Antes
que la FED aumente la tasa de interés, EEUU entrará en recesión. Deducido del
articulo de Jon Hilsenrath del WSJ.
En 2007 las hipotecas subprime dijeron que era poca cosa solo un poquito, casi nada y era mentira.
Nota del autor del blog así simple nomas, en el año 2000 hubo la crisis de las punto com, 7 años más
tarde inició la recesión en 2007 con el desplome
de Lehman Brotrhers y ya pasaron otros 7.5 años.
Las exportaciones de EEUU caen en picada por el
alza del dólar ¿ud cree que subirán las tasa para hacer más caras las
exportaciones y cierren mas fabricas?
Hace 2 años puse una entrada de uds mismos (WSJ),
que la bajada de las tasas de interés
eran un cuento y aunque la flexibilización cualitativa si termino, ya es hora
de que empiece otra.
Miren el gráfico del oro aumento 40 dólares ayer
Vea:
Ben Bernanke y el cuentito del pastorcito mentiroso Por
Michael Casey y Nicholas Hastings del WSJ
http://economiaytecnologiaentrujillo.blogspot.com/2013/06/ben-bernanke-y-el-cuentito-del.html
Escrito en 2013
Buenas en el cuentito el pastorcito decía ¡viene el lobo!, ¡viene
el lobo! y se reía cuando acudían a ayudarlo.
En la FED Ben Bernanke (en 2013 decía ) :
¡Se acaba la flexibilización
monetaria!
¡ Dejare de emitir los 85,000
millones mensual!
¡La recuperación económica
de EEUU es una realidad !
¡ Y subiré rapidito las tasas de interés! Y todavía
no suben en 2015
Y los inversionistas acuden en
manada dejando caos y destrucción en su retiro.
El
inestable crecimiento de EE.UU. pone en aprietos a la Fed
http://lat.wsj.com/articles/SB11038535837373284215604580647273963061414?tesla=y
Por JON HILSENRATH
lunes,
18 de mayo de 2015
El cierre de
algunos puertos en EE.UU. afectó el comercio y dio un momentáneo golpe a la
economía del país. Ben Margot/Associated Press
Una serie de
datos económicos recientes no sólo apuntan a un crecimiento menor del previsto
de la economía estadounidense, sino que dejan de manifiesto que su recuperación anémica es vulnerable y ser descarrilada
por shocks pasajeros.
La falta de
dinamismo, el crecimiento de la economía de Estados
Unidos podría ser nulo este año, probablemente hará que la Reserva
Federal (Fed) lo piense dos veces antes de empezar a subir las tasas de interés
de corto plazo desde un nivel de casi cero.
El banco
central observa varios indicadores de la fortaleza subyacente de la economía,
como una mejora del empleo y un alza de los ingresos y el patrimonio.
No obstante,
una gama de otras cifras retrata un panorama menos optimista.
La
Fed informó el viernes que la producción industrial de EE.UU. se contrajo 0,3%
en abril frente a marzo,
la quinta contracción mensual
consecutiva. El índice que mide el estado de ánimo de los consumidores,
compilado por la Universidad de Michigan, también descendió, lo que se suma a las magras ventas minoristas de abril y paupérrimas cifras
comerciales.
Los
analistas de Wall Street están revisando a la baja las estimaciones para el crecimiento
del segundo trimestre y muchos prevén que el crecimiento del primer trimestre termine siendo negativo.
J.P.
Morgan JPM -0.26% proyecta una expansión
de apenas 0,5% para el primer semestre.
Este telón
de fondo revela una de las características fundamentales de la actual
recuperación estadounidense: una
economía que crece lentamente puede ser descarrilada por disturbios pequeños y
pasajeros.
“Las economías… son más
estables cuando crecen a una velocidad moderada que cuando crecen lentamente”, señala Lawrence
Summers, profesor de Economía de la Universidad de Harvard y ex asesor
económico del gobierno del presidente Barack Obama.
Una economía que se expande a paso de tortuga “está a un
golpe moderado de caer en recesión”.
Ver
gráficos
Pocos
economistas creen que EE.UU. esté cerca de caer en recesión, pese a su magro
desempeño. Un grupo de 62 economistas que
participaron en una encuesta de The Wall Street
Journal este mes asignan una probabilidad de apenas 12% a una recesión
en 2015.
Una
estimación realizada por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York sobre las
probabilidades de la recesión, basado en los movimientos de los bonos del
Tesoro de EE.UU., asigna una probabilidad igualmente baja.
