12 millones de egipcios condenados a muerte
con la hepatitis C (promovida por los gobiernos militares) deberían convertirse
en bombas de la Yihad para promover su cura.
Nota del autor del blog: Egipto compra US$ 50000,000,000,
en armas este 2015 , mientras promueve la muerte y contagio de Hepatitis C en 12 millones de sus ciudadanos para eliminar la yihad (una enfermedad
que se cura con pastillas a un coste de 2 dólares)
Hepatitis
C, la epidemia de Egipto
http://elpais.com/elpais/2015/02/05/planeta_futuro/1423158789_723846.html
Con una tasa
de contagio cercana al 15% de su población, Egipto es el país del mundo más afectado por esta dolencia
Pacientes,
ONG y personal médico se quejan del elevado coste del tratamiento
RICARD
GONZÁLEZ
El Cairo
12
FEB 2015 - 11:57 CET
El hospital
en El Cairo en el que se suministra Sovaldi. / R. G.
Ahmed Hamdi,
un cairota de 63 años, espera ansioso recibir una llamada que le confirme que
es uno de los escogidos para recibir un nuevo tratamiento contra la Hepatitis
C, una grave enfermedad que ataca al hígado y provoca
cirrosis. “He oído que es una como una cura mágica, que me puede sanar en solo
tres meses después de llevar muchos años sufriendo del virus [de la Hepatitis]
C”, comenta ilusionado. En su misma situación se encuentran unos 12
millones de egipcios. Con una tasa de contagio cercana al 15% de su población, Egipto es el país del mundo más afectado por una dolencia que
en el valle del Nilo adquiere tintes de epidemia. Cada año se registran
unos 165.000 nuevos contagios y mueren unos 40.000
enfermos.
Según el
doctor P.R.L., que trabaja en una clínica de la provincia sureña de Assiut, las
razones que explican la altísima tasa de contagio que padece Egipto están
relacionadas con el uso de material no
desechable en los hospitales durante las décadas pasadas. “Se cree que mucha
gente se puede haber infectado en las campañas masivas de vacunación de hace
algunos años, pues no se solía cambiar la aguja. También se señala la falta de higiene en peluquerías y dentistas.
Pero es extraño que en otros países de África con un nivel de desarrollo
inferior, la tasa de infección sea bastante menor”, explica
P.R.L. , que prefiere guardar su anonimato al no estar autorizado para hablar
con la prensa. Asimismo, algunos estudios apuntan como causa el tratamiento de
la antiesquistosomiasis, una enfermedad parasitaria presente en las aguas del
Nilo, sin usar material esterilizado.
El gobierno
egipcio ambiciona erradicar la enfermedad en 15 años.
Para ello, cuenta con un nuevo fármaco que ha revolucionado el tratamiento de
la Hepatitis C: el sofosbuvir.
Algunos
incluso han comparado su impacto con el descubrimiento de la penicilina. Este
fármaco, administrado durante entre 12 o 24 semanas —dependiendo de la gravedad
del estado del paciente— con otros dos antivirales utilizados hasta ahora, ha
registrado una tasa de curación superior al 95%
en diversos estudios realizados. El tratamiento anterior no conseguía superar
el 60%, y encima el proceso era más largo y podía acarrear serios efectos
secundarios.
Nota del autor del blog : en 15 años el gobierno cumplirá
pues el 100 % ya estará muerto
El problema
al que se enfrenta el gobierno egipcio es el elevadísimo coste del tratamiento.
Gilead, la compañía farmacéutica
estadounidense que posee la patente del sofosbuvir
—cuyo nombre comercial es Sovaldi— ha fijado un precio de mercado en EE UU de unos 84.000 dólares (71.000 euros) para un
tratamiento estándar de 12 semanas que consiste simplemente en la ingestión
diaria de una pastilla. Sin embargo, la compañía ha establecido una tarifa
diversa en función del desarrollo de cada país. Por ejemplo, en España, que
cuenta con cerca de 500.000 personas infectadas, el coste de tres cajas de 30
pastillas es de 25.500 euros.
