Riesgo
Catastrófico Combinado: Lecciones desde Turquía (esto es lo que pasara en Perú uno de estos días o años, cada 106 años en promedio )
por Gregorio Belaunde del diario gestión de Perú.
http://blogs.gestion.pe/riesgosfinancieros/2015/05/riesgo-catastrofico-combinado-lecciones-desde-turquia.html
estas 2 anteriores son imágenes del terremoto de Turquía en la ciudad de Izmit en 1999 encontrado en la Wikipedia.
11/05/2015
En posts
anteriores he tenido la oportunidad de explicar el llamado Riesgo Catastrófico y cómo puede gestionarse.
Algo muy
poco conocido por haber sucedido en medio de la gran secuencia
de crisis financieras y bursátiles Asia del Este-Rusia-Brasil- Explosión de la
“burbuja dot-com”- Atentado del 11/09/2001- Argentina- Pre-Guerra de Irak
que hubo desde mediados del 1997 hasta los primeros meses del 2003, es lo que le pasó a Turquía entre los años 1999 y 2001:
una crisis financiera mayúscula que
fue rápidamente opacada por la de Argentina combinada con un sismo devastador
en una región muy poblada y altamente industrializada.
Y por eso
tampoco son muy conocidas ciertas lecciones que sacó Turquía de dichos eventos
y las soluciones que adoptó para incrementar su “resiliencia” como país.
En los años 1990 Turquía estaba conociendo
como los países de Asia del Este un crecimiento en gran parte basado en el masivo influjo de capitales extranjeros que eran
sobretodo de corto plazo, con bancos dependientes de ellos y con grandes
descalces cambiarios y de duración, empeorados por el hecho de que una inestabilidad política crónica, y grandes
problemas de corrupción llevaban a grandes déficits presupuestales del orden de 7 %, y
que eran financiados por bonos de larga duración en moneda local por los bancos
locales, lo que incrementaba aún su fragilidad, en un contexto de débil
supervisión bancaria.
La Crisis Asiática y
la Rusa llevaron, como para tantos otros países, a que se revirtieran
negativamente los movimientos de capitales extranjeros, con grandes salidas de capitales de corto plazo, lo que
fue empeorando la fragilidad de los bancos y de las finanzas públicas.
Fue en ese contexto deteriorado que el 17 de Agosto de 1999 un terremoto de magnitud 7.6 Mw,
con hipocentro a poca profundidad (recuérdese el caso de Haití), golpeó a la
región del Mar de Mármara, y especialmente a la
importante ciudad de Izmit. Pero también fue bastante golpeada la que
es de lejos la principal ciudad de Turquía, en
términos de PBI, es decir Istambul, situada a 70 km
del epicentro del terremoto, y especialmente sus barrios construidos en zonas
de suelo de mala calidad.
Los códigos constructivos de Turquía eran
bastante buenos, pero el rápido desarrollo de la región llevó al del colapso de
las capacidades de supervisión por parte de las autoridades, con la
consecuencia de numerosos edificios mal
construidos en la práctica (notablemente
edificios multi-familiares que colapsaron como “galletas”) y de un gran
problema de vivienda construida de manera informal.
La
importante refinería de Tupras sufrió un incendio que tomó 5 días sofocar y numerosas empresas
industriales tuvieron serios problemas.
Por el lado
positivo, la mayor parte de la infraestructura vial esencial (a pesar de los
daños a muchos puentes) resistió bien, así como las redes de agua y
alcantarillado, de gas, y de electricidad, que fueron restablecidas en general
en pocas horas. Y también numerosas construcciones industriales modernas
resistieron muy bien.
El sismo tuvo un saldo oficial de 17 mil muertos (aunque algunos dicen que pasaron de
los 40 mil) y 44 mil heridos, y dejó a casi medio millón de personas sin hogar. Los daños económicos totales fueron estimados en USD 23 mil
millones, un 13 % del PBI de la época.
Y empeoró la
situación financiera del país, que ya estaba sufriendo las consecuencias de las
crisis asiática y rusa.
Ese año, el déficit del presupuesto pasó al 12 % del PBI, y se
registró un crecimiento negativo de 3.6 %. Entre los factores que contribuyeron
al déficit adicional (que también se vería en el 2000 y el 2001, con niveles
similares de déficit presupuestal): el que el Gobierno tuviera que financiar
gran parte del esfuerzo de reconstrucción de viviendas, pues la penetración de
los seguros para vivienda era entonces bajísima, de menos del 3 % de las
viviendas en el país. Por supuesto, ello afectó también al sector bancario, pegando el nivel de morosidad un “salto” al 11 % para la
banca privada y 13 % para la banca pública.
Hacia fines del 2000, la situación se volvió
insostenible, con devaluación masiva y “corridas”
bancarias, la necesidad de rescatar a 18 bancos privados
entre el 1999 y el 2001, por un costo total del 31 % del PBI, y una
refinanciación de la deuda pública lograda felizmente con éxito e mediados del
2001.