Las recesiones van a menudo acompañadas
de olas de despidos, algo que no está ocurriendo. El Departamento del Trabajo reportó
que las solicitudes de seguro de desempleo, un indicador de despidos, rondan
sus niveles más bajos de los últimos 15 años. La mejora del empleo ha redundado
en un crecimiento de los ingresos de las familias. Los ingresos de los hogares,
calculados después de impuestos y desestacionalizados, subieron 3,8% interanual
en el primer trimestre.
“Debiéramos
empezar a ver un alza hacia un crecimiento de 3%, que hemos estamos previendo
durante los tres últimos trimestres”, vaticina David Altig, director de
estudios del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, en una entrevista. “Los
últimos datos aún no confirman tal postura”.
Altig indicó
se sentirá más confiado respecto a un crecimiento más robusto cuando vea un
repunte del consumo. Uno de los factores
que ha sorprendido a la Fed es el avance modesto del consumo a pesar de la
mejora de los ingresos y el patrimonio.
En un momento en que las
exportaciones están siendo perjudicadas por la fortaleza del dólar, el
gasto de los consumidores es un motor particularmente importante de crecimiento
económico.
La Fed, que
a comienzos de año contemplaba un aumento de tasas por primera vez desde
reducirlas a casi cero en 2008, ha señalado que aplazará la medida hasta que
observe mayores avances en materia de empleo y adquiera una mayor confianza de
que la inflación, que se ha ubicado por debajo de su meta de 2% durante casi
tres años, esté en una trayectoria alcista.
Un alza de tasas en junio parece cada
vez más improbable.
El precio de los contratos a futuro de la tasa de fondos federales, la tasa de
referencia de la Fed, han estado aumentado, una señal de que el mercado estima
que un incremento en junio es poco probable. Además, una vez que el banco
central comience a subir las tasas, las dudas persistentes en torno a la
economía limitarían el ritmo de alzas futuras.
Por ahora,
al menos, la Fed no tiene ninguna prisa.
“No hay presión para
decidir sobre la trayectoria futura de la política en la actualidad, de modo
que soy partidario de esperar a ver qué ocurre prestando mucha atención a las
cifras”,
reconoce John Williams, presidente del Banco de la
Reserva Federal de San Francisco en un reciente discurso pronunciado en
Nueva York.
Cuando la
economía vuela a una altitud tan baja, incluso un disturbio pequeño la puede
obligar a aterrizar. El crecimiento ha promediado 2,2%
durante la expansión actual, muy por debajo del 3,6% promediado en las
tres expansiones previas, dejando poco margen de error.
La economía
estadounidense ya ha sido golpeada por algunos mini sacudones en los últimos
meses, algunos más serios y duraderos que otros.
Los
cierres temporales de los puertos de la costa del Pacífico y el mal clima en el
Noreste del país, que
afectaron el comercio, ya pasaron.
Un
alza del dólar, que
perjudica las exportaciones y alienta las importaciones, y
una
caída del precio del petróleo, que beneficia a los consumidores, pero socava la exploración y la
inversión petrolera en el país, siguen repercutiendo. El alza del dólar y la
caída del crudo se han revertido parcialmente en las últimas semanas,
complicando el panorama.
Si el crecimiento del primer
trimestre de 0,2% es revisado a la baja y acaba siendo una contracción, tal y como prevén numerosos
analistas, se trataría de la tercera ocasión en que la economía registra una
contracción trimestral durante el actual ciclo expansivo.
En realidad,
la economía estadounidense ha sido menos volátil que lo normal desde el fin de
la recesión a mediados de 2009, señala James Stock, profesor de la Universidad
de Harvard que acuñó la expresión la “Gran Moderación” para describir el
crecimiento estable de las décadas anteriores.
Las
desviaciones en el crecimiento de uno a otro trimestre no han sido más amplias
durante esta recuperación que en las anteriores, aseveró. Además, las desviaciones en el crecimiento interanuales han sido la
mitad de lo que fueron en los repuntes previos.
El
economista, de todos modos, advierte riesgos en caso de que aumenten las
turbulencias económicas. “Si se crece a un nivel muy bajo, se va a ser
vulnerable a estos shocks importantes que si se crece a 3,5% o 4%”, dice. “Es
uno de los grandes desafíos de política”.
Puesto que
las tasas de interés están casi en cero, en parte debido al débil crecimiento,
la Fed no tiene margen para reducir las tasas de interés en caso de que ocurra
un bajón de la economía. Es uno de los motivos por los cuales algunos en el
banco central son partidarios de tener paciencia antes de subir las tasas.
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