Goldman
Sachs negocia la venta de sus minas de carbón en Colombia
http://lat.wsj.com/articles/SB11935710102469723655204580619291746186702?tesla=y
Por IANTHE JEANNE DUGAN
lunes,
4 de mayo de 2015 0:06
EDT
Un año
después de comprar su segunda mina de carbón en
Colombia, Goldman Sachs Group Inc. GS +0.57% recibió una noticia desconcertante: “Han
surgido ciertas cuestiones operativas”, reportaron ejecutivos del negocio de
materias primas.
Fue una
manera diplomática de decirlo.
Mujeres
y niños del lugar habían formado una barrera humana para protestar por temas
laborales, interrumpiendo la producción.
Los
precios del carbón habían caído 20% en tres años y un descenso adicional de 6% podría deteriorar el
valor de la inversión de Goldman, dijeron los ejecutivos a los directores de
Goldman Sachs a finales de 2013.
Las malas
noticias siguieron llegando.
Los precios
del carbón se derrumbaron más de 40% y una ley
ambiental cerró la producción durante gran parte del año pasado.
Ahora parece
que todo eso ha sido demasiado para Goldman. El gigante de Wall Street está en conversaciones para vender las minas de carbón a
pérdida, según fuentes
cercanas. Cualquier acuerdo, que se producirá después
de las ventas de plantas de energía y su negocio de almacenamiento de aluminio,
marca el final de la accidentada incursión de la compañía como productora de
materias primas.
Las
negociaciones de venta tienen lugar mientras la Reserva Federal de Estados
Unidos evalúa nuevas restricciones a la forma en que los bancos comerciales
pueden producir, almacenar y vender materias primas. Un panel del Senado estadounidense concluyó a
finales del año pasado que tales operaciones están plagadas de posibles
conflictos de interés y riesgos sistémicos para los bancos.
El panel
expresó su preocupación de que los bancos que participan en las materias primas
que producen, en vez de simplemente comercializarlas, pudieran además obtener
una ventaja injusta en el mercado y posiblemente manipular los precios.
Durante una
audiencia realizada en noviembre sobre las actividades de Wall Street en los
commodities, realizada por el Subcomité Permanente de Investigaciones del
Senado, el senador republicano John McCain dijo que las operaciones físicas con
materias primas acarreaban “peligros de derrames tóxicos, explosiones
mortales, y otros desastres” y que esos no eran “los riesgos que normalmente
asociamos con los bancos, cuyo papel principal debe centrarse en actividades
más tradicionales de la banca”.
Reuters
Goldman dice
que los commodities siguen siendo un negocio importante y que tiene previsto
continuar el corretaje de materias primas e instrumentos financieros
relacionados y ofrecer servicios de commodities para sus clientes, incluyendo
el almacenamiento temporal de materiales.
Sus
operaciones de materias primas representaron ingresos cercanos a US$1.500
millones en 2013, la última cifra disponible, menos de la mitad de los
aproximadamente US$3.400 millones de 2009.
Ejecutivos
de Goldman testificaron en la audiencia del Senado que sus operaciones en
commodities físicas no plantean riesgos catastróficos debido a que la
estructura de propiedad del banco lo resguarda de responsabilidad. Añadieron
que su participación en los mercados globales de materias primas es tan pequeña
que sería difícil manipular precios.
La mina de
carbón de Colombia, por ejemplo, representa alrededor del 5% de la capacidad de
producción de ese país.
No obstante,
en medio de la controversia y la caída de los precios de las materias primas,
los bancos están en retirada. Goldman vendió
en diciembre su filial de depósito de metales a
Reuben Brothers, una firma suiza de inversión. La transacción fue
criticada en un informe reciente del Senado por presuntamente impulsar al alza
los precios del aluminio por lo que a los depósitos de aluminio de Detroit les
resulta difícil conseguir la materia prima, afirmaciones que los ejecutivos de
Goldman negaron.
JP
Morgan Chase JPM
+0.55% & Co. vendió el año pasado
sus activos físicos de commodities,
incluyendo un negocio de depósito de
metales.
Morgan
Stanley MS +0.54% se desprendió de sus filiales de embarques de petróleo y oleoductos, y
está en busca de un comprador para sus operaciones de corretaje y
almacenamiento de crudo.
