El
califato de Iraq y la Gran Siria es atacado por un sector del ejército turco
miembro de la OTAN cerca de la frontera con Siria cuando evacuaba a un herido ,
mientras por otro lado el PKK reanuda la guerra civil contra Ankara.
ubicación del base aérea de Incirlik
Paso fronterizo de Killis entre Turquía y Siria
El Estado Islámico ataca al Ejército turco
desde Siria
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/07/23/actualidad/1437653322_133390.html
Turquía
prepara un muro para evitar la infiltración de terroristas desde el país vecino
ANDRÉS
MOURENZA
Estambul
23
JUL 2015 - 20:15 CEST
Varios
cuerpos cubiertos tras producirse la explosión de un artefacto en Suruç
(Turquía) el 20 de julio de 2015. / DICLE NEWS
AGENCY
En un nuevo
giro de los acontecimientos en la frontera turco-siria, donde en los últimos
días se han producido varios atentados y asesinatos, el Estado Islámico se
enzarzó este jueves por primera vez en un combate
transfronterizo con el Ejército turco, en lo que, según los analistas
locales, forma parte de una estrategia del grupo yihadista por extender el
conflicto más allá de Siria. El ataque, desencadenado cuando los yihadistas
trataban de evacuar a un herido a través de la frontera, se produjo el mismo día que ha trascendido que Ankara permitirá a los
aviones de EE UU utilizar la base de Incirlik para sus bombardeos en Irak y Siria.
En torno a
las 13.30 hora local, cinco milicianos del Estado Islámico (EI) abrieron fuego
desde suelo sirio contra un puesto de vigilancia de las Fuerzas Armadas de
Turquía en la provincia suroriental de Kilis,
fronteriza con territorio controlado por los yihadistas. De acuerdo a un
comunicado del Estado Mayor del Ejército, los
milicianos del EI iban armados con lanzacohetes y fusiles Kaláshnikov, y en el
ataque murió un sargento turco y dos cabos fueron heridos. Los militares
turcos respondieron con intenso fuego de artillería desde los tanques
posicionados en ese punto de la frontera en un combate que se prolongó cuatro
horas. Tres vehículos del EI fueron destruidos y al menos uno de los atacantes
fue abatido.
En
declaraciones a la cadena HaberTürk, un
representante del Movimiento Turcomano, con presencia en el norte de Siria,
explicó que el choque entre el Ejército y el EI se produjo cuando los yihadistas trataban de evacuar a un herido a través de la
frontera turca, pero los militares les cerraron el paso.
Bases
al servicio de EE UU
El ataque
llega en un momento de gran tensión en la frontera turco-siria y en el mismo
día en que ha trascendido que Turquía ha accedido, tras meses de presión de
Washington, a permitir el uso de su base aérea de
Incirlik a los aviones de la Coalición contra el EI que dirige EE UU.
Igualmente, y en lo que supone un cambio respecto a su anterior política, Ankara ha reforzado la seguridad fronteriza enviando
un importante contingente de fuerzas especiales a Kilis
y ha anunciado planes para construir un muro de protección que evite la
infiltración de “terroristas”.
Además, este
jueves un policía de tráfico murió y otro
resultó gravemente herido en la ciudad kurda de Diyarbakir
(sureste) en una emboscada perpetrada por dos enmascarados. Este
incidente se produce sólo un día después de que otros dos agentes fueran
asesinados en su casa en la localidad de Ceylanpinar,
fronteriza con Siria, en una acción reivindicada por el grupo armado kurdo PKK como “represalia” por el atentado cometido
el lunes por el Estado Islámico contra un grupo de jóvenes izquierdistas
pro-kurdos que mató a 32 personas.
El
PKK, que mantiene
estrechos lazos con las milicias kurdo-sirias YPG, en
lucha contra el EI, culpa directamente al Gobierno islamista moderado turco de
la “masacre de Suruç” y lo acusa no sólo de apoyar a los yihadistas —hecho que
el Ejecutivo niega— sino de usarlos de “tapadera” en su lucha contra los
kurdos.
Por ello, el PKK ha dado por terminado el alto el fuego que mantenía
desde hace dos años y sus ataques se han multiplicado esta semana.
De hecho, la
organización juvenil del PKK ha reivindicado la “ejecución” de un presunto
integrante del EI, Mürsel Gül, un vendedor de
jabón que fue abatido de cuatro disparos el martes en el extrarradio de
Estambul. Aunque se desconoce si Gül estaba realmente implicado en el EI, había
lanzado proclamas a favor del autor del atentado de Suruç en las redes
sociales. Otro islamista radical, aunque aparentemente sin relación con el EI,
fue asesinado en la ciudad de Adana (sur) por un presunto militante del PKK. En
esa misma ciudad, la sede de un partido kurdo fue atacada con granadas la noche
del miércoles.
Al mismo
tiempo, en la conservadora ciudad de Konya (Anatolia
Central), un grupo de simpatizantes del EI atacó varias casas dentro del
barrio kurdo y amenazó a los vecinos con decapitarlos, según la agencia Firat.
Las protestas en todo el país contra el atentado de Suruç
han sido atacadas en algunas ciudades por grupos anti-kurdos y, en otros
casos, duramente reprimidas por la policía, con un saldo de al menos dos
docenas de heridos y decenas de detenidos.
Por el
momento, el PKK —en las listas de grupos terroristas de Turquía, la UE y EE UU
— ha hecho oídos sordos a los llamamientos a la calma del considerado su brazo político, el Partido de la Democracia de los Pueblos
(HDP), con 80 diputados en el Parlamento turco.
Su líder, Selahattin Demirtas, avisó de que “la
sangre no se lava con sangre”. “Ya ha muerto demasiada gente, lo que nos
entristece”, lamentó.
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