El ejecutivo
egipcio anunció el pasado mes de marzo la conclusión de un acuerdo con Gilead
por el que recibiría el producto con un descuento del
99%, parecido al aplicado en otras docenas de países con una baja renta
por cápita. Es decir, que el tratamiento de 12 semanas costaría 765 euros. Sin
embargo, posteriormente se supo que el envío de dosis a
este precio sería bastante limitado. En la primera fase, entre el pasado
mes de septiembre y el mes de febrero, debían llegar a Egipto 225.000 botes de
30 pastillas, los suficientes para tratar a 60.000 pacientes. Pero ha habido
retrasos.
El mes de
octubre se empezó a suministrar sofosbuvir en ocho hospitales públicos del país
especializados en enfermedades hepáticas, una cifra que luego se amplió a 21.
“Hay que dejar pasar unos seis meses después de terminar el tratamiento para
poder certificar que la enfermedad está curada. Por lo tanto, todavía no
podemos ofrecer datos del total de enfermos curados”, ha declarado Yahia al-Shazly,
portavoz del ministerio de Sanidad, al diario
oficialista Al Ahram.
Laboratorio
de Gilead en Foster City (California) donde se fabrica Sovaldi contra la
Hepatitis C. / GILEAD SCIENCES INC. (REUTERS)
El acuerdo
entre Gilead y El Cairo ha suscitado una fuerte
polémica, y el prestigioso Colegio de Farmacéuticos incluso lo ha denunciado
ante los tribunales. “Para empezar, la transparencia ha sido nula. El gobierno no
ha hecho público los detalles del acuerdo con Gilead”, explica Wael
Hilal, uno de los dirigentes del Colegio, sentado en su despacho del céntrico
barrio cairota de Garden City.
“Además, el acuerdo
internacional de patentes, el TRIP, permite a los países que padecen una
epidemia producir genéricos sin llegar a ningún tipo de acuerdo con la compañía
farmacéutica. Es obvio que Egipto se encuentra en esta situación. ¿Por qué el
gobierno no recurrió a esta cláusula del TRIP en marzo?”, se pregunta indignado.
Además, Hilal recuerda que la India consiguió un acuerdo mucho
mejor, pues Gilead concedió a siete empresas farmacéuticas indias el permiso de
producir Sovaldi con un descuento también del 99%. Es decir, que la cantidad de
ciudadanos indios que podrán adquirir el fármaco a un coste muy rebajado será
mucho mayor que en Egipto. Según ha establecido el gobierno egipcio, el coste
aproximado de una caja de Sovaldi en las farmacias sin el descuento
gubernamental será de unos 1.600 euros.
Según este
joven farmacéutico, la mala gestión del ejecutivo se explica por un conflicto
de intereses: las mismas personas las responsables de supervisar los estudios
de efectividad del medicamento, son las mismas que negociaron con Gilead, y las
mismas al frente de las empresas que comercializarán su venta. “Este
sistema es inaceptable. En los gobiernos occidentales, los responsables de cada
paso de los pasos de la cadena son personas diferentes. Todo esto huele a
corrupción”, espeta Hilal.
El gobierno
egipcio ambiciona erradicar la enfermedad en 15 años
A pesar de
la limitada libertad de expresión en un régimen autoritario como el egipcio, la
presión del Colegio de Farmacéuticos y del Centro Egipcio para el Derecho a la
Medicina, entre otras ONG, ha sido capaz de forzar al gobierno a rectificar.
Finalmente, el Estado ha concedido el derecho a 19 compañías a manufacturar una
versión genérica de Sovaldi. Está previsto que, en un mes, las dos
farmacéuticas pioneras pongan a la venta el fármaco superventas a 270 euros. Si
bien se espera que, una vez que las otras compañías tengan a punto su producto,
el precio baje hasta los 160 euros por caja.
Además del
precio, también ha suscitado controversias el sistema puesto en marcha por las
autoridades para escoger los primeros pacientes en recibir el medicamento a
precio descontado a través de los hospitales públicos seleccionados. Desde el
mes de septiembre, pueden inscribirse en la página web del ministerio de
Sanidad. Y, hasta el momento, ya lo han hecho más de un millón de personas.
