China: de la política del Hijo único, al futuro estimulo fiscal para tener todos los
hijos que el país requiere. En 2035 tendrá
400 millones de jubilados
La
idea del segundo hijo pierde atractivo en China
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/02/13/actualidad/1423846731_014181.html
Menos parejas de lo que esperaba el
Gobierno han solicitado tener un segundo vástago
Un exceso de
34 millones de varones
MACARENA
VIDAL LIY
Pekín
13
FEB 2015
“¿Tener otro
hijo más? Ni se me pasa por la cabeza... Uno ya es suficiente responsabilidad”,
asegura tajantemente Yao Yi, de 32 años, gerente de una escuela infantil de
kung-fu en el noreste de Pekín y madre de una niña de ocho años. Su hija asiste
a una selecta escuela pública y los días libres recibe clases extras de
pintura, música y kung-fu, un gasto de dinero y tiempo considerables. “No lo
podría hacer con otro hijo”, dice Yi.
Yao Yi y su
esposo, un hombre de negocios, son una de las parejas jóvenes de clase media de
las que el Gobierno chino esperaba que el año pasado solicitaran tener un
segundo niño, después de que en 2013 se relajara de manera significativa la política de un solo hijo implantada en los años 80.
Con las nuevas normas, pueden solicitar permiso las parejas en los que uno de
sus miembros es hijo único. Hasta entonces tenían que serlo los dos.
Pero en su
primer año, la relajación no ha dado los resultados esperados. De los 11 millones de parejas que cumplen
el nuevo requisito, tan solo en torno a un millón, o el 9%, han pedido los
permisos necesarios, según las cifras de la Comisión de Planificación
Familiar.
El Gobierno
esperaba 2 millones.
En Pekín, una urbe de 20 millones de
habitantes, solo 30.000 parejas solicitaron la autorización.
En Shanghái
fueron 16.000, únicamente el 4,6 % de los candidatos potenciales.
En parte
porque la idea de un solo descendiente ya está arraigada tras 30 años de
política del hijo único, y en parte porque la sociedad china está cada vez más
desarrollada, “hoy día la gente ya no desea tanto tener hijos, especialmente en las
ciudades. Incluso los que solicitan permiso para un segundo niño no es seguro
que vayan a acabar teniéndolo”, dice el demógrafo He Yafu, autor del
libro El Incontrolable Control de la Población.
En una
sociedad cada vez más competitiva, el gasto para que el único vástago llegue lo
más lejos posible puede obligar a que padre, madre y los dos pares de abuelos
le dediquen sus recursos económicos. Una encuesta que publicaba el diario
Qiangjiang Evening Post cifra en 100.000 yuanes (14.328
euros) el gasto de criar un hijo hasta los 12 años, en un país en el que
la renta disponible media es de 20.167 yuanes (2.887
euros) anuales. En otros casos, como puede ocurrir en otras economías
desarrolladas, las parejas no quieren volver a pasar las complicaciones de
criar un bebé o no quieren sacrificar su carrera laboral.
Esta escasez
de nacimientos abre la puerta a una bomba de relojería –un rápido envejecimiento de la población combinado con un desequilibrio
anormal en el número de hombres y mujeres, debido a la preferencia
tradicional por un hijo varón– que el Gobierno chino contempla con espanto.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas china, la población total
del país creció en 2014 un 0,52%, para quedar en 1.370 millones de personas.
Pero la
población activa descendió por tercer año consecutivo y perdió 3,7 millones de
personas, para quedar en 915,83 millones. Esa tendencia crecerá aún más en el
futuro, con consecuencias negativas en la demanda interna, la capacidad de
producción y la competitividad, según los expertos.
La ONU
calcula que para 2035 el país contará con casi 400
millones de jubilados, más del 25% de la
población. Dada la muy limitada infraestructura de la Seguridad Social
china, no es de extrañar que instancias como el Gobierno local de Shanghái
hayan lanzado un llamamiento directo a las parejas cualificadas para que tengan
ese segundo hijo.
