Grecia
se rinde incondicionalmente al eurogrupo (una capitulación absoluta) tal como lo
hizo Japón en 1945 ante las bombas atómicas de EEUU , con la diferencia que Grecia
no está en guerra sino que gobierna el cobrador de Alemania.
Nota del autor del blog: debería haber una insurrección que
deponga al gobierno traidor.
El
Eurogrupo exige a Grecia sus activos como aval del rescate
http://www.elmundo.es/economia/2015/07/13/55a2d87e46163f7e088b4578.html
Acorrala a Tsipras con la posibilidad
de una salida temporal del euro
Propone que un fondo luxemburgués
supervise hasta 50.000 millones en bienes helenos
Además, se niega a una quita de la
deuda
.. La canciller alemana, Angela Merkel, conversa con
Alexis Tsipras, este domingo, en Bruselas. J. MACDOUGALL AFP
PABLO
R. SUANZES
Bruselas Actualizado:
13/07/2015
Los líderes
de la UE plantearon a Alexis Tsipras la elección más difícil de su carrera: la
capitulación absoluta en términos muy próximos a la
humillación o la salida del euro.
El
Eurogrupo presentó un borrador de acuerdo demoledor, durísimo.
Y los jefes
de Gobierno se encargaron de que Atenas lo asumiera. En él se obliga a Grecia a
legislar antes del miércoles temas tan espinosos como el
IVA, pensiones y privatizaciones.
También se
exige a Atenas que transfiera hasta 50.000 millones en
activos públicos a un fondo en Luxemburgo, para que sean gestionados
"bajo la supervisión de las instituciones europeas".
Tras siete
horas de reunión, Grecia había aceptado la mayoría de las líneas rojas como la
presencia del FMI en el programa y que no haya quita en la deuda y, en
principio, la creación del fondo de 50.000 millones. A cambio, los acreedores
cedían en lo fundamental: "La referencia a la posibilidad de que Grecia
abandone el euro ya no está en el documento, no tenía sentido", explican
fuentes europeas.
Los líderes
de la Unión Europea plantearon al primer ministro griego, Alexis Tsipras, la
elección más difícil de su carrera: la capitulación absoluta en términos muy
próximos a la humillación o la salida del euro. Sin matices, sin grises.
Tsipras convocó un referéndum y ayer, sus
colegas, antes socios, se tomaron una venganza fría.
El Eurogrupo
presentó un borrador de acuerdo demoledor, durísimo. Y los jefes de Gobierno de
la Eurozona trataron acto seguido de que Atenas lo asumiera. En él se obliga a
Grecia a legislar, antes del miércoles, en temas tan profundos y espinosos como
el IVA, las pensiones y privatizaciones. Un acuerdo con la posibilidad de tener
que transferir hasta 50.000 millones de activos griegos al extranjero, a un
fondo en Luxemburgo, para que sean gestionados y vendidos "bajo la
supervisión de las Instituciones Europeas". Una forma de reducir la deuda
del país y de intentar que las privatizaciones, esta vez sí, se hagan hasta el
final.
Un acuerdo
con el FMI y sin quita de la deuda. Y todo ello a cambio de la posibilidad, y
sólo la posibilidad, de abrir formalmente las negociaciones. "Hay un
componente de humillación, está claro", reconocían fuentes europeas
presentes en la reunión. Alemania, sin demasiados
tapujos, reclamó la autoría del documento, la responsabilidad del lenguaje y la
agresividad.
Tras seis
meses de negociaciones, Wolfgang Schäuble tuvo su momento y no tuvo reparos en
que el mensaje se difundiera. Pese al riesgo, pese a las consecuencias, pese a
que el Gobierno de Tsipras tiene muy complicado resistir tanto al sí como al no
de unas propuestas tan duras.
"Estoy aquí para
lograr un compromiso honesto. Se lo debemos a la gente que quiere una Europa
unida y no divida. Podemos alcanzar un acuerdo si todas las partes
quieren",
señaló Tsipras a su llegada. La alternativa estaba muy clara.
Era la última frase del borrador, puesta e
impuesta por Berlín:
"En
caso de que no haya acuerdo, se debería ofrecer a Grecia una salida temporal de
la Eurozona, con la posibilidad de una reestructuración de la deuda". El
temido Plan B. "Lo van a aceptar todo, no tienen otra", indicó a EL
MUNDO un ministro europeo a la salida.
En Bruselas,
ayer, hubo sorpresa. Que Grecia tenía poco margen estaba muy claro, y que la
desconfianza es absoluta. Pocos se fían de Tsipras y su Gobierno. Nadie en la
UE pensó en ningún momento que un no en el referéndum
griego pudiera dar más poder de negociación a Tsipras. Al revés, sabían que se volvería en su contra, porque
luchaba contra un muro. Pero tampoco nadie esperaba una propuesta tan rotunda,
tan dura. "Es demasiado", reconocían fuentes comunitarias. "Si Tsipras
acepta, y cae, ¿qué pasa después?". "Grecia no tiene
50.000 millones que enviar a Luxemburgo. En cinco años de privatizaciones ha
logrado menos de 5.000 millones con algunas empresas públicas de éxito",
explican desde Atenas. No entienden qué busca exactamente Schäuble.