Goldman
compró su primera mina de carbón de Colombia, llamada La Francia, en 2010 a la
canadiense Coalcorp Mining Inc. MLR.V +12.50%
por alrededor de US$151 millones, más otros US$50 millones en
consideraciones financieras.
La idea era
volver a venderla rápidamente, pero un comprador lógico, la brasileña Vale SA, VALE5.BR +5.16% decidió vender su mina colindante. Así, en
2012, Goldman compró también esa mina, más una participación en un ferrocarril,
por alrededor de US$407 millones. Las dos minas fueron consolidadas en una unidad
de Goldman bautizada Colombia Natural Resources.
Gregory
Agran, co-director de corretaje de materias primas de Goldman, dijo al
subcomité del Senado que Goldman hizo una extensa diligencia debida antes de la
adquisición y reforzó las normas ambientales y de seguridad de las minas.
En 2010, la
unidad de carbón colombiano de Goldman registró ingresos por US$66 millones. Al
año siguiente, la facturación se triplicó a US$200 millones.
Sin embargo,
empezaron a aparecer los problemas ambientales. El gobierno colombiano ordenó a
la empresa y a algunos competidores que trasladaran tres pueblos enteros donde
los residentes presuntamente estaban enfermándose debido al polvo.
En enero de
2013, un subcontratista que operaba la mina La Francia
terminó abruptamente su contrato, según los registros internos de Goldman
citados por el subcomité del Senado. “Las actividades de la mina se
suspendieron”, indicaban los registros; toda la maquinaria había quedado
abandonada.
Unos meses
más tarde, a mediados de abril, las mujeres y los niños —familiares de los
empleados— bloquearon el acceso a la mina cercana. Goldman buscó,
infructuosamente, la ayuda de la policía y los militares. La mina permaneció
cerrada durante nueve meses.
Ese
septiembre, Goldman pagó US$10.000 a cada uno de los
aproximadamente 120 empleados, un total de más de US$1 millón, según los
registros de Goldman; la firma entró en proceso de arbitraje con el operador.
El asunto está pendiente.
Los ingresos
se hundieron a unos US$70 millones en
2013.
La demanda
de carbón declinó en medio del aumento del consumo de gas natural y el aumento
de la competencia. Drummond Co. Inc.,
un operador de Estados Unidos con una mina en Colombia, estaba reorientando
sus ventas a Europa, mercado principal de Goldman, para compensar una caída en
EE.UU.
Entonces
surgieron problemas de envío. Los operadores de carbón habían estado utilizando
pequeñas barcazas para transportar el mineral a buques más grandes. Con una
nueva ley, el gobierno de Colombia había puesto en marcha un proceso para
discontinuar gradualmente esa práctica; pero luego prohibió el sistema por
completo después de un accidente ambiental.
La creación
de un sistema de carga diferente, Goldman dijo a investigadores del Senado,
habrían costado a la empresa tanto como US$220 millones. No podía justificar el
costo. Sus esfuerzos para conseguir la ayuda de los competidores para
transportar su carbón llegaron a ninguna parte. Goldman paralizó de nuevo la
producción de carbón.
La semana
pasada, se esbozó un plan para el desarrollo de un mecanismo de carga de menor
escala.
Las pérdidas
de Goldman fueron compensadas por las transacciones financieras que comenzó a
hacer en 2012 y que generaron ganancias cuando los precios del carbón cayeron.
Las apuestas produjeron una ganancia de US$246
millones en dos años, según los registros de Goldman.
Sin embargo,
Goldman acumulaba pérdidas de más de US$200 millones en
el negocio de carbón en Colombia, según fuentes al tanto del asunto.
La Reserva
Federal ha indicado que los grandes bancos con operaciones de commodities
físicas no han asignado suficiente capital o tomado las coberturas de seguros
apropiadas para hacer frente a las posibles pérdidas derivadas de desastres
como el derrumbe de minas o los derrames de petróleo.
Goldman dice
que no corre el riesgo de perder más de lo que invirtió porque la
responsabilidad se limita a la operación de la mina. Las minas en Colombia son
a cielo abierto, no subterráneas, lo que excluye el peligro de derrumbe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario