Los
peligros de unas tasas de interés negativas en Europa
http://lat.wsj.com/articles/SB12216161314018194071804580470231739420978?tesla=y
Por Richard Barley
jueves,
19 de febrero de 2015
16:02 EDT
Stefan
Ingves, gobernador del banco central de Suecia Bloomberg
News
El umbral de la política monetaria no
hace más que reducirse.
Hasta hace
poco, se creía que cero era el límite hasta el
cual los bancos centrales querrían o podrían recortar las tasas de interés.
Sin embargo,
las tasas de interés negativas están ahora de moda.
El
interés de los depósitos del Banco Central Europeo es de -0,2%, aunque su tasa de interés de referencia
sigue estando ligeramente por encima de cero.
La tasa de
interés de los depósitos en Dinamarca es de -0,75%
para impedir la apreciación de la corona.
Lo mismo
sucede en Suiza, donde el banco central ha aplicado una
tasa de interés negativa para reducir el apetito por el franco.
Por su
parte, el banco central sueco, el Riksbank, ha
recortado su tasa de interés de referencia hasta el -0,1%
y ha dicho que podría bajarlo aún más.
Incluso los
bancos centrales que no están recortando sus tasas de interés estudian reducir
sus umbrales. Pese a que el Banco de Inglaterra
contempla subir las tasas, la semana pasada dijo que, en caso de
necesidad, cree que ahora estaría dispuesto a situarlas
por debajo del mínimo del 0,5%, un límite por debajo del cual no quería
hasta ahora fijar las tasas por miedo a perjudicar al sistema bancario.
¿Cuán
extrañas son unos tasas de interés en cero o negativas?
Los mercados
de bonos están demostrando que las matemáticas financieras funcionan igual con
rentabilidades negativas, incluso aunque pagar al
prestatario por el privilegio de prestarle dinero resulte algo extraño.
El Riksbank
sueco afirma que recortar las tasas de interés por debajo de cero, al menos
cuando no se hace de forma muy agresiva, debería tener efectos similares a
reducir las tasas cuando estos son positivos.
Otros van
más lejos: Willem Buiter, economista jefe de Citigroup
C -0.58% y ex responsable de política
monetaria del Banco de Inglaterra, dijo en enero que no debería resultar más
difícil aplicar unas tasas de interés de -5% que aplicar unos del 5%.
Pero la
teoría, como siempre, puede no funcionar en la realidad.
Realmente sí
existe un umbral: es el punto por debajo
del cual tiene sentido tener el dinero en efectivo en lugar de depositarlo en
el banco. Ese interés es inferior a cero, dado que conservar grandes
cantidades de efectivo tiene un riesgo, y requiere un lugar para almacenarlo,
seguridad y un seguro.
Pero no está
claro hasta dónde tienen que bajar las tasas de interés por debajo de cero para
alcanzar este umbral. Hay maneras de eludir esto, pero son radicales: Buiter
cree que abolir las divisas es una solución. Pero incluso con el auge de los
sistemas de pagos electrónicos, esta opción parece improbable en un mundo real.
Otro aspecto
que hay que tener en cuenta es el tiempo en que se pueden mantener unas tasas
de interés negativas. Los periodos breves podrían considerarse una anomalía, pero con el tiempo las tasas de interés
negativas podrían cambiar el comportamiento de los ahorradores y de los
prestatarios, y la manera en que utilizan el sistema financiero.
En un sistema fundamentalmente diseñado para
operar con tasas de interés nominales positivas, esto podría ser un problema.
Los bancos
centrales podrían anunciar más descensos de las tasas de interés. El Riksbank
afirma que estará atento a los efectos de su primer recorte para determinar
hasta dónde lleva las tasas. Muchos en el mercado esperan más movimientos de
los bancos centrales danés y suizo.
La
consecuencia de esto es que la política de los bancos centrales ha entrado en territorio experimental, y los experimentos
pueden proporcionar valiosos resultados, pero también pueden provocar
accidentes.
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