Al
menos 80 muertos en los bombardeos saudíes sobre Yemen
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/05/27/actualidad/1432742192_254537.html
Riad y sus
aliados hacen frente no sólo a la milicia Huthi sino a parte del Ejército
ÁNGELES
ESPINOSA
Dubái
27
MAY 2015 –
Un soldado
yemení es atendido tras un bombardeo, este miércoles en Saná. / YAHYA ARHAB (EFE)
Varios
bombardeos sobre Yemen por parte de la coalición que lidera Arabia Saudí han
causado este miércoles al menos 80 muertos. Unas 40 personas, en su mayoría
civiles, han fallecido cerca de la frontera, donde las tribus locales han
estado ayudando a los rebeldes Huthi contra las fuerzas terrestres saudíes.
Otro ataque,
que dejó 40 muertos y un centenar de
heridos, tuvo por objetivo el cuartel de las
Fuerzas Especiales de Seguridad en Saná. Poco antes, la coalición
destruyó la base naval de Hodeida, el mayor puerto
yemení en el mar Rojo. Todo ello pone de relieve que Riad y sus aliados
no combaten sólo a los Huthi, sino que estos cuentan con el apoyo de una parte
significativa del ahora dividido Ejército yemení.
Desde el
inicio de su intervención en Yemen a finales de marzo, Arabia Saudí ha
justificado esa campaña para frenar el avance de las “fuerzas aliadas de Irán”,
como sus portavoces se refieren a la milicia Huthi, y restituir al presidente
Abdrabbo Mansur Hadi en el poder. Ese grupo, cuya
retórica antiimperialista le acerca más a la ideología de la República Islámica
que su fe zaydí, se había hecho de facto con el control del Gobierno de
Saná a principios de año y llegó a mantener secuestrado a Hadi durante varias
semanas.
A los
yemeníes enseguida les resultó sospechosa la facilidad con que tomaban el
control de los cuarteles. Buena parte del Ejército seguía leal al expresidente
Ali Abdalá Saleh, quien no terminó de encajar que las protestas populares de
2011 le apartaran del poder y mucho menos ser objeto de sanciones
internacionales. Sólo eso permitió que los Huthi llegaran a las puertas de
Adén, donde se refugió Hadi, después de escapar del confinamiento de los
rebeldes y antes de huir a Riad.
Cuando los saudíes lanzaron su
campaña, confiaban en que la mayoría de los jefes militares se pusieran de su
parte. No en vano,
durante la pasada década el Ejército había combatido a sangre y fuego la
insurrección Huthi, a menudo con ayuda saudí.
Sin embargo,
aunque los incentivos económicos y las presiones tribales consiguieron que
algunos lo hicieran, la mayoría se han mantenido en sus
puestos, respaldando la enésima jugada del hombre que siendo presidente
dijo que “gobernar Yemen era como bailar con serpientes”.
Dos meses
después, Riad no ha conseguido la rendición de los Huthi y sus aliados, que
siguen manteniendo el control de la mayoría de las zonas que dominaban antes de
los bombardeos.
Tampoco ha
logrado coordinar una fuerza unificada que les haga frente sobre el terreno. Los “leales a Hadi” a quienes se refieren
los comunicados son con frecuencia grupos dispares que sólo coinciden con
los saudíes en su oposición al avance de los rebeldes del Norte.
Esa alianza
de conveniencia les facilita armas y dinero, pero no garantiza un proyecto
común si logran derrotar al enemigo común. Tal es el caso de las milicias de la
Resistencia Popular que combaten en la provincia de Dalea. Como el resto de los grupos
asociados con el Movimiento del Sur (Hrak),
aspiran a la independencia.
Ni las
tendencias secesionistas, ni los conflictos tribales, son nuevos en Yemen.
Incluso con Saleh, que logró la unificación en 1990, el país se vio amenazado
por el independentismo del Sur, la rama local de Al
Qaeda y la rebelión de los Huthi en el Norte.
Pero la
intervención saudí ha militarizado esas diferencias y reforzado la división del Ejército, cuyas unidades antiterroristas
había preparado EE UU para combatir a Al Qaeda.
Ahora, este grupo y el
Estado Islámico están aprovechando el vacío de poder para echar raíces,
lo que no deja de ser un peligro para Arabia Saudí y el resto de los países de
la península Arábiga.
Aunque el
consejo no viene de la mejor fuente para las autoridades de Riad, el ministro
iraní de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, ha advertido durante una visita a
Kuwait que “lo que están haciendo en Yemen va a terminar perjudicándoles”.
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