Los
estímulos no hacen mella en China, y Beijing vuelve a recortar los intereses;
los préstamos bancarios morosos subieron un 600%, (si no fuera porque el
gobierno ordena a los bancos a rescatarlos, se vendría una inmediata ola de quiebras de empresas con créditos apalancados.)
http://lat.wsj.com/articles/SB11231496520570843963504580633321409757854?tesla=y
Por LINGLING WEI
lunes,
11 de mayo de 2015 0:03
EDT
BEIJING—China está intensificando las
medidas de flexibilización monetaria para combatir una desaceleración más aguda
de lo previsto, como parte de una campaña para aliviar las onerosas deudas que
arrastran las empresas y los gobiernos locales.
El Banco Popular
de China anunció el domingo un recorte de un cuarto de punto porcentual en su
tasa de interés de referencia y en la tasa de depósitos, la tercera reducción en seis meses. La medida pone de
relieve los temores de altos funcionarios de que la deuda acumulada durante la
rápida expansión del crédito en los últimos años descarrile los esfuerzos para
reencauzar la segunda economía del mundo.
En una de
las advertencias oficiales más severas sobre el tema, el banco central indicó
en su informe de política monetaria publicado el viernes que el “aumento del tamaño
de la deuda está obligando a China a utilizar una gran cantidad de recursos en
el pago y refinanciación de la misma”, además de reducir el margen
de maniobra para una mayor expansión fiscal. The
Wall Street Journal informó recientemente que el organismo considera una
flexibilización del crédito para
ayudar a los gobiernos locales a reestructurar sus deudas.
Las
medidas de flexibilización adoptadas por el banco central no han conseguido
estimular la demanda de nuevos préstamos. El resultado, en cambio, ha sido una vigorosa escalada en los mercados de valores, lo que ha contribuido a impedir
una fuga de capitales, pero también ha generado preocupación sobre
transacciones especulativas.
Las acciones chinas cayeron la semana
pasada luego de que los reguladores limitaron la capacidad de comprar con
dinero prestado.
Fuentes bien
informadas dicen que el gobierno está cada vez más preocupado de que el país no
alcance su ya reducida meta de crecimiento, fijada en alrededor de 7% para este
año, el nivel más bajo en casi un cuarto de siglo. El recorte de tasas se
produjo luego de que el gobierno dio a conocer datos
decepcionantes de intercambio comercial y de inflación, que revelaron
una débil demanda interna y una tenue actividad manufacturera. El mercado inmobiliario, que junto con la construcción y otras industrias relacionadas
representan una cuarta parte del Producto Interno Bruto,
no repunta, lo que arroja una de las mayores sombras sobre la economía china.
Al mismo
tiempo, los créditos incobrables están aumentando en el
gigantesco sistema bancario, lo que desata las preocupaciones del
gobierno por el aumento de los riesgos financieros. De acuerdo con la Comisión Reguladora Bancaria de China, los préstamos en mora aumentaron de 140.000 millones de
yuanes (US$22.600 millones) a comienzo de año a 982.500
millones al 31 de marzo, el mayor salto trimestral en más de una década.
El Banco
Popular de China. Bloomberg News
A fines de
marzo, la cartera incobrable ascendía a 1,39% del
total, un alza de 0,14 puntos porcentuales desde finales de 2014, el nivel más
alto en cinco años.
El aumento de estos préstamos reduce
las ganancias de los bancos al mismo tiempo que el gobierno les pide que
ofrezcan un mayor acceso al crédito.
Las ganancias de los cinco principales bancos
estatales de China crecieron menos de 2% en el primer trimestre, mientras que hace unos años
ascendían a dos dígitos.
La reducción
de un cuarto de punto porcentual llevó la tasa de referencia para préstamos a un año a 5,1% y la tasa de referencia para depósitos a un año a 2,25%.
En un
comunicado emitido el domingo, el banco central atribuyó los recortes a la baja
inflación, diciendo que las tasas de interés real —que toman en cuenta la
variación de los precios al consumidor— permanecen en niveles históricamente
altos.
