se cumpla el plazo para cerrar un pacto de coalición, que expira a las ocho
de la tarde del miércoles, el líder del Likud, que obtuvo 30 escaños en los
comicios del pasado 17 de marzo, sólo ha
firmado hasta ahora acuerdos con dos formaciones políticas.
Si para
entonces no logra constituir una mayoría de al menos 61
diputados en la Knesset (Parlamento), el presidente de Israel, Reuven Rivlin, tendría que encargar la formación de Gabinete al líder del Partido Laborista, Isaac Herzog.
Netanyahu
—que aspira a un cuarto mandato para convertirse en el primer ministro que más
tiempo ha gobernado en Israel—, no permitirá que esto suceda. Pero antes tendrá
que lidiar con las exigencias de un partido
ultraortodoxo y con las de sus socios nacionalistas y de extrema derecha.
El pasado
miércoles pudo cerrar los primeros pactos políticos. Vuelven al Gobierno los ultraortodoxos askenazis (judíos
procedentes de Europa del Este) de Unión por la Torá y el Judaísmo
(seis escaños), que asumen la cartera de Sanidad.
A cambio de
su apoyo:
Recibirán
fondos estatales para las escuelas rabínicas,
La supresión del IVA para productos de
primeras necesidad y
El compromiso de que ningún
ultraortodoxo será sancionado por negarse a cumplir el servicio militar.
También
regresa al Ejecutivo Moshe Kahlon, que ya fue
ministro de Comunicaciones con el anterior Gobierno de Netanyahu y que logró
una gran popularidad al haber introducido la competencia entre los
operadores de telefonía móvil para forzar una rebaja de las tarifas.
Kahlon, que será un superministro de Finanzas en el nuevo Gabinete, ha logrado
también para su nuevo partido centrista, Kulanu (10
escaños), las competencias sobre planeamiento urbanístico, a fin de
poder afrontar las reformas necesarias para rebajar el coste de la vivienda, una de las
principales causas de malestar social en Israel. Como primera medida ha
anunciado la imposición de una tasa disuasoria a quienes adquieran viviendas
como inversión especulativa. Kahlon también ha advertido que saldrá de la
coalición y forzará la caída del Gobierno si se intenta alterar el estatuto
para designar a los miembros del Tribunal Supremo
—que generalmente actúa como un freno ante la deriva conservadora de
Netanyahu—, como había planteado el Likud.
Con los
otros tres partidos las negociaciones siguen abiertas. “Sus exigencias son alucinantes y propias de
extorsionistas”, aseguraba un alto cargo del Likud al diario Haaretz.
El ultraortodoxo Shas (siete escaños, que representa a
los judíos sefardíes) y los nacionalistas de Hogar
Judío (ocho escaños) parecen próximos a cerrar un acuerdo a falta de los
últimos ajustes sobre los repartos de las carteras de Educación y Asuntos
Religiosos. Con el apoyo de estas dos fuerzas Netanyahu sumaría los 61
diputados que le otorgan la mayoría absoluta.
El primer
ministro parece estar teniendo muchas más dificultades con las exigencias de Avigdor Lieberman, el líder de Israel, Nuestra Casa,
que puede aportar a la coalición otros seis parlamentarios a la coalición.
Lieberman aspira a mantenerse al frente de Asuntos Exteriores.
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