Pekín confía
en que a medida que pase el tiempo y se conozca más la nueva política, las
parejas se animen a tener otro bebé. La Comisión de Planificación Familiar
espera un aumento significativo en el plazo de dos a tres años. Mientras tanto,
el Gobierno ha endurecido las normas contra los abortos selectivos por razón
del sexo del feto. Aunque ya estaba prohibido informar del sexo del niño en las
ecografías, las parejas no podrán enviar muestras de sangre al extranjero para
conocer de esa manera si esperan un varón o una niña. Aunque no es suficiente.
La
población total de China creció en 2014 un 0,52 %, pero la población activa
descendió por tercer año consecutivo
Según el
experto en población Yi Fuxian, de la Universidad de Wisconsin-Madison, a la
vista de los problemas que se perfilan el Gobierno chino acabará permitiendo
“pronto, quizá en dos o tres años” que cualquier pareja tenga dos hijos.
También sugiere medidas complementarias, como “rebajar el alto coste de la vivienda o
conceder incentivos fiscales a las parejas que tengan más de un hijo”.
Algunos
funcionarios de la Comisión de Planificación Familiar parecen estar de acuerdo.
Según cita el diario hongkonés South China Morning
Post, el subdirector de ese organismo en la provincia de Shanxi, Mei
Zhiqiang, propuso en una reunión esta semana la abolición por completo de esa
política: “Debemos
asegurarnos de que nuestro sistema y nuestra política permiten a nuestros hijos
tener dos hijos... y deben tener dos hijos”.
Aunque está
por ver si esas medidas darían resultado. Yao Yi lo tiene muy claro: “Un
hijo no es un juguete. No voy a tener otro porque alguien quiera que lo tenga”.
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Un exceso de 34 millones de varones
MACARENA
VIDAL LIY,
PEKÍN
Pese a que
la diferencia se ha reducido en los últimos seis años consecutivos, la
proporción de nacimientos anuales de hombres con respecto a los de mujeres
sigue siendo anormalmente alta. En 2014 nacieron en
China 116 niños por cada 100 niñas. Una década antes, esa proporción era
de 121,2 varones por cada 100 mujeres. La proporción natural es de
aproximadamente 105 niños por cada 100 niñas.
Ello se debe
a una combinación de la política del hijo único con la preferencia tradicional
por los descendientes varones, sobre todo en el medio rural. El personal
sanitario tiene vetado informar del sexo del feto y los abortos selectivos
están prohibidos, pero no es imposible encontrar maneras de saltar esa
prohibición. Según el autor He Yafu, “si no hubiera existido la política del
hijo único, aunque la mentalidad tradicional está aún muy arraigada en algunas
zonas, la gente hubiera podido cumplir su deseo de tener un varón simplemente
teniendo varios hijos”.
El
desequilibrio, acumulado a lo largo del tiempo, ha creado una “bolsa” de 34 millones de varones más que mujeres, más que toda la
población de Canadá, o las de Portugal, Grecia y Bélgica juntas. La
televisión estatal CCTV la ha calificado de “épica” y “la más seria y
prolongada del mundo”. En un país donde la soltería es casi un anatema, esos
“hombres sobrantes” suscitan preocupación sobre posibles problemas de violencia
sexual o el incremento de lacras que ya son muy reales, como el tráfico de
mujeres procedentes de otros países vecinos más pobres.
En su
informe de 2014 sobre tráfico de personas en el mundo, el Departamento de
Estado de EE UU señala que la desproporción entre varones y mujeres “puede
servir para aumentar la demanda tanto de prostitución como de mujeres
extranjeras como novias para los hombres chinos, y ambas pueden procurarse por
la fuerza o por la extorsión”, de países como Birmania,
Vietnam, Mongolia, Camboya, Laos y Corea del Norte.
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