Según el ministerio de Salud, “el grado de avance de la enfermedad será la
única base para la selección de los que reciben el tratamiento”, sin que el
orden de inscripción sea relevante.
Los
pacientes se quejan de la lentitud y el exceso de burocracia del proceso. “Mi madre no quería que la
apuntara. Decía que ya está vieja y no vale la pena salvarla. Pero he insistido
y ya está inscrita. Pero, por lo que he oído, el tiempo de espera es largo.
Espero que lleguemos a tiempo”, comenta Ezzat Mahmud, un campesino de 31 años
del pueblo de Dewinas, en la provincia de Assiut. “Hay que hacer mucho papeleo. Incluso los
afortunados que sean elegidos, deberán esperar meses, a pesar de que su
situación es grave”, asevera P.R.L. Por ejemplo, en toda la provincia del Mar Rojo, hasta la fecha solo
han iniciado el tratamiento cerca de 30 personas.
“El sistema
es injusto y perjudica a las capas más populares. No olvidemos que casi un tercio de la población es analfabeta, y el
porcentaje de personas sin acceso a Internet es aún superior”,
denuncia
Norhan Sherif, una investigadora especializada en salud de la ONG Centro para
los Derechos Económicos y Sociales. Además, Sherif censura el hecho de que los
pacientes deben sufragarse varias pruebas médicas de su propio bolsillo para
que su expediente sea analizado. “Los exámenes cuestan
entre 800 y 1500 libras (entre 88 y 166 euros), una cifra muy elevada
para las familias humildes. Y la probabilidad de estar entre los afortunados es
pequeña”, agrega.
El salario mínimo
mensual en el sector privado ronda los 80 euros y, en el público, 130.
Salah Sayid,
de 35 años, es un campesino pobre del pueblo de Baakur que ha conseguido poder
hacerse las pruebas médicas en centro médico por 45 euros. “También he de
conseguir varios certificados del Estado para demostrar que tengo pocos
ingresos, y así no pagar de mi bolsillo el Sovaldi. Espero que me seleccionen.
Probé los otros medicamentos, pero sufro unos efectos secundarios severos. Así
que no tengo otra solución”, dice apesadumbrado.
En las
farmacias egipcias ya han empezado a aparecer imitaciones de Sovaldi por 700
euros la caja
“Es una
vergüenza que habiendo una cura barata para una enfermedad tan grave, la
mayoría de la población no se pueda ver beneficiada. Y todo por la avaricia de
una multinacional. ¡El coste de fabricación del sofosbuvir es de solo 2
dólares!”, espeta Sherif. Por su parte, Gilead argumenta que el
coste de su fármaco superventas refleja el ahorro que representa para gobiernos
y pacientes respecto a los tratamientos anteriores, más largos y menos
eficaces. Este es un nuevo episodio de la vieja batalla entre el derecho a la
propiedad intelectual que defienden las farmacéuticas frente al derecho a la
vida para millones de personas reclamado por la sociedad civil mundial.
Sin embargo,
la suerte de la batalla todavía no está decidida. La semana pasada la Oficina de Patentes de la India rechazó la petición de
Gilead para patentar en este país el sofosbuvir al considerar que el compuesto
no es suficientemente innovador. De acuerdo con este organismo, el fármaco se
parece demasiado a otros ya existentes. La decisión, que podría eliminar los
límites impuestos a las compañías indias para la producción y exportación de
sofosvubir, se suma a la aprobación de un nuevo fármaco contra la Hepatitis C
por parte del gobierno estadounidense, Viekira Pak. Es probable que su comercialización
incremente la competencia en el mercado y rebaje el coste de la cura de la
Hepatitis C.
Mientras
tanto, en las farmacias egipcias ya han empezado a aparecer imitaciones de
Sovaldi que se venden por 700 euros la caja. “Es algo completamente ilegal. No
tenemos ni idea de cuál es su composición, ni de dónde ha salido. Lo que está
claro es que no lo han fabricado las siete farmacéuticas indias que llegaron a
un acuerdo con Gilead, porque aún no han empezado a comercializar sus
productos”, apunta Wael Hilal.
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