Grecia se encuentra en peor situación de la gran depresión de EEUU en 1930 cuando el PBI de EEUU cayo en 3 años en 27% , el FMI y el BCE sostienen que esa deuda del 200 % del PBI griego es impagable.
Nota del autor del blog: mi recomendación
es que los griegos jóvenes emigren, pues a ellos se les hará pagar la
gigantesca deuda, además de las
estupendas pensiones de los que se jubilan a los 60 años.
El PBI de Grecia ha caído en 30 % peor que la gran depresión de EEUU
El nuevo rescate no aleja el
fantasma del ‘Grexit’
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/07/18/actualidad/1437228750_808881.html
ALICIA GONZÁLEZ
Madrid
18 JUL 2015
El primer ministro griego, Alexis
Tsipras, este sábado en la toma de posesión de sus nuevos ministros. / THANASSIS STAVRAKIS (AP)
La negociación del tercer rescate
financiero para Grecia ha abierto la caja de pandora de los tabúes europeos.
Los Gobiernos de los países del euro negocian ahora el mayor rescate financiero
de su historia. Y será el tercero para Grecia, después del fracaso de los dos
planes anteriores. Pero las bases de la negociación han cambiado. Si hasta
ahora todo parecía dirigido a preservar la integridad de la unión monetaria,
ahora el abandono temporal del euro se ha convertido en arma de negociación.
“El abandono de la moneda única es posible. En el futuro, la
irreversibilidad de la pertenencia al euro en tiempos de crisis será puesta en
cuestión”, advertían los economistas de Goldman
Sachs en un informe esta misma semana.
El ministro de Finanzas
alemán, Wolfgang Schaüble, ha sido el encargado de poner sobre la mesa
una posibilidad que hasta ahora parecía absolutamente descartada. Cuando la
presión de los mercados arreciaba en 2011 y 2012 sobre los países de la
periferia europea, las autoridades comunitarias combatían las dudas sobre el
futuro de la moneda única garantizando que no había vuelta atrás en la unión
monetaria. Aquella defensa dio lugar al famoso “haré lo que sea necesario para
salvar al euro” del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi,
en julio de 2012, y a la puesta en marcha de una batería de medidas para evitar
el contagio financiero, que ahora se han probado exitosos.
“El concepto de Grexit ha ganado legitimidad como vía para
reconciliar el hecho de que la deuda de Grecia se ha disparado y la evidencia
de que necesita una quita, un tipo de reestructuración que no está permitida
bajo el Tratado de Maastricht”, explicaba
el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF),
el lobby de los mayores bancos privados del mundo, en su nota semanal a
asociados.
El nuevo programa que negocia Atenas con
el resto de los socios tampoco ayuda. “El ajuste fiscal es demasiado pronunciado
teniendo en cuenta que Grecia todavía se encuentra atrapada en una fuerte
recesión económica. Esta política posiblemente tenga un efecto contractivo y
hará aún más difícil alcanzar los objetivos fiscales acordados con los
acreedores”, asegura Diego Iscaro, economista senior de la consultora
de riesgos IHS en Londres.
Eso después de que el PIB griego se haya reducido un 30% en esta crisis,
según cálculos del economista jefe de Nomura, Richard
Koo, un descenso equiparable al que sufrió
Estados Unidos en la Gran Depresión. Por eso, dice Koo, las autoridades
europeas se equivocan al insistir en las mismas recetas que provocaron
semejante contracción. “Están basadas en la asunción irreal de que las reformas
estructurales pueden dar un impulso inmediato al PIB”, asegura.
Aumento de la deuda
En esas condiciones, advierte por correo
electrónico Charles Wyplosz, profesor de Economía
Internacional en el Instituto Universitario de Estudios Internacionales en
Ginebra, Grecia será incapaz de recuperar el acceso a los mercados,
objetivo último del programa de rescate. Wyplosz hace números y sostiene que el nuevo programa aumentará la deuda existente en otro 25%
hasta superar el 200% del PIB.
Y tanto el FMI como el mismo BCE esta semana han asegurado
que la deuda helena no es sostenible.
Legalmente, ni las autoridades europeas
ni el Fondo Monetario pueden aceptar una quita de sus deudas. Solo pueden
aprobar medidas para reestructurar los préstamos y hacer su pago más fácil para
Atenas. Pero muchos expertos creen que esa medida es insuficiente. Grecia ya disfruta de un periodo de
carencia de 10 años, durante los cuales solo paga intereses y no el
principal del préstamo. Pero el FMI considera que esa medida es insuficiente y
propone extender el periodo de gracia
hasta los 30 años.
La pelota está ahora en el tejado de Grecia,
sostiene desde Milán Marco Valli, economista jefe para
Europa de Unicredit. “Pero incluso si el Gobierno de Atenas aplica un
programa en el que ha dicho que no cree, las perspectivas de crecimiento son
inciertas, y si la economía no responde será imposible que Grecia siga en el
euro”, remata.
Un plan de privatizaciones
“absolutamente irreal”
Si hay una medida que ha suscitado
rechazo es el fondo para los ingresos procedentes de las privatizaciones, que
las autoridades europeas han cifrado en 50.000 millones de euros durante los
tres años de vigencia del programa.
“Grecia solo ha sido capaz de lograr el
10% de ese objetivo durante los últimos cinco años”, advierten los economistas
del IIF.
Más allá del aspecto “intrusivo” de la
exigencia, en palabras de Charles Wyplosz, del Instituto Universitario de
Estudios Internacionales de Ginebra, “es muy difícil entender cómo se ha
establecido esa cifra”.
“Es absolutamente irreal, no hay forma de que Grecia recaude
esas cifras”, admite Marco Valli, de
Unicredit.
“La unificación alemana demostró que las
privatizaciones hechas a toda prisa suelen fracasar y recaudan mucho menos
dinero del previsto”, afirma Richard Koo, de Nomura
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