Uno de los
temas que más preocupa al banco central y otros reguladores es la posibilidad
de que el crédito se congele como
resultado de una cadena de incumplimientos, dicen funcionarios y economistas.
Durante los
últimos seis meses, según estimaciones del Royal Bank
of Scotland, RBS.LN +6.11% se han
ido de China unos US$300.000 millones, en parte por la fortaleza del dólar y en
parte porque ha disminuido la confianza.
Más dinero podría salir si los
préstamos impagos siguen creciendo, limitando los fondos disponibles para nuevos créditos.
Las
autoridades buscan diferentes maneras de aliviar la carga de los deudores,
aunque signifique que el Estado asuma un papel directo a la hora de decidir
ganadores y perdedores.
Deruibao
Tire Co., un fabricante
de neumáticos de Guangrao, un condado industrial en la provincia oriental de
Shandong, se ha convertido en un objetivo clave del esfuerzo de rescate
liderado por el gobierno, según un portavoz oficial y otros involucrados en el
proceso. Al igual que otras empresas chinas, Deruibao se expandió rápidamente
poco después de que Beijing lanzó su paquete de estímulo de US$586.000 millones a finales de 2008.
Nota del autor del Blog: esa cantidad era equivalente a
todo el PBI de Irán de ese año.
La compañía
usó la deuda, principalmente préstamos bancarios, para construir plantas, según
las autoridades locales y los banqueros familiarizados con sus finanzas. Todo
fue bien hasta el año pasado, cuando la caída de las ventas, tanto en China
como en el exterior, llevó a los bancos acreedores a exigir el pago anticipado
de sus préstamos.
A principios
de este año, la compañía acudió al gobierno de Guangrao en busca de ayuda,
según un portavoz de las autoridades locales. Los funcionarios intentaron que
los bancos extendieran el crédito a la empresa, según fuentes cercanas. Dos bancos locales obedecieron la
orden, agregaron las fuentes, pero otros
bancos nacionales se negaron.
Ahora, según
el portavoz del gobierno de Guangrao, las autoridades siguen tratando de evitar
que la empresa se declare en quiebra, “coordinando activamente con todas las
partes involucradas”.
La razón
principal de este esfuerzo, según funcionarios de Guangrao, es que Deruibao es
también garante de préstamos a otras empresas. Una declaración de quiebra
podría desencadenar una cadena de cesaciones de pagos.
“Los reguladores están
atentos a cualquier signo de riesgos sistémicos”, dijo un funcionario de Guangrao
involucrado en las negociaciones. Representantes de la empresa se negaron a
comentar.
Además de la
deuda corporativa, los líderes chinos han apuntado a los pasivos en distintos
niveles del gobierno. Sin embargo, un plan de canje de deuda por bonos
destinado a dar un respiro a provincias y ciudades se ha topado con
inconvenientes, ya que muchos bancos comerciales son
renuentes a comprar los nuevos bonos.
Esto llevó
al banco central a considerar una estrategia similar a la utilizada en los
rescates europeos, según funcionarios con conocimiento del tema. El plan
contempla que el instituto emisor deje que los bancos comerciales intercambien
los bonos que compren a los gobiernos locales por préstamos del banco central,
con el objetivo de apuntalar el esfuerzo de reestructuración de deuda sin
causar una dolorosa crisis crediticia.
Muchos
economistas dicen que la brusca desaceleración en el crecimiento de China y la
necesidad de resolver sus problemas de deuda podrían llevar al banco central a
implementar muevas medidas de flexibilización en los próximos meses. La
entidad, por su parte, se ha mantenido cautelosa a la hora de pisar el
acelerador.
En el
informe sobre la política monetaria difundido el viernes, el banco central dijo
que continuará adoptando diversas herramientas para asegurar una adecuada
liquidez en el sistema financiero, pero que al mismo tiempo “prevendrá
un relajamiento excesivo.”
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