La
redacción de un documento
Este
domingo, a las 11.00 de la mañana, el Eurogrupo se volvió a reunir, después de
haber interrumpido la víspera las deliberaciones tras nueve horas seguidas.
Hubo poca discusión. Los ministros de Economía y Finanzas, con el griego
Euclides Tsakalotos de un lado, prácticamente solo, se limitaron a redactar.
Unas
propuestas en cuatro páginas que imponen la tramitación parlamentaria, en menos
de dos días, de "la racionalización del sistema del IVA y la ampliación de
la base imponible para un aumento de los ingresos", medidas para
garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, una ley que salvaguarde
la independencia de la oficina estadística oficial, privatizaciones y cambios
en la legislación laboral.
"Inmediatamente,
y sólo a continuación de la implementación legal de las medidas expuestas, así
como todos los compromisos recogidos en este documentos, por el Parlamento
griego, quizás pueda tomarse una decisión sobre el mandato de las instituciones
para negociar un Memorando de Entendimiento".
Es uno de
los párrafos más duros de la historia de la UE. Si Grecia pasa por el
Parlamento antes del día 15 todo y se compromete a aplicar el resto de reformas
al completo, quizás, y sólo quizás, sea suficiente para que los socios acepten
sentarse a negociar los detalles del rescate.
"Es el detalle más
tremendo que recuerdo", explican fuentes cercanas. Pero no el único. Tsakalotos dio
el visto bueno provisional "al 90% del acuerdo, según el ministro
belga", a la espera de que Tsipras confirmara reducir los costes de las
administraciones griegas y consultar con las instituciones las proposiciones de
ley antes de remitirlas al Parlamento o a "consulta pública".
Vuelve
la Troika
A esto se
suman las reformas en el mercado laboral. Eso sí, con la presión bilateral de
Merkel y Hollande, dos veces, antes del cierre de esta edición. Y
"formalizar y facilitar los métodos de trabajo" con las
instituciones, "incluyendo el necesario trabajo de campo en Atenas".
Que la Troika vuelva a Grecia.
¿Qué obtiene
Grecia a cambio de unas concesiones tan brutales? El Eurogrupo "toma nota
del posible programa de financiación" de "entre 82.000 y 86.000
millones de euros para Grecia". De los cuales, explica literalmente, 7.000 son imprescindibles antes del 20 de julio y otros 5.000
millones más para mediados de agosto.
El Eurogrupo
"reconoce la importancia de asegurar que Grecia pueda poner al día los
retrasos con el FMI y con su Banco Central y cumplir con los próximos
vencimientos". Los ministros asumen que tendrá que haber un colchón para
recapitalizar los bancos de entre 10.000 y 25.000
millones para cuando abran, de los cuales 10.000
vendrían de los fondos que ya tenía reservados el Mede.
"El
Eurogrupo es consciente de que una rápida decisión sobre un nuevo programa es
una condición para permitir que los bancos puedan reabrir", evitando que
la factura de la recapitalización sea aún mayor.
En cuanto a
la deuda, el Eurogrupo culpa a "la relajación de las políticas durante los
últimos 12 meses". Pese a ello, dice el documento, están listos "para
considerar medidas adicionales para aliviar la deuda griega". No todas,
claro. "Una quita en la deuda no puede producirse». Es decir, que se
pueden incluir «periodos de carencia y alargar los plazos".
Fuentes del
ejecutivo griego explican que hay dos líneas rojas "el párrafo del
'Grexit' no puede estar en el documento final" y "la presencia del
FMI" en el tercer programa. "Si no tuviéramos una pistola en la
cabeza ni se plantearía que pudiéramos aceptar", han explicado.
Tras siete
horas de reunión, según fuentes europeas, Grecia había aceptado la mayoría de
las líneas rojas. Como la presencia del FMI en el tercer programa y que no haya
quita en la deuda. El fondo de 50.000 millones lo aceptaría en principio,
aunque los detalles de su funcionamiento y composición tendrán que ser
analizados con calma. Eso sí, una cosa clara: "la referencia al Grexit ya
no está en el documento, no tenía sentido", explican fuentes europeas.
El Fondo
será clave. Al FMI le gusta la idea, pero cree que un total de 7.000 millones
de euros es mucho más realista que uno de 50.000. La ubicación, la gestión y
los procedimientos siguen en el aire. "Hay muchos tipos de activos en la lista: edificios, tierra, empresas de agua, la red
eléctrica. No hay prisa, no es
una venta urgente",
indicaron fuentes del Ejecutivo español al ser preguntadas por el valor de
mercado de todos esos activos ahora mismo.
La clave,
coincidían desde las Instituciones, Grecia y el Gobierno español, es el BCE.
Que el mensaje que le llegue a Draghi y el Consejo de Gobierno sea lo
suficientemente rotundo como para que actúe y mantenga o eleve la línea de
liquidez de la banca. Porque el efectivo se acaba en los cajeros, y es, ahora
mismo, el gatillo de la pistola que apunta a la cabeza de Tsipras.
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