El
crudo podría tener un cisne negro en el horizonte
http://lat.wsj.com/articles/SB12044330730223914681904580466443424588452?tesla=y
Por
Liam
Denning
martes,
17 de febrero de 2015
22:18 EDT
Nota del autor del blog: El cisne negro
se refiere a un evento rarísimo pero que generaría un gran impacto en el mundo
La próxima
semana se cumple el primer aniversario desde que el servicio digital de
reservas de taxis Uber llegó a Riad.
La
perturbación está escalando en Arabia Saudita y al mercado global de petróleo
del que depende. Hasta ahora, esto se ha centrado en la oferta: el auge de la
explotación de esquisto en América del Norte ha cambiado drásticamente las
expectativas de que habría una dependencia cada vez mayor del crudo de Medio
Oriente.
Sin embargo,
al ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Ali
al-Naimi, también le preocupa el otro lado de la ecuación. En una
conferencia el mes pasado, preguntó:
¿Hay
un cisne negro que desconocemos y que vendrá en 2050 y no tendremos demanda?”
Nota del autor del blog: una fusión nuclear
controlada, un intenso campo electromagnético gravitatorio, levitación antigravitacional. Superconductores
estables a temperatura cercana a 0 grados Celsius, un super virus una especie
de mutante entre ebola , gripe aviar, influenza y viruela, que diezme a la población
mundial, la muerte del océano y una nube tóxica de H2S acabe con la vida en las
orillas como en el Pérmico, una guerra atómica por Ucrania, el surgimiento de la inteligencia artificial , simios mas inteligentes que el hombre o animales trans génicos inteligentes. una revolución maoista mundial. etc.
Ante el
trasfondo de la reciente caída del petróleo, al-Naimi se refería a tendencias potencialmente perturbadoras como nuevas tecnologías y esfuerzos para reducir
las emisiones de carbón.
Esto podría
parecer exagerado. La semana pasada, la Agencia
Internacional de Energía (AIE) presentó proyecciones de mediano plazo
que muestran que el consumo global del petróleo aumentará en 6,6 millones de barriles diarios para 2020.
Sin embargo,
detrás de los titulares, la historia está cambiando. Comparado con el
pronóstico de 2014, la agencia restó un
millón de barriles diarios en promedio a sus estimaciones para los próximos
cinco años. Quizás no parezca mucho, pero considere que la oferta en exceso
que está ejerciendo presión sobre los precios se estima en apenas unos 1,5
millones de barriles diarios.
Quizás de
mayor importancia, la combinación de la
demanda también está cambiando.
Hace tres
años, la AIE proyectó que la demanda global crecería en 3,86 millones de
barriles diarios entre 2015 y 2017. De esa cantidad, 79%
vendría de los llamados países BRIC —Brasil, Rusia,
India y China— y Medio Oriente. El último pronóstico redujo ese cálculo
y ahora se prevé que solo 63% venga de esas
regiones.
La AIE considera que EE.UU. jugará un papel
más importante.
Desde 2008
hasta fines de 2014, sus pronósticos anuales de mediano plazo siempre proyectaban
un declive de cinco años en el consumo petrolero de EE.UU. Ahora se anticipa
que la demanda estadounidense aumente en 380.000
barriles diarios para 2019.
Esto tiene
sentido dada la recuperación de la economía estadounidense y la predilección de
los consumidores en ese país por vehículos más grandes cuando la gasolina se
abarata.
Al mismo
tiempo, el enfriamiento de la economía china y el impacto de menores precios
del petróleo sobre las economías productoras de crudo socava el crecimiento de
los mercados emergentes.
Este cambio
debería preocupar a los productores de petróleo.
La respuesta
de EE.UU. a los menores precios de la gasolina no será igual a la de finales de
los años 80 y la década de los 90. En ese entonces, la población en edad
productiva y para conducir seguía creciendo con fuerza y los vehículos híbridos
y eléctricos no estaban en gran medida disponibles.
La AIE todavía anticipa que la
demanda estadounidense llegará a su pico en 2019. La intensidad del petróleo en cuanto
a barriles por dólar del Producto Interno Bruto está posicionada para seguir
descendiendo en EE.UU., y a un ritmo incluso más rápido que en China. A 1,16%,
el crecimiento compuesto anual de la demanda global en el último pronóstico de
mediano plazo de la AIE es el más débil desde 2009.
Las grandes
empresas petroleras no logran concebir un mundo en el que el crecimiento de la
demanda se desacelera a un goteo o se detiene. Exxon
Mobil XOM -0.34% contempla que la demanda global alcanzará alrededor de 117 millones de barriles diarios en 2040. Sin embargo,
en 2007 anticipaba que se llegaría a ese nivel en 2030.
Incluso Exxon puede ser sorprendida. Su estrategia en la primera década de este
siglo implícitamente dio por hecho un petróleo relativamente barato y que
EE.UU. necesitaría importaciones cada vez mayores de crudo y gas natural. Esto resultó ser completamente equivocado.
De igual
forma, las suposiciones prevalecientes como que las mejoras a las baterías para los vehículos avanzarán muy lentamente
o que todo mundo en los mercados emergentes tendrá autos devoradores de
gasolina (en lugar de utilizar algo como Uber, por ejemplo) podrían resultar miopes. Las nuevas
tecnologías como los teléfonos móviles, los televisores de pantalla plana, o
incluso la fracturación hidráulica son emergentes hasta que de pronto dejan de
serlo y rápidamente reemplazan lo que las precedió. Proyectos petroleros de
varias décadas que requieren altos precios para encontrar el punto de
equilibrio como las arenas bituminosas de Canadá lucen especialmente vulnerables
si los patrones de la demanda se mantienen como están.
La mera
volatilidad del petróleo, junto con su carga política y ecologista, ofrece una
incentiva poderosa para usarlo menos. La actual estrategia de Arabia Saudita
parece diseñada a hacer sufrir a los productores rivales. De igual forma,
podría representar un esfuerzo coordinado para cortejar a consumidores que
enfrentan un pequeño y nuevo conjunto de alternativas.
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