Pese
al acuerdo nuclear, no será fácil hacer negocios en Irán
http://lat.wsj.com/articles/SB12289792024672103359004581108743654892486?tesla=y
Por
Benoît Faucon, en Teherán,
y Sarah Kent, en Londres
Miércoles,
15 de Julio de 2015
Pese a la
euforia inicial sobre un fin de las sanciones impuestas por Occidente, Irán
sigue siendo un país donde Apple Inc. AAPL
-0.04% no venderá sus iPhones, la petrolera italiana Eni ENI.MI +0.55% SpA mantiene una disputa con el gobierno y el
fabricante de aviones Boeing Co. BA +0.77% no ha vendido repuestos debido a
discrepancias sobre precios.
La República
Islámica tiene una persistente y bien
ganada reputación como un lugar difícil para que los extranjeros hagan negocios. A pesar del acuerdo
nuclear alcanzado el martes en Viena, las empresas occidentales en busca de
nuevos mercados encontrarán que Irán es un país que apenas se ubica en el
puesto 130 de la clasificación elaborada por el Banco Mundial sobre facilidad
para hacer negocios. A lo largo de los años, las empresas que operan en el país
se han topado con obstáculos como la burocracia, algunos episodios de
corrupción e interferencia política.
“Hay que
hacer una tarea muy grande para estar en este mercado”, dijo Peter Harrell, ex
subdirector del área de amenazas financieras y sanciones del Departamento de
Estado de Estados Unidos.
Algunos
funcionarios iraníes prometen resolver algunos de los obstáculos como parte de
un esfuerzo para que las multinacionales occidentales consideren al país como un
mercado con un potencial enorme, en vez de un lugar donde abundan los problemas
regulatorios y legales. “Queremos menos burocracia”, dijo en
una entrevista Mehdi Hosseini, un alto asesor del Ministerio de Petróleo.
El atractivo
del mercado iraní es indisctuble, al menos en papel. Sus casi 80 millones de residentes —60% de los cuales son menores de
30 años— ya tienen una afinidad por las marcas occidentales, en especial
estadounidenses como Coca-Cola KO +1.25%
y Chevrolet.
A pesar de
las sanciones, muchos comerciantes en las zonas urbanas más acaudaladas se las
arreglaron para mantener sus locales bien surtidos de productos occidentales,
especialmente en Teherán, desde lentes de sol y jeans de diseñador pasando por
computadoras portátiles.
La penetración de Internet alcanza a 53% de la población,
una cifra que en la capital, Teherán, aumenta a 77%,
según datos oficiales.
Alrededor de
11 millones de iraníes tienen acceso móvil a la
web. El mercado de productos y servicios de tecnología ronda los US$4.000 millones al año, según estimaciones de la
firma de estudios Forrester Research. FORR -1.17% En caso de que las sanciones se levanten, el mercado podría ascender a US$16.000 millones al año, un nivel comparable al de Arabia Saudita,
según el analista Andrew Bartels.
Se prevé que
el consumo ronde los US$176.400 millones este
año, mientras que el ingreso anual disponible bordearía
los US$287.000 millones, según la firma de investigación Euromonitor.
Las tiendas
ubicadas en las áreas más acaudaladas de Teherán tienen un amplio surtido de
productos occidentales. Associated Press
Algunas de
los mayores compañías del mundo, como la petrolera
Chevron Corp. CVX +1.00% , el
conglomerado General Electric Co. GE +0.72% y el fabricante de equipos de redes Cisco Systems Inc., CSCO +0.86% examinan de cerca el acuerdo para determinar
su efecto en sus negocios en Irán.
General
Electric Co. tiene una exposición limitada a Irán. Bajo las exenciones
humanitarias que estipulan las sanciones, el conglomerado distribuye en el país
equipos médicos cómo máquinas de resonancia magnética y tomografía
computarizada. GE opera “en total cumplimiento de las leyes de sanciones
vigentes”, afirmó una vocera en un correo electrónico el martes. “Esperamos
revisar los detalles del acuerdo alcanzado y observaremos con atención el
entorno regulatorio que pueda surgir”.