En
el 2001, el crecimiento negativo había sido de 5.7 %. La deuda pública, que ya había saltado al 40 % del PBI
en el 1999, terminó pasando al 74 % en el 2001.
En el 2001 también, la morosidad en la banca privada
alcanzó 19 % de los préstamos y el volumen de crédito
bancario se contrajo en 29 % respecto del 1999. El crecimiento positivo
regresó en el 2002 con la estabilización lograda.
Ejemplos de las medidas tomadas por las
autoridades Turcas
En lo que respecta al sector financiero, se
tomaron medidas muy significativas:
. en el 2002 se organizó un esquema de
refinanciación y restructuración de la deuda empresarial con los bancos (el
llamado “enfoque de Istambul”) por unos 6 mil millones de dólares, lo que salvó
a muchísimas empresas, permitió al crédito iniciar su recuperación y contribuyó
a que se retomara la senda del crecimiento ese año, con más de 5 %.
. y se reforzó de manera muy significativa la
regulación y supervisión bancaria, obligándose a los
bancos a sólo prestar en moneda extranjera a aquellos clientes que tuvieran
ingresos en moneda extranjera (gestión
del riesgo cambiario crediticio), a incorporar en sus exposiciones
ponderadas a numerosas exposiciones que no se tomaban en cuenta, sobre todo los
derivados, y de manera muy notable, fijando un
ratio mínimo de 12 % de patrimonio efectivo respecto de los activos ponderados.
Una funcionaria de supervisión turca me dijo en el 2008 que ese era el mínimo
legal, pero que en realidad se empujaba a los bancos a alcanzar mínimos de 15
%, que eran el verdadero objetivo supervisor. No es sorprendente que los bancos
turcos capearan con éxito el temporal de la crisis del 2009.
En lo que respecta al aseguramiento de las viviendas, repito lo que ya mencioné en el
post sobre la importancia de la acción decidida del Estado en términos de
penetración de los seguros.
En los
últimos años Turquía hizo pasar la penetración
de los seguros catastróficos de menos de 3 % de las viviendas en el 2000 a 23 %
en todo el país (40 % en las zonas más propensas a desastres), multiplicando
por 6 el número de pólizas en 10 años. Una performance espectacular para un
país con bajísima cultura de los seguros.¿Cómo lo logró? Creando, con la
asistencia técnica y financiera del Banco Mundial en el marco de una asociación
público-privada entre la industria aseguradora, el supervisor de seguros y el
Gobierno, un “pool de aseguramiento catastrófico”, que permitió una agresiva
campaña de comunicación y también
sustanciales economías de escala. Un punto de partida indispensable fue que las
diferentes empresas del rubro aceptaran trabajar juntas. El rol motor de la
autoridad supervisora de seguros, bajo el liderazgo de la
funcionaria Serap Oguz fue clave; también fue importante la contribución
de las autoridades a cargo del catastro, que lograron hacer que la contratación de seguros para la vivienda fuera casi
obligatoria para mucha gente.
En lo que respecta a la gestión pública,
Turquía introdujo progresivamente en su Ministerio de Hacienda la gestión del riesgo operacional, incluyendo a la
gestión de la continuidad operativa. Esto es muy importante pues la capital y
segunda ciudad del país, Ankara, también está
muy expuesta al riesgo sísmico, como lo probaron los
terremotos de 1938 y sobre todo el de 1944; y por razones históricas, el
país está también expuesto al riesgo de atentados terroristas de alto impacto.
Conclusiones
Por supuesto dicho país está aún sometido a
numerosos desafíos para su resiliencia financiera y operativa pues cabe
preguntarse cómo le iría con un sismo cuyo epicentro serían aún más cercano a Istambul, sabiendo que esta ciudad representa más de 40 % del
PBI del país, y han aparecido ciertas vulnerabilidades en lo que
respecta a la balanza de pagos, y al sobreendeudamiento minorista, como suele
suceder en muchos países que han conocido un largo período de crecimiento
económico.
Pero es indudable que Turquía ha sabido tomar
medidas muy importantes para mejorar su grado de resiliencia frente al riesgo
catastrófico. Es un país del cual podemos aprender muchas cosas, pues tenemos
desafíos que en varios aspectos son similares y ha enfrentado una combinación
poco común de crisis financiera con crisis sísmica. Los intercambios no
deberían limitarse al tema del TLC.
Podría
ser el momento oportuno para una venta masiva de propiedades inmobiliarias en
Lima –Perú /Recomiendo hipotecar toda la ciudad de Lima en el extranjero.
http://economiaytecnologiaentrujillo.blogspot.com/2012/02/podria-ser-el-momento-oportuno-para-una.html
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