El
Consejo de Estado, el máximo órgano del poder ejecutivo de China decreta una “extra
urgente” flexibilización cualitativa monetaria , y los gobiernos locales emiten
bonos que el gobierno central compra o sino obliga a los bancos a comprarlos y solo
para pagar deudas.
Alivio
de deudas, el nuevo estímulo de China
http://lat.wsj.com/articles/SB10804568603840984250404580639360118447290?tesla=y
Por LINGLING WEI
miércoles,
13 de mayo de 2015 22:12
EDT
China
lanzó un programa de canje de deuda por bonos diseñado para dar a provincias y municipios mayor
margen para pagar sus deudas. Un obrero chino trabaja la tierra en un suburbio
de Wuhan, Hubei. Zuma Press
BEIJING—En otro paso de su vasta batería de
medidas para reanimar el crecimiento, China está lanzando
un nuevo paquete de estímulos para ayudar a los gobiernos provinciales y
municipales a reestructurar billones de dólares en deudas y a la vez
incitar a los bancos a que otorguen más préstamos, ante nuevas señales de una
mayor desaceleración de la segunda economía del mundo.
En una
directriz conjunta clasificada como “extra urgente”,
el Ministerio de Finanzas, el banco central y el
principal regulador bancario presentaron un paquete de medidas para
impulsar una de las iniciativas de recuperación económica más importantes del gobierno:
un programa de canje de deuda por bonos que apunta a darles a las provincias y
las ciudades más margen para pagar deudas.
Relacionado.
China
permitirá usar bonos locales como colateral
La
parte central de la directriz es un plan, más grande de lo previsto, del Banco
Popular de China para
permitir que los bancos comerciales usen como garantía para todo tipo de
créditos de bajo costo del banco central los bonos de rescate de gobiernos
locales que compran.
El objetivo
es proporcionar más fondos a los bancos para que concedan nuevos préstamos. La orden, a la que tuvo acceso The Wall Street Journal, fue emitida esta semana a gobiernos a
lo largo del país.
Se trata de
la más reciente de una serie de medidas tomadas por Beijing para estimular la
actividad económica, incluidos tres recortes de tasas de interés desde
noviembre. Sin embargo, esas medidas no
han logrado impulsar la demanda, en parte debido a que empresas y gobiernos
locales sufren para reducir sus altos niveles de deuda. A su vez, los costos de financiación continúan siendo altos, puesto
que la baja inflación dificulta los pagos de deuda por parte de las compañías y
los consumidores.
Los bancos son renuentes a reducir
las tasas de interés de sus préstamos ante el incremento de los costos de financiación
y de las cesaciones de pagos.
El
sentido de urgencia para
resolver los crecientes problemas de deuda del país es palpable en el Consejo de Estado, el máximo órgano del poder ejecutivo de
China. En las últimas semanas, el ente ordenó a
las principales agencias económicas del país que
conciban un plan para ayudar a los gobiernos locales a lidiar con su
deuda, según funcionarios al tanto. Eso llevó al banco central a ampliar
considerablemente los tipos de préstamos que otorga a bancos comerciales al
aceptar bonos locales como garantía, agregaron.
“El banco central está
usando esta oportunidad para proveer financiación barata a bancos y guiar las
tasas de interés a la baja”, señala Zhu Chaoping, economista del banco de inversión de Singapur UOB Kay Hian
Holdings Ltd. “Esto tendrá efectos similares a la
relajación cuantitativa”, dice en referencia a los programas de compra
de bonos implementados por los bancos centrales de Estados Unidos y Europa para
fomentar la actividad económica.
Funcionarios
del banco central han desestimado en los últimos días la necesidad de recurrir
a herramientas monetarias poco convencionales. Dicen, por ejemplo, que las tasas de interés pueden reducirse más, como sucedió
este domingo. No obstante, abundan las señales de que la economía no
está a la altura de lo que el gobierno y los economistas habían previsto y de
que las autoridades tratan de encontrar soluciones.
El
miércoles, China anunció una serie de cifras económicas decepcionantes.
En
particular, la inversión en fábricas, edificios y otros
activos fijos creció un deslucido 12% en los primeros cuatro meses del
año frente al mismo lapso de 2014, el ritmo más lento desde diciembre de 2000.
La producción fabril y las ventas minoristas también estuvieron por debajo de
las expectativas en abril.
Mientras
tanto, los bancos chinos tampoco están emitiendo nuevos préstamos como esperaba
el mercado. En abril, los bancos concedieron 707.900
millones de yuanes (US$114.000 millones) en nuevos créditos, frente a
1,18 billones de yuanes en marzo y por debajo de la
proyección media de 950.000 millones de yuanes de 11 economistas
encuestados por The Wall Street Journal.
La
desaceleración está obligando a las autoridades a idear medidas más enérgicas
para apuntalar el crecimiento para que Beijing alcance su meta de expansión
anual, que ya ha sido reducida a 7% este año, el
nivel más bajo en un cuarto de siglo.
En público,
el gobierno chino mantiene una postura “neutral” sobre la política monetaria,
ya que no quiere parecer como si estuviera recurriendo a la vieja táctica de
abrir el grifo del crédito para rescatar la economía.
En realidad,
según algunos economistas, ya se está gestando un nuevo
estímulo comparable con el paquete de US$586.000 millones lanzado a fines de
2008. Durante los últimos seis meses, el banco central ha bajado las
tasas de interés tres veces y en dos ocasiones liberó las reservas de
emergencia que tenían los bancos comerciales en el banco central. El Banco Popular de China también proporcionó más de
US$161.000 millones en fondos a bancos mediante un conjunto de herramientas.
Sin dudas,
el impacto de esas medidas en la oferta de dinero ha sido reducido comparado
con el que tuvo el estímulo de 2008. Según Zhu, las iniciativas de
flexibilización hasta ahora han dado lugar a un aumento de 7,7% en la cantidad total de dinero en circulación en el primer
trimestre, frente a un salto de 19,2% en el
primer trimestre de 2009 tras el lanzamiento del paquete anterior.
Ahora, sin
embargo, “hay una
lista completa de herramientas de relajación lista para lanzarse”,
afirma Jianguang Shen, economista de Mizuho Securities.
“La escala de este estímulo será tan grande como la previa”, agrega.
—Liyan Qi contribuyó a este artículo.
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