Las puertas,
sin embargo, no se abrirán de inmediato. Las empresas
estadounidenses y europeas sólo pueden ingresar después de que Irán implemente
el acuerdo. Eso establece un cronograma
incierto para el levantamiento de las sanciones que podría extenderse hasta
fin de año o más allá, dicen analistas.
El tratado
también estipula un regreso rápido de las sanciones si Irán no cumple su parte
del pacto. Eso podría hacer dudar a las compañías ante la perspectiva de que
una reimposición de las restricciones las deje en un limbo legal. George Booth,
socio de la práctica de gas y petróleo del estudio de abogados Pinsent Masons
LLP, advirtió que las empresas energéticas
deberían “moderar su entusiasmo hasta que la compleja red de sanciones se aclare
por completo dentro de los meses siguientes”.
Más allá de
las sanciones, los desafíos que afrontan las compañías occidentales en Irán
varían desde lo cultural y lo legal a lo burocrático. Apple estudió a fondo el
año pasado la posibilidad de vender iPhones y otros productos en Irán, señalan
fuentes cercanas. El fabricante californiano, no obstante, archivó los planes
debido a que estimó que le legislación iraní sobre los acuerdos con los
usuarios era demasiado restrictiva, añadieron estas personas.
Boeing Co.
tuvo problemas el año pasado. El fabricante empezó a vender aviones y repuestos
a las aerolíneas iraníes, incluyendo la estatal Iran Air, desde comienzos de
2014. Las conversaciones, sin embargo, se estancaron debido principalmente a
una disputa sobre precios que el gobierno estimaba eran excesivamente altos,
indican fuentes cercanas.
Un portavoz
de Boeing dijo que la empresa está “revisando el acuerdo y hasta que el
gobierno de Estados Unidos brinde más indicaciones, sería prematuro comentar”.
Medicamentos,
dispositivos médicos y alimentos occidentales continuaron llegando a
cuentagotas de forma legal pese a las sanciones, si bien los controles
bancarios de EE.UU. han limitado los volúmenes. Eso podría facilitar el regreso
de algunas marcas, si el acuerdo resulta ser duradero.
Coca-Cola
Co., por ejemplo, ya vende sus productos en Irán, operando desde hace casi dos
décadas bajo una licencia otorgada por la Oficina de Control de Activos
Extranjeros del gobierno estadounidense. El gigante de bebidas tiene permiso
para vender concentrados a una embotelladora independiente, pero no tiene
ninguna participación accionaria en la empresa iraní ni activos tangibles en el
país. Una vocera de Coca-Cola prefirió no comentar sobre cómo el acuerdo del
martes podría afectar sus planes de negocios.
Las
compañías europeas están en una etapa mucho más avanzada en su reacercamiento a socios
iraníes y el
gobierno de Teherán. Muchas se marcharon hace sólo unos años tras la
intensificación de las sanciones europeas. Gracias a que empiezan con ventaja, los exportadores europeos probablemente serán los primeros en
beneficiarse si el tratado se implementa. La agrupación
industrial alemana BDI proyecta que las exportaciones del país a Irán crecerán a más de 10.000 millones de euros
(US$11.300 millones) a mediano plazo, frente a 2.400 millones de euros
el año pasado.
El acuerdo
alcanzado el martes “permite un significativo avance en nuestras conversaciones
en curso”, manifestó Jean-Christophe Quémard, director
de la región de África y Medio Oriente de PSA Peugeot Citroën SA UG.FR
-2.80% . La automotriz francesa
contempla reanudar el ensamblaje de autos en Irán junto con un socio. El país
era el segundo mayor mercado de Peugeot antes de retirarse en 2012.
Ante la
promesa del levantamiento del embargo a las ventas de crudo, Teherán podría
buscar ayuda extranjera para que sus
viejos yacimientos vuelvan a producir petróleo de forma eficiente. Energéticas europeas como Eni SpA, Statoil AS STL.OS
+2.37% A y Total
SA TOT +2.00% tenían grandes
operaciones antes de las sanciones y ahora dicen que están ansiosas por
regresar al país. Las grandes reservas iraníes han atraído desde hace tiempo a
empresas como BP BP.LN +0.93% PLC y Royal Dutch
Shell RDSB.LN +1.50% PLC.
—Robert Wall,
Jason Chow,
Christopher
Alessi y
Friedrich
Geiger contribuyeron a
este